La soledad luminosa
Al sur de la India,
en Colomboa, capital de Ceilán,
en el suburbio de Wellawatha
un hombre;
es extranjero y por lo tanto
acepta su condición y es tratado como tal.
La soledad sale a cumplir su ronda:
vigila el nervioso cordón de las hormigas,
cuenta los anillos de la serpiente
que resbala de una rama a otra
hasta sumergirse en el agua sigilosa.
Acecha, va de casa en casa
precipitando su voz por el espacio,
acosando esa sonata para violín y piano;
es celosa la soledad y monta guardia
con su cuchillo verde a la altura del pecho;
en la mesa, cubierta por trámites de aduana,
cartas sin abrir, entre "el mar se ha puesto a golpear por años"
y "se trata de una súbita estación"
busca algo que en realidad le corresponde.
En el suburbio de Wellawatha; un hombre
cede su corazón a la maleza. La tierra
tan redonda, tan ocupada en sus asuntos, y pensar
que acá, en la isla de Ceilán, un hombre
socava la razón, la vocación de su tristeza;
ahora otro verde, el de la selva oriental
se sienta a la mesa, se mete en las venas
como después la fiebre, el opio,
el monzón de mayo, "las enfermedades de mi casa".
Un hombre, notablemente desconocido
como los ríos de pocos nombres,
suda su soledad
y desde su catre de soldado mira la ventana;
dos grandes estrellas, en la amplia noche desolada
toman volumen
como los pezones de una mujer inalcanzable.
Ramón Cote Baraibar (Colombia)
Publicado en http://www.casadepoesiasilva.com/poetascolombianos.htm
....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)
lunes, abril 30, 2012
jueves, abril 26, 2012
cotidiano 04
04.
Estoy enferma
parados al lado de la cama
mamá y mi hermano hablan de los chicos
en la escuela no comprenden la energía
sólo leen garabatos en las páginas
mi abuela empuña su voz como una ganzúa
me mira con tristeza y repite
pobrecita.
domingo, abril 22, 2012
cotidiano 03
03.
Tener frío
helarse hasta la extenuación
que el dolor entre por la espalda
lágrimas que ruedan por el rostro
nariz hinchada de mocos
pura congestión
estadio de la mujer que
no permite
distinguir
la otredad
llamaradas ahogan
cadencias miserables
que moran en un cuerpo
la luna ya no rije
de esos relámpagos
somos esclavas
Tener frío
helarse hasta la extenuación
que el dolor entre por la espalda
lágrimas que ruedan por el rostro
nariz hinchada de mocos
pura congestión
estadio de la mujer que
no permite
distinguir
la otredad
llamaradas ahogan
cadencias miserables
que moran en un cuerpo
la luna ya no rije
de esos relámpagos
somos esclavas
miércoles, abril 18, 2012
cotidiano 02
02.
Me falta el equilibrio en esa esquina
el edificio del Instituto Biológico Argentino
se desarma
5 y 8 no son números continuos
presagian viajes largos
vamos agua arriba
y ellas hablan
no hace falta explicar lo inexplicable
y sin embargo
una cabra es una cabra
tiene cuatro patas como cualquier mamífero
¿pero qué quiere decir el hombre tras su oficio?
qué insistencia
no preguntes
no entendí
lo que se lee es un destello de fuego
gira en círculos concéntricos
no lo capto
Me falta el equilibrio en esa esquina
el edificio del Instituto Biológico Argentino
se desarma
5 y 8 no son números continuos
presagian viajes largos
vamos agua arriba
y ellas hablan
no hace falta explicar lo inexplicable
y sin embargo
una cabra es una cabra
tiene cuatro patas como cualquier mamífero
¿pero qué quiere decir el hombre tras su oficio?
qué insistencia
no preguntes
no entendí
lo que se lee es un destello de fuego
gira en círculos concéntricos
no lo capto
sábado, abril 14, 2012
cotidiano
Ellos arman lazos invisibles
Un lenguaje de espacios
miradas
pormenores
que saltan por encima de las mesas
Él empieza de nuevo
la historia anterior apenas existió
aunque la presencia cercana de la otra
y el coro feminista de sus amigas
se lo recuerden
Ella aún no concluye
de la memoria apenas un novio que bucea
bajo las olas de su familia
Los pasos imposibles tropiezan en la vuelta manzana
Se arman espacios encima de la historia
Un lenguaje de espacios
miradas
pormenores
que saltan por encima de las mesas
Él empieza de nuevo
la historia anterior apenas existió
aunque la presencia cercana de la otra
y el coro feminista de sus amigas
se lo recuerden
Ella aún no concluye
de la memoria apenas un novio que bucea
bajo las olas de su familia
Los pasos imposibles tropiezan en la vuelta manzana
Se arman espacios encima de la historia
martes, abril 10, 2012
un poema de David Birembaum
Ultima fotografía del zar y su familia
Siguiendo la tradición familiar
voy a tomarles una fotografía.
Ubíquense más juntos.
El niño delante de su madre.
Las hijas más altas atrás.
Los criados más atrás.
Señor Romanov,no tiemble así
que va a salir movido.
Y usted Alexandra Fiodorovna
séquese esas lágrimas
no querrá pasar a la Historia en ese estado.
Y quítese el sombrero por favor
que me tapa los cocineros
-ellos también tienen que salir-
¿Y los niños? pregunta la zarina.
Ya crecerán, le contesto.
¡Dignidad por favor! ¡Mueran como vivieron!
Doce fogonazos iluminan el húmedo sótano.
Doce cuerpos golpean duro sobre la madera podrida.
David Birembaum (Uruguay-Argentina)
Del libro Clase turista. Ediciones La Carta de Oliver.
Siguiendo la tradición familiar
voy a tomarles una fotografía.
Ubíquense más juntos.
El niño delante de su madre.
Las hijas más altas atrás.
Los criados más atrás.
Señor Romanov,no tiemble así
que va a salir movido.
Y usted Alexandra Fiodorovna
séquese esas lágrimas
no querrá pasar a la Historia en ese estado.
Y quítese el sombrero por favor
que me tapa los cocineros
-ellos también tienen que salir-
¿Y los niños? pregunta la zarina.
Ya crecerán, le contesto.
¡Dignidad por favor! ¡Mueran como vivieron!
Doce fogonazos iluminan el húmedo sótano.
Doce cuerpos golpean duro sobre la madera podrida.
David Birembaum (Uruguay-Argentina)
Del libro Clase turista. Ediciones La Carta de Oliver.
viernes, abril 06, 2012
un poema de Jaime Retamales
La idiosincracia nacional
No hubo discursos ese día y nunca.
La carcacha se hizo mierda en el aire.
Sospeché del Rasputín de la cultura
y nos fuimos todos:
los corsarios del ron barato,
el Gotario de La Antena,
los de la Angustia,
y el vino.
Y otra ez vino
llevándonos de parranda
a los suburbios de Crotona.
Así comencé a tomar ese tono azulino
que luego adquirió un matiz verdoso,
pálido de aburrimiento.
Jaime Retamales (Chile)
Del libro Dominey en la Vía Crotona. Pentagrama Ediciones.
No hubo discursos ese día y nunca.
La carcacha se hizo mierda en el aire.
Sospeché del Rasputín de la cultura
y nos fuimos todos:
los corsarios del ron barato,
el Gotario de La Antena,
los de la Angustia,
y el vino.
Y otra ez vino
llevándonos de parranda
a los suburbios de Crotona.
Así comencé a tomar ese tono azulino
que luego adquirió un matiz verdoso,
pálido de aburrimiento.
Jaime Retamales (Chile)
Del libro Dominey en la Vía Crotona. Pentagrama Ediciones.
lunes, abril 02, 2012
un poema de Georges Schehadé
XI
Hay iglesias donde los Santos están afuera
Por amor de la soledad
-Mi amor no digamos eso
Ellos están lejos por obediencia
Tienen el ojo azul de los viajes
Como esos pastores que duermen sonriendo
En un cielo monótono como un cuarto
La luna triste con su familia
Georges Schehadé (Líbano)
Publicado en http://leb.net/~philo/poesies.html
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
Hay iglesias donde los Santos están afuera
Por amor de la soledad
-Mi amor no digamos eso
Ellos están lejos por obediencia
Tienen el ojo azul de los viajes
Como esos pastores que duermen sonriendo
En un cielo monótono como un cuarto
La luna triste con su familia
Georges Schehadé (Líbano)
Publicado en http://leb.net/~philo/poesies.html
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
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