....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

sábado, diciembre 30, 2023

[Me escabullo]

Me escabullo.

El cree que me encuentra.

Me hago transparente.

No quiero sexo. Estoy en ese tiempo en que se hiberna.

Siento más placer en las palabras que se desangran en los libros, en la tarde enamorada del sol, en el tacto de la poesía.

Su verde no me excita.

Amigos que se arriman en silencio.

Hablemos de todo lo que quieras, sin intercambio de fluidos.

domingo, diciembre 24, 2023

comentarios sobre tres libros

En las últimas semanas leí algunos libros que confluyen entre sí por tratar diferentes aspectos del judaísmo.


El más liviano, que me sacó varias sonrisas, es el libro "Nunca bailes en dos bodas a la vez" del argentino Carlos Ulanovsky, que describe las aventuras de un animador de fiestas durante el casamiento de un par de jóvenes. Podría ser la inspiración de un corto; me hizo acordar al episodio "Hasta que la muerte nos separe" de la película "Relatos salvajes". Una novela llena de rikudim y knishes. Para pasar el tiempo y divertirse.
Después vienen las historias potentes, las que movilizan y dejan pensando.
"El que mueve las piezas" de Ariel Magnus, también argentino, que inventa un encuentro entre el apasionado por los libros que fue su abuelo judío alemán con ajedrecistas que llegan a un participar en un torneo mundial en Argentina.
En un momento me generó ruido, que entre tantos famosos, no nombrara a Miguel Najdorf, después lo mencionó en forma fugaz.
Para el abuelo de Magnus hay dos espacios de salvación: el geográfico, nuestro país, Argentina, y el físico: el libro, donde es posible la libertad más genuina.
Hay un encuentro imaginario, también, entre abuelo y nieto escritor, cosa que también me hubiera gustado que me sucediera.
De Magnus ya leí hace mucho tiempo el libro " La abuela", sobre su ídem, víctima del nazismo.
Por último, el libro que terminé hoy, breve, una nouvelle quizás, es "Dora Bruder", de Patrick Modiano, un autor francés que fue premiado con el Nobel de Literatura.
Es la historia de una adolescente judía, Dora, que desaparece en plena ocupación alemana a Francia. A través de la investigación que hace el autor, décadas después, encuentra rastros de la biografía de la joven, pero, sobre todo, empieza a identificar en los pocos registros que se conservan, a tantos otros que fueron secuestrados y llevados a los campos de concentración y cámaras de gas, anonimizados por el abrumador número de la barbarie.
Todas estas personas tuvieron padres, esposas, hijos, novios, pasiones y sueños pero sus nombres fueron borrados no solo de los archivos, sino de la memoria colectiva. Es como si nunca hubieran existido.
Conozco esa sensación. Eso me pasa cada vez que reinicio el árbol genealógico de mi lado paterno. Decenas de familiares asesinados en los campos de concentración de los que apenas se encuentran trazas en los archivos polacos.
En "Dora Bruder" se denuncia, en forma aséptica, casi periodística, la participación de los franceses como colaboradores de los nazis, desde los puestos más altos hasta los vecinos más cercanos. Estos personajes se mezclaron con los miembros inocentes de la sociedad, luego de la guerra, sin tener que pagar por esos delitos.
Estos tres libros son diferentes abordajes de temáticas judías. Hay momentos para llorar, reflexionar, momentos para seguir casándose y perpetuándose y también momentos para reir.
Hay un tiempo para cada cosa, como nos enseña tan sabiamente Kohelet.



sábado, diciembre 23, 2023

Un poema de Aileen Cassinetto

Pequeña historia de viaje

 


La culpa, querido Arcturus, no está en tu estrella.
Me temo que malinterpretamos los oleajes
como exploradores que confunden un continente con otro.

“Colón extendió Asia hacia el este hasta que Japón casi besó las Azores.”
“La flota del tesoro china había sido suspendida mucho antes de que Magallanes se hiciera a la mar”.

En otras palabras, ellos fueron imprecisos y perecieron.

(Mirad el vuelo de los pájaros en el aire enrarecido,
desde el lugar de reproducción hasta el lugar de invernada.
Mirad la intención y su pariente, la precisión.)

Sea como fuere, siempre estuvimos destinados al movimiento.

Mira cómo la Ruta de la Seda estaba pavimentada con huesos de caballos.
Y más que gusanos de seda de contrabando, traía azúcar, plata,
papel: un cambio total del mundo.

Mira cómo floreció el comercio de especias,
apuntalando un imperio, sus galeones, implacables portadores de un comercio de esclavos de Manila a Acapulco.

El mundo obtuvo su canela, su cacao, su casia y su cardamomo,
su lapislázuli y su rubí balas- antiguo y veteado de zafiro.
Somos apasionados por viajar.

Y los más valientes de nosotros miraron hacia arriba y recordaron todo-
la estrella fija, las cacerolas, el rey, la reina, el cuidador de las osas-
rojiza y la cuarta más brillante en todo el cielo nocturno, querida,

recordaron también al cardenal de los viejos campos y de cada borde de camino-
brillantemente azul y a veces verdadero- en el mismo cielo nocturno,
deambulando su camino a casa.


Aileen Cassinetto (Filipinas)
Publicado en Poets.org
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

miércoles, diciembre 20, 2023

sábado, diciembre 16, 2023

Un poema de Marco Antonio Madrid

Mutaciones


Hasta el duro cielo de estas rocas
Ha llegado el mar.
En él, recuerda el agua
Su antigua germinación de sombra,
El paso del ánade y la huella
Acaso feliz de algún hombre,
Se confunden con las hojas que caen
De la lluvia.
Cenizas, nostalgia… hojas manchadas
De luz que el viento aún esparce
En algún lugar de la memoria.
Hasta el duro cielo de estas rocas
Ha llegado el mar.
Bajo su oleaje, la palabra
En los labios, descansa.


Marco Antonio Madrid ( Honduras)
Publicado en Cardenal Revista

sábado, diciembre 02, 2023

[La multitud duerme abrazada...]

La multitud duerme abrazada
en una grandiosa tienda que navega.
 
¿Qué hacemos? ¿Cuánto esperamos?

El aroma a aceituna nos abrió el apetito.
¿Acaso hay algo más que olas en las entrañas de la tierra?
¿Hay otra cosa que el polvo
que se desprende
del roce indecente de nuestra piel,
adheridos,
como estamos,
uno con el otro,
espalda contra espalda?

¿Cómo se mide la espera de un animal con alas?
¿En el trasluz de su canto prodigioso?

¿Cómo será su insignia?

¿Racimos triturados sobre la borda?
¿O la presencia de larvas de mosca blanca?

Hay una juventud que añora lo que nunca tuvo:
árbol, suelo, calma.



(De la serie El Tanaj revisitado)

sábado, noviembre 25, 2023

Un poema de Francisco Ivan

 

[un barco escucha ecos de cruzadas saladas en la mente del poeta]

 

Siempre al mar
Sentado, mirando,
Sin hacer nada.
Y un barco está allí,
Arrojado en la arena después de tanta sal,
Salpicado por las estrellas.
Siempre al rio.
¡Las velas! Un seco trapo amarillento
En él solo habitando ecos.



Francisco Ivan (Brasil)
Publicado en “A poesía de Francisco Ivan” de Ciro Soares dos Santos. Editora IFRN (2021).
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

sábado, noviembre 18, 2023

Una cantiga tradicional portuguesa

La ropa del marinero

 


La ropa del marinero
y la ropa del marinero
no es lavada en el río.
No es lavada en el río.

Y es lavada en el mar alto
y es lavada en el mar alto
y a la sombra de su navío.
A la sombra de su navío.

Y a la sombra de su navío
Y a la sombra de su navío
No es lavada en el río
es la ropa de mi amor


Cantiga tradicional (Portugal)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg


(Encontré muchas versiones en la red y opté por ésta. En Youtube y Spotify pueden escucharse muchas canciones con esta letra y agregados, en diferentes ritmos folklóricos portugueses.
Si alguien se ofrece a pasarme algún texto más formalizado, por favor, contactarse a mi correo)

 

sábado, noviembre 11, 2023

{La escudilla revela...]

 [ La escudilla revela...]



La escudilla revela
la potencia
de los recuerdos
de la infancia
agrios, punzantes, dolorosos

Señora Cho,
aún siento el aroma del kimchi
en las habitaciones de mi casa

sábado, noviembre 04, 2023

Un poema de Pedro Nicolás Carrizo

La Hora Justa


¡Las Elisas llegan tarde!

¡Corrijan el tiempo!
¡Un arpón al agua que detenga el reloj de las olas!

Yo tengo las arenas lejos

Y la copa con cinta transparente.

Un pedacito de planisferio
Me cuelga en una pestaña

Por los sismos que la frenan.
¡Conviertan el mundo con otros relojes
que las Elisas llegan tarde!

Y el sol lleva duda de cueva.
Una pastilla con engranajes concientes
Que no derrumbe la puerta de esperarla
Ni el ojo de dios en una ventana rota.

¡Ahí amor de ecos que suben escaleras!

Un mordisco de ojos
He retratado en los recuerdos
pero los surcos son filos de mar
de una bailarina que no me danza

y humedad.
¡Corrijan el tiempo!
¡Los bosques crecen!
¡Las orejas se extienden con espejos de elefantes!
¡Las Elisas llegan tarde!

Voy... corriendo... poesías...
aunque sea tarde
morir ayer.


Pedro Nicolás Carrizo ( Argentina)
Publicado en "Patagonia, lee, tierra de poetas" (2022).
Edición de Tomás Watkins e Iván Moyano para el Centro Editor del CeDIE Neuquén.

martes, octubre 31, 2023

La piedra murmuraba

La piedra murmuraba

 


Foto: Myriam Rozenberg
Tomada el 18.06.23 en Belém, Lisboa, Portugal


Él me pidió de mi viaje solamente una piedra.
Escogí una a metros del castillo de Guimarães
pero me pareció que era pequeña, insuficiente.

Cuando tuve oportunidad
busqué otra
que evidenciara
en forma más expresa
el cariño que le tengo.

Fue en la arena de Belém
frente a la Torre
que atrapé un objeto
con forma de pedrusco.

Estaba húmedo aún
y lo envolví en un pañuelo de papel tissue
para que se secara.

Horas después, en el hotel,
comencé a sentir un aroma extraño, desafiante.

Recorrí la habitación por completo:
el baño, los armarios,
los cajones de la mesa de luz.
La fetidez salía del bolsillo interno de mi bolso.
Había olvidado sacar la piedra
a la que encontré adherida
al papel tissue como un hermano.

La olfateé.
La piedra murmuraba
su historia de abrazos con cardúmenes
la morada de un mundo
que genera mil preguntas
que desencadena,
como el amor,
mareas, torbellinos y silencios.

¿Quién soy yo
para despojar
el grito de la sardina
que se había negado a ser pescada
y eliminarlo con agua de la canilla?
¿No sería acaso un doble martirio?

Dejé la piedra en Lisboa.

De mi viaje,
cuando lo vea,
le llevaré estas reflexiones
que son mucho más valiosas.



sábado, octubre 21, 2023

Un texto de Robert L. Stevenson

Hands era el amigo más cercano de John Silver «el Largo», del cual ya es hora que hable: nuestro cocinero, «Barbecue» como le llamaban los otros tripulantes. Desde que subió a bordo, y para moverse con mayor soltura, había sujetado su muleta al brazo con una correa que ataba a su cuello, lo que le permitía usar ambas manos. Era admirable verlo cómo atendía a sus guisos apoyando el pie de la muleta contra un 1 mamparo, lo que le daba el mejor sostén ante el bandear de la goleta. Y mas aún contemplar su paso por la cubierta en medio de los más recios temporales. Para ayudarse había amarrado unas guindalezas que lo defendían en los tramos más abiertos -«empuñaduras de John», las apodaron los marineros -y asiéndose a ellas volaba de un sitio a otro lo mismo usando su muleta que arrastrándola, con la misma prestancia que otro de piernas vigorosas. Sólo quienes habían navegado ya antes con él se lamentaban de sus perdidas facultades.

-No ha habido dos como Barbecue -me contó un día el timonel-. Y no creas que no tuvo buena educación en su mocedad, y cuando quiere saber hablar como los libros, y en cuanto a valor... ¡un león es nada a su lado! Con estos ojos lo he visto trincar a cuatro y romperles a los cuatro la cabeza de un solo golpe... ¡y estando él desarmado!

Desde luego toda la tripulación lo respetaba y obedecía. Tenía una maña especial para hacerse con cada uno y a todos sabía prestarles la ayuda precisa. Conmigo no tuvo sino la mejor disposición, y me trató siempre con alegría al verme aparecer por la cocina, y he de decir que cuidaba de ésta como el más escrupuloso de los criados limpiaría la plata: todas las cacerolas lucían brillantes y ordenadas. Y allí, en un rincón, colgaba una jaula donde vivía su loro.

-Pasa, Hawkins -me decía-; siéntate a echar un párrafo con el viejo John. Eres la persona que veo con más gusto, hijo. Siéntate y vamos a oír lo que tenga que decirnos el Capitán Flint. Le puse ese nombre a mi loro por el famoso pirata. Bien, Capitán Flint, predice el éxito de nuestro viaje. ¿No es así, Capitán? 

Y el loro empezaba a decir a toda velocidad:
-¡Doblones! ¡Doblones! ¡Doblones! -y seguía sin parar hasta que parecía enronquecer y John le echaba por encima de la jaula un paño bajo el que enmudecía.

-Ahí donde lo ves, Hawkins -me decía-, este pájaro tiene lo menos doscientos años... y hay quien dice que algunos viven eternamente. Este ha visto ya pasar más condenaciones que el mismísimo Satanás. Ha navegado con England, con el gran capitán England, el pirata. Ha estado en Madagascar y en Malabar, en Suriman, en Providence, en Portobello. En Portobello, cuando el rescate de los famosos galeones de la Plata. Allí aprendió a gritar «¡Doblones!», y no es para menos: ¡más de trescientos cincuenta mil que sacaron a flote, eh, Hawkins! Estuvo cuando el abordaje al Virrey de las Indias, a la altura de Goa; allí estuvo, y lo miras y parece inocente como un niño. Pero tú no has olvidado el olor de la pólvora, ¿verdad, Capitán?

-¡Todos a sus puestos! -chillaba el loro.

-¡Ah, qué alhaja! -decía el cocinero, y le ofrecía entonces unos terrones de azúcar que llevaba en el bolsillo; y el loro se agarraba con su pico a los barrotes de la jaula y empezaba a lanzar maldiciones sin tino.


Robert L. Stevenson (Reino Unido)
Texto extraído del libro "La isla del tesoro" (2006). Editorial del Cardo.

sábado, octubre 14, 2023

Un extracto de un libro de Ariel Magnus

Esta no es una cita literaria sino que pertenece al diario íntimo de mi abuelo paterno Heinz Magnus, oriundo de Hamburgo, Alemania, que llegó al dique cuarto, sección octava, del puerto de Buenos Aires, a las 7.30 de la mañana del sábado 14 de agosto 1937. Sé que llegó ese día porque en la prensa figura el arribo del Vigo y sé que se subió a ese barco porque tengo su diario íntimo, a pesar de que su nombre no está registrado en la base de datos del CEMLA (como sí está, por ejemplo, el de mi abuela Liselotte Jacoby, que llegó al país unos meses antes que Mirko Czentovic).

El diario de mi abuelo empieza antes, en diciembre de 1935, pero esta es la primera entrada literaria, al menos en que apela a la descripción y cuenta en presente cosas que pasaron hace horas, como se espera de una novela narrada en primera persona (la de Stefan Zweig, sin ir más lejos). Las luces del puerto como imagen taquigráfica de ese mundo ya lejano, al que por cierto nunca volvería (en el único viaje largo que haría prefirió visitar Estados Unidos, nadie en la familia entendió nunca por qué, y es mi deber averiguarlo), podrían figurar incluso en uno de los poemas que Heinz venía escribiendo desde los 15 años y que recopiló en un cuaderno, con índice y prólogo, que también llegó hasta mí. Algunos de estos poemas son impactantes, sobre todo por su clarividencia respecto al nazismo. En mayo de 1933, pocos meses después de que Hitler subiera al poder, mi abuelo rimaba «A los alemanes» versos en alemán que decían más o menos así:

Verdadera tragedia solo hay
Donde se la ve desde el inicio.
Para quien la vive en carne propia
No es tragedia, sino destino.

Con 19 años, Heinz Magnus entendió enseguida que «el aturdimiento se posa / sobre el cerebro de la masa» y que «lo predestinado no se puede remover». Pocos meses más tarde, en medio de las hostilidades que empezaba a sentir en su ciudad natal, escribió otro poema con el título «¡Judío!», en donde anuncia que pertenecer al «pueblo elegido» lo obliga a hacerse cargo de «cumplir con el mandato», ese al que parece aludir en su primera entrada sobre el Vigo. Pese a esto, y a que en la familia siempre se habló de que el abuelo quería ser rabino, sus diarios revelan que en realidad quería ser escritor.


Ariel Magnus ( Argentina)
Extracto del libro " El que mueve las piezas". Tusquets Editores (2017)

domingo, octubre 08, 2023

Cauces y causas en el valle del Douro

Mi cuerpo, como siempre, es una caja de sorpresas. Al día siguiente de un viaje de 24 horas cruzando el océano, comienzo con retorcijones y diarrea. Primero le echo la culpa al sándwich de jamón con trozos de panceta que comí en el restaurant de al lado (ah, ¡el jamón ibérico!). Luego señalo a la Coca Cola, esa maldita adicción que evité durante tantos meses, pero con la que me premié en esta primera tarde en la ciudad de Porto. Después me digo que, en realidad, es el cansancio del viaje, el jet lag, las frecuencias extrañas de comidas y bebidas, esas largas horas en las que se está prisionero en un medio de transporte. Sin embargo, las gotas de sangre en el papel muestran lo evidente: la diferencia horaria en la que tomé las pastillas confundió mi sistema endócrino. Lo hice a las 22 horas, pero en realidad eran las 16 horas de Argentina; mi organismo no entiende de husos horarios.

Enfrentémoslo. Estoy menstruando a pesar de los anticonceptivos. Cuando le cuento esto a mi ginecóloga, un mes después, me dice con entusiasmo: “eso demuestra que aún tus hormonas funcionan, que aún no estás en menopausia”. ¡Vaya alegría!

Esa mañana la paso tan mal que, como en mis viejas épocas, no puedo escapar del baño. Llegué a mandar un mensaje a la empresa de turismo que vendría a buscarme para suspender mi recorrida. Afortunadamente el empleado a cargo del WhatsApp se levantó más tarde, perdió el autocarro o el eléctrico, porque no llegó a leerlo. Estuve a punto de frustrar un apasionante paseo por el valle del Douro y su olor a viñedos y su esperanza de calma. Una naturaleza, la mía, quería imponerse sobre otra, aún tan extranjera.

En el bolso me acompañan mis amigos de siempre: la loperamida y la hioscina. Me ordenan el intestino, me dejan continuar en la aventura que esta mañana me propongo.

Hace frío, hay un viento molesto que no duerme, que se revuelca sobre nosotros cuando miramos, desde arriba, las escaleras repletas de viñedos. Pareciera, incluso, que va a llover y me angustia otra vez pensar en los factores que no puedo controlar.


Foto :Myriam Rozenberg
(Tomada el 08.06.23 en Pinhão - Portugal)

En lo alto del valle me atrevo a comer un bacalhau à brás, lo acompaño con vinho verde. Estoy rodeada de gente agradable, un par de amigas españolas, una madre e hija venezolanas que creí que eran hermanas, bellas y cultas, y un matrimonio de jubilados uruguayos a los que distinguí rápidamente por la tonada. La conversación fluye entre Europa y América Latina, se detiene en historias de emigrantes y también de turistas.

Llueve a raudales cuando entramos a la bodega y me prestan un paraguas enorme que cubriría a varias personas. Mis compañeros uruguayos ya venían preparados, se ponen impermeables. Me cuentan que la semana anterior estuvieron en Galicia donde llovió mucho. Hay olor a recuerdos, a brazos que se esfuerzan, a pies que saltan sobre la uva en esta ráfaga de aire de tierra mojada.

                                                                          

Verás el viñedo bajo el sol proclama el valle y asiente el Douro. 
Allí estoy ahora, parada frente a vides ancianas y modernas, como si la lluvia nunca hubiera existido. Algo de la hoja de parra me conmueve, en cada bodega que camino. Hay un rasgo tímidamente insolente en ese racimo que se balancea para terminar siendo un frescor vibrante, una demorada entrega sensual en la boca de un desconocido.


Foto: Myriam Rozenberg
(Tomada el 08.06.23 en Pinhão - Portugal)

                                                                               
Foto: Myriam Rozenberg
(Tomada el 08.06.23 en Pinhão - Portugal)

En Pinhão el río es largo y ancho. En ambas orillas compiten los nombres de adegas: la mayoría elaboran vino Porto de diferentes calidades.  Probé el blanco, el ruby, el tawny.  Todos ellos se entibiaron dentro mío sin darme sobresaltos. (¡Cuánto lo agradezco!) Pienso otra vez en las manos de los obreros que recogieron las uvas, en aquellos pies que las pisaron en silencio, en aquellos otros que luego las trituraron cantando. Ojalá que mi cuerpo adopte ese proceso, asimile esa tranquila cadencia.  Que tampoco el río se salga de su cauce.



jueves, octubre 05, 2023

Úna canción de The Beatles ( para días como éstos)

I´m so tired

I'm so tiredI haven't slept a winkI'm so tiredMy mind is on the blinkI wonder, should I get up and fix myself a drink?No, no, no
I'm so tiredI don't know what to doI'm so tiredMy mind is set on youI wonder should I call youBut I know what you would do
You'd say I'm putting you onBut it's no jokeIt's doing me harmYou know I can't sleepI can't stop my brainYou know it's three weeksI'm going insaneYou know I'd give you everything I've got for a little peace of mind
I'm so tiredI'm feeling so upsetAlthough I'm so tiredI'll have another cigaretteAnd curse Sir Walter RaleighHe was such a stupid git
You'd say I'm putting you onBut it's no jokeIt's doing me harmYou know I can't sleepI can't stop my brainYou know it's three weeksI'm going insaneYou know I'd give you everything I've got for a little peace of mindI'd give you everything I've got for a little peace of mindI'd give you everything I've got for a little peace of mind


Letra y música: John Lennon - Paul Mc Cartney (Reino Unido)
Publicado en el Album Blanco (1968)


Cosas vistas por ahí

 

 
Foto : Myriam Rozenberg
Tomada el 06.06.23 en una calle de Porto, Portugal.

sábado, septiembre 30, 2023

Un poema de Fernando Pessoa

Mar portugués


Mar visto desde Cabo da Roca (Portugal). 

Foto: Myriam Rozenberg (16.06.23)




¡Oh, mar salado, cuánto de tu sal

Son lágrimas de Portugal!

Por cruzarte, ¡cuántas madres lloraron,

Cuántos hijos rezaron en vano!


¡Cuántas novias quedaron sin casarse

Para que fueses nuestro, oh, mar!

¿Valió la pena? Todo vale la pena

Si el alma no es pequeña.

Quien quiere pasar más allá del Bojador

Tiene que pasar más allá del dolor.

Dios le dio peligro y abismo al mar.

Pero es en él donde espejó el cielo.

 



Fernando Pessoa (Portugal)
Publicado originalmente en su libro Mensaje (1934).
Texto recuperado de la página Arquivo Pessoa
Traducción del portugués por Myriam Rozenberg

sábado, septiembre 23, 2023

Un texto de Patrick Girard




La San Antonio y la Victoria se alejaron. Entonces, el capitán general tomó una decisión sorprendente. En vez de enviar a la Trinidad y la Concepción a buscar el paso, mandó poner en el agua dos chalupas e hizo embargar en ellas a una decena de hombres con un tonel de agua y uno de galletas. Estas embarcaciones remontarían el canal a remo y vela, y volverían para presentar su informe. Las tripulaciones manifestaron su satisfacción con aclamaciones. El artillero de la Concepción, Roldán de Argote, un flamenco de rostro rubicundo, se ofreció como voluntario para dirigir la flotilla y eligió cuidadosamente a sus compañeros. Las dos chalupas se hundieron en la bruma y desaparecieron de la vista de las tripulaciones aglutinada en las cubiertas de las dos naves.

Dos días más tarde, hacia el mediodía, el vigía lanzó un grito. Había visto las chalupas, que regresaban a buena marcha. Sus pasajeros hacían grandes señales alegres y gritaban a voz en cuello. Después de subir a bordo de la Trinidad, Roldán de Argote se arrodilló, se hizo la señal de la cruz y presentó su informe. Después de un solo día de navegación por una estrecha entrada, había llegado frente a un promontorio parecido en todo al de las Once Mil Vírgenes. Atracó y trepó hasta la cima: entonces descubrió una inmensa extensión de agua. Era el mar del Sur.

El capitán general lo interrumpió:

- ¿Estás seguro de lo que dices?

-¡Que arda yo en el infierno si miento! Ese mar se extiende hasta el infinito. NO puede ser otro que el que descubrió Balboa junto con la isla de San Miguel. ¡Benditos sean Dios, la Santísima Virgen y Su Glorioso Hijo! Tenía usted razón: el paso existe y, dentro de pronto, llegaremos a las islas Molucas.

Fernando de Magallanes se apartó del resto para ocultar su emoción. Su intuición no lo había engañado. Había presentido la proximidad de ese paso y no había cedido al demonio interior que le sugería renunciar. No cabía en sí de alegría. Al igual que Bartolomé Díaz, de gloriosa memoria, había ido más allá de los límites del mundo conocido al descubrir una ruta hasta entonces inviolada, que unía el mar Océano con el mar del Sur. Podría volver a Sevilla con la frente alta y hacer enmudecer a todos los que lo habían llamado loco o insensato. Lo más importante estaba hecho: lo demás era una simple formalidad. Debería remontar hasta el ecuador y luego dirigirse hacia el oeste para llegar a las Molucas. Era cuestión de pocas semanas y seguramente los vientos le serían favorables, o al menos así lo deseaba.


Extracto del libro "Fernando de Magallanes, el mundo sin límites" de Patrick Girard (Francia)
Editorial El Ateneo (2014)

lunes, septiembre 18, 2023

Una canción popular brasileña en la voz de Clementina de Jesús

Marinero solo

 

Yo no soy de aquí
Marinero solo
Yo no tengo amor
Marinero solo
Yo soy de Bahía
De San Salvador
Oh, marinero, marinero
Quién te enseño a nadar
Marinero solo
Oh, fue la caída del barco
Marinero solo
O fue el balanceo del mar
Marinero solo
Allá viene, allá viene
Marinero solo
El viene risueño
Marinero solo
Todo de blanco
Marinero solo
Con su pequeño gorro
Marinero solo


Canción popular (Brasil)
Hay muchas versiones de esta canción.
Elijo la versión de Clementina de Jesús
https://www.youtube.com/watch?v=EE-VSyWkQcY
Traducción del portugués por Myriam Rozenberg

lunes, septiembre 11, 2023

Un poema de Tracy K. Smith

Trabajo del alma

 

Es propio de uno alimentarse. Es propio de uno escindirse.
Es propio de uno ser doblegado por la avaricia.
Es propio de uno la lucha. Es propio de uno ser estrangulado por la vida.
Es propio de uno ser llamado y resucitar.
Es propio de uno mirar el fuego a los ojos.
Es propio de uno la atadura al placer.
Es propio de uno ser tomado cautivo por el poder.
Es propio de uno poner a una nación de rodillas desnuda
en guerra. Es propio de uno el arrobamiento de las horas robadas.
Es propio de uno ser llamado todavía acobardado.
Es propio de uno defender a los muertos.
Es propio de uno sufrir hasta que el ego se despoje.
Es propio de uno babear el néctar de la maldad
Solo es propio de uno rodar una piedra colina arriba.
Es propio de uno agacharse
sobre leña húmeda en nieve profunda
persuadiendo a la fina columna
de humo cauteloso.
Es solamente propio de uno temblar.
Es solamente propio de uno respirar.



Tracy K. Smith (Estados Unidos)
Publicado en https://poets.org/poem/soulwork
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

 

domingo, septiembre 03, 2023

Una canción de José Afonso

Ronda de las endiabladas


Estaban todas juntas
Cuatrocientas brujas
A la espera, a la espera
A espera de la luna llena

Estaban todas juntas
Vino un cabrito * viejo
A danzar en el camposanto
Alguien murió

Arlindo sepulturero
Con tu joroba
Llévame primero
Para la tumba abierta

Arlindo Arlindo
Bailarín de las hadas
Ve saltando en un pie
Cávame la morada

Arlindo sepulturero
Cávame la morada
Ciérrame la tumba
Quiero campa rasa**

Arlindo Arlindo
Bailarín de las hadas
Ve saltando en un pie
Cávame la morada



Ronda das Mafarricas (canción de António Quadros y José Afonso (Portugal)
Publicada en el disco "Cantigas do Maio" (1971)
Traducida del portugués por Myriam Rozenberg

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Es increíble que un texto que aparenta ser sencillo, tenga ciertas dificultades en la traducción.


*chibo: en portugués puede ser un cabrito o chivito, pero, también, en el lenguaje popular, un traidor.
Teniendo en cuenta la época en que se escribió esta canción, quizás tenga más sentido la última versión.

** campa rasa: preferí dejar la expresión tal cual porque se parece al español "campo raso", que es un terreno en el que no hay nada, ni siquiera árboles. En portugués indica una tumba que no tiene monumento ni mausoleo, algo sencillo.

viernes, septiembre 01, 2023

¿Es este alboroto lo que vinimos a presenciar?

Hace un par de semanas fuimos con mi sobrino a ver una obra de teatro llamada " Un almuerzo argentino". En otro posteo voy a contar algunas cosas de la obra, que se conectan con otra que vi el domingo pasado " La papa".
Pero quiero detenerme en un momento, en el inicial, en el principio de la obra.
Se trata de un almuerzo familiar, y, desde el otro lado del escenario, vemos una casa, a la que van entrando los invitados. En esa instancia, como suele suceder, todos los familiares se saludan y se hacen preguntas generales.
Los espectadores vemos un bullicio, un caos.
Hacemos un esfuerzo por atender a alguno de esos diálogos.

Un par de personajes hablan cerca de un mueble, otros atrás de la mesa, aquellos cerca de la puerta, algunos se van sentando. No sabemos dónde poner el oído ni la vista, movemos la cabeza hacia un lado y hacia el otro, desorientados.
¿Es este alboroto lo que vinimos a presenciar?
Esa simultaneidad me trajo a la memoria ese instante sublime del cuento El Aleph de Borges.
Ser testigo de lo que sucede todo junto, la confusión, el desorden, lo que transcurre amontonado en cada fracción no medible del tiempo.
Solo D-s conoce los íntimos secretos del mundo en forma sincrónica. El ser humano no está capacitado para eso; y si pudiera, podría llegar a enloquecer.

No nos ha sido dado ese poder y agradezcamos, también, estar libres de tanto conocimiento. 

lunes, julio 31, 2023

El engreído

El engreído

Cuando D-s creó a los animales, éstos le dijeron: ¡te estábamos esperando!
Cuando D-s formó a Adam, éste le dijo: ¡cuánto me hiciste esperar!


( De la serie El Tanaj revisitado)


lunes, julio 24, 2023

Un texto de João Antônio

Para quien se entrega a crear vive descubriendo. Descubrí el muy agradable "plac-plac" de mis zapatos de taco de cuero, en las tardes y en las madrugadas que vago sin rumbo, lentamente. Esta ciudad mía a la que pertenece mi aldea guarda hombres y mujeres que corren apurados para vivir, para arriba y para abajo, semanas duras. Los sábados por la tarde y los domingos enteritos, la ciudad se despuebla. Todos corren hacia los lados, hacia las afueras de la ciudad. Son horas, entonces de mi "plac-plac". ¡Mi ciudad se vuelve otra! No puedo hablar de mis zapatos de taco de cuero...¡Sólo sé de mis andanzas! Solo ellos, constatan, en soledad que solamente hay niños, hay pájaros y hay árboles en las tardes de sábados y domingos, en esta, mi ciudad.


João Antônio (Brasil)
Extracto del cuento " Afinación en el arte de patear chapitas" publicado en el libro " Malagueta, Perus y Adriana Hidalgo Editora (2012)
Traducción de Claudia Solans.

lunes, julio 17, 2023

Un poema de Heiichi Sugiyama

Ultimas palabras



Ella estaba atrapada bajo los escombros de un edificio.

“Lamento no haber podido comprar una casa grande.
Nunca gané demasiado”

“No importa, querido”

El camionero recuerda estas últimas palabras que habló con su esposa
la luz verde, que crece borrosa,
viene hacia él en la profundidad de la noche.



Heiichi Sugiyama (Japón)
Publicado en PoemHunter
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

lunes, julio 10, 2023

Un poema de Zeina Hashem Beck

Los días no paran


los Tiranos duermen como dioses
los Diplomáticos se lamentan
los Diplomáticos están en sus mesas de la cena
los Bailarines danzan
el Panadero hornea el pan leva
la Tierra orbita
las Madres lloran
los Padres lloran
los Hijos caminan en sus sacos
los Hijos saben que
una ley contra el asesinato de gente en hogares
no es lo mismo que no matar gente en hogares
la Lluvia cae
el Poeta escribe el nombre
de la Ciudad muerta
la Ciudad muerta mantiene
como una vaca colgada en el frío del matadero
los Amantes tocan
los Cantantes cantan
las Pesadillas saben
que soñar acerca de ser enterrados debajo de los escombros
no es lo mismo a ser enterrados debajo de los escombros
la Mañana llega
los Contadores cuentan las Muertes & Nacimientos
el Libro sagrado dice
Quien haga un peso del átomo de bondad lo verá
& Quien haga un peso del átomo de maldad lo verá

Oh, Director de fotografía eterno
las acciones parpadean
en las pantallas del Infierno & el Paraíso
el edificio caído sigue cayendo
los Salvados no tienen Paz
las Mareas de la Sangre & la Esperanza devoran al cuerpo como una enfermedad
Oh Señor, por favor, no nos sanes




Zeina Hashem Beck (Líbano)
Publicado en Rattle
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

lunes, julio 03, 2023

Un poema de Joaquín Soto

Kenmore Pérez


Se llamaba Margarita
y deshojó su nombre con desprecio
para llamarse Kenmore
como las refrigeradoras de la Sears.
Tenía siete niños de padres diferentes,
a cada hombre que sedujo le dio un hijo
con la intención de retenerlo
o conseguir una pensión.
Al hijo mayor le puso Texas,
al siguiente, Mc Gregor como las camisas
Ingrid, Katty, Liz y Lesly, son las niñas.
Y al más chiquitín le puso Pops.
Mas Kenmore Pérez
no es culpable de semejante cursilería.
Ella intenta sobrevivir
de la manera más elegante.


Joaquín Soto (Costa Rica)
Publicado en Revista Comunicación. Volumen 23, año 35, núm. 2, julio-diciembre, 2014 (pp. 47-59)

lunes, junio 26, 2023

El sustituto

Dijo la esposa:

A mi marido no le gusta que lo comparen con sus hermanos mayores. Lo separan muchos años y muchos sufrimientos. Por suerte, sus padres esperaban de él únicamente que fuera un buen hombre.

Es demasiado paciente. Y sufre.

Muchas noches viene Abel, hecho sombra y viento, y le susurra al oído: ya sabés, sos mi reemplazo, la compensación que le dio D-s a la mama por mi muerte.

Y entonces, se despierta empapado en sudor y grita para que todos escuchemos:

Yo soy Seth, nacido de mi padre cuando él tenía ciento treinta años.


( de la serie El Tanaj revisitado)

lunes, junio 19, 2023

Un poema de Benjamín Ramón

La corbata


Papá era obrero de la construcción
Papá era mecánico de autobuses
Papá era constructor, albañil
Papá era chofer y camionero
Pará era carpintero y artesano
Recuerdo qué alto volaban
sus cometas
a principios de año
Era un soñador
Apenas se puso una corbata
se murió
qué vaina.

Benjamín Ramón ( Panamá)
Publicado en La Poesía Hebrea-Panameña. Luis Wong Vega. Invest. Pens. Crit. (ISSN 1812-3864; eISSN 2644-4119)

lunes, junio 12, 2023

un poema de José Alberto Velarde

 Yunga - Uyu


Las calles desiertas de mi pueblo
             Son mi infancia de totora
Y caricias que descargan una tormenta
             Todavía fresca como cuando sueño
Algún rostro que no es el mismo
             Y mis padres como grandes nubes que avanzan.
La infancia que no me acuerdo
             Son las calles delirantes de mi pueblo
Todo lo que las parihuanas y el jilguero
             Ocultan bajo la pluma
La locura de Tata Pancho
             Y muchos rostros que son uno
Ese calor de ave inmensa
             Que cobija a los embriagados
Máscaras música bocas y sed
              Cuánta sed


José Alberto Velarde (Perú)
Publicado en el libro "Movimiento Kloaka (1982-1984): Cultura juvenil urbana de la postmodernidad periférica". Editorial Ojo de agua (2002)

lunes, junio 05, 2023

Une y separa

Une y separa


(poema sobre un cuadro de Matisse)




Alguien puso
a la derecha una sirena
a la izquierda un periquito.

Sorprendidos
por sus aspectos distintos
los dos se estudian
se observan
se examinan

Quizás logren enamorarse
aunque ella pertenezca al agua
y él solo sepa batir sus alas en el aire

Ambos sacan radiantes sonidos
cantos que atraen
y en ese lenguaje
embustero/ retorcido
pisan tierra firme
y se entrelazan

Pero alguien sigue pintando
y desborda el universo 
de frutas y de hojas
la flora se extiende
perpleja
sobre la fauna

Pronto 
los colores y las formas
los alejarán del todo

lunes, mayo 29, 2023

Un poema de Eliot Khalil Wilson

Poema donde me imagino a mí mismo dentro de una película de Woody Allen


entre gente blanca de clase media alta.


Chismoseo ahora, muevo mis manos como si estuviera haciendo la mímica del fuego
uso tweed, tengo una palidez de gefilte fish, 
mis bolsillos llenos de resúmenes sobre Kierkegaard.


Sueño que me he despertado en la necesidad de 
y en la ausencia de alma- un vacío florece

pero un vacío afectado- como
el entablado de una fiambrería de calidad.

Me aburre mi esposa adorada improbable.


Encontré un sustituto bohemio 
incansable como abril, mi horizonte olvidado
mi vida enterrada, incesante Dixieland
y ninguna parte de la guardería Fellini
de mi mansamente quejosa vida doméstica.

La espero a la salida de su colegio secundario.

El realismo dice que ella me dejará y yo volveré 
con mi esposa, recientemente agradecida, escarmentada-
una canción tan tocada, y tocada y tocada nuevamente

Este es el patrón que estoy obligado a desaprender.

Pero a veces me asalta un sentimiento de valentía:

Que esto es alguna rutina de marcha fatigada,
la luz, nueva, pero en su mayor parte reciclada

entre la gente blanca de clase media alta.



Eliot Khalil Wilson ( Estados Unidos)
Publicado en South 85 Journal
Traducido del inglés al español por Myriam Rozenberg

martes, mayo 16, 2023

faits divers

Faits divers

 

Estaban en la calle con el radar encendido y fue a decirles algo. Entraron en una discusión acerca de permisos e instalaciones ilegales.

Un viejo, o dos, pasaron con el diario bajo el brazo. Escucharon la arenga, lo admiraron a distancia, era un prócer arriba de una estatua.

Desde esa perspectiva, él observó el ángulo de la cámara.

Los tipos: “No es nada de otro mundo”

Pero él sabía que era suficiente apertura, ideal para detectar a quien solapa sus ruedas con la línea peatonal o al que estaciona doble mano cuando espera

El artefacto miraba al infinito como un corsario, ávido de las arcas de esos barcos que transitan velozmente los mares de cemento.

Tensa la disputa.

Los tipos enviados por la subsecretaría de transporte tenían buen equipamiento, pero estaban flojos de papeles

Las palabras homologados acta violación nulidad fueron el secreto de la victoria.

“Huyamos. Hay un ciudadano esclarecido”.

martes, mayo 09, 2023

Un poema de Ana Blandiana

Inconscientes


Obviamente, no soy como
Ninguno de aquellos tejedores de palabras
Que tejen sus trajes y sus carreras
Su gloria y su orgullo,
Aunque me mezclo con ellos
Y ellos observan mis palabras como si fueran
sweaters:
“¡Qué bien vestida que estás! “ dicen;
“¡Ese poema te queda tan bien!”
Siempre inconscientes
De que los poemas no son mi vestimenta,
Sino mis huesos-
Extraídos dolorosamente
Y colocados alrededor de la carne como un caparazón
Siguiendo el ejemplo de las tortugas
Que se las arreglan para sobrevivir de esa manera
Por largos y desdichados
Siglos



Ana Blandiana (Rumania)
Publicado en Poem Hunter    
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

lunes, abril 17, 2023

Un poema de Noé Stern

Entierro de Modigliani



Italianos, franceses, españoles, judíos de Polonia.
Artistas , gendarmes, meretrices, chiquillos, tenderos.
Callejuelas retorcidas, bulevares, cielos y nubes.
Levitas de cocheros, vestidos de seda, trajes de etiqueta, andrajos.

Risas, gritos, silencio, sollozos, peleas.
Gris, rojo, negro, gris, negro azul.

El esqueleto seco del cadáver bajo el haz de las flores que refulgen.
Los sobrevivientes de Espinoza, los videntes, los canijos , los faltos de todo.
Los hijos de las proezas de Villón , los vividores, los delincuentes, los que escriben poesia.

Las sombras de Chaucer de ojos claros, los adúlteros, las monjas.
El torrente inunda la calle, de la carretera lisa al campo de hojarasca.
El torrente barre a Modigliani del otoño de este mundo.


Noé Stern (Lituania)
Publicado en "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos ( 33 poetas suicidas"). Ediciones De los lunes (1989)

lunes, abril 10, 2023

Banderas rojas

Banderas rojas




Nunca hagas a un lado las banderas rojas:

cuando no menciona a sus hijos
cuando habla de una médica que lo llama, corta y llora
cuando no cuenta nada de sus primeros amores
pero sí detalla en dónde y cómo invierte sus ahorros
cuando te hace una llamada de dos horas
y no podés intercalar una palabra porque monologa
cuando opinás y te dice que no sabés
curiosamente en el tema de tu experticia
cuando se ofende porque no lo invitaste
a trabajar en tu casa
apenas una semana después de haberse conocido
cuando te habla para saludarte el día de la mujer
pero rechazó tu invitación un mes atrás
porque no era mandatoria
cuando te habla de valores y de confianza
y se lamenta todavía
durante la larga caminata
de los cuernos que le puso la ex

lunes, marzo 20, 2023

Una canción de Deolinda

 Si sabré de esto...







Movimento Perpétuo Associativo


Canta : Deolinda Composición: Pedro da Silva Martins Agora sim, damos a volta a isto! Agora sim, há pernas para andar! Agora sim, eu sinto o optimismo! Vamos em frente, ninguém nos vai parar! -Agora não, que é hora do almoço... -Agora não, que é hora do jantar... -Agora não, que eu acho que não posso... -Amanhã vou trabalhar... Agora sim, temos a força toda! Agora sim, há fé neste querer! Agora sim, só vejo gente boa! Vamos em frente e havemos de vencer! -Agora não, que me dói a barriga... -Agora não, dizem que vai chover... -Agora não, que joga o Benfica... e eu tenho mais que fazer... Agora sim, cantamos com vontade! Agora sim, eu sinto a união! Agora sim, já ouço a liberdade! Vamos em frente, e é esta a direcção! -Agora não, que falta um impresso... -Agora não, que o meu pai não quer... -Agora não, que há engarrafamentos... -Vão sem mim, que eu vou lá ter...

lunes, marzo 06, 2023

Esa rara cortina de seda


El verborrágico
esa tarde
se ufanaba de todo lo que había conseguido.
Ametrallaba con palabras y ella sobrevivía
porque tenía siglos de haberlas esquivado.

Oh, silencio, esa rara cortina de seda
que todo lo resguarda,
¡dame un respiro!


Ella comentó que le gustaba visitar los museos.
El contestó que solo conocía uno:
como un endoscopista había atravesado
su estómago y sus intestinos.
Los equipos de seguridad se instalaban en pocas horas
y el director terminó felicitándolo
por la rapidez
con la que había diagnosticado
los síntomas de debilidad de la institución.

En menos de un segundo
el arte fue aniquilado
por el frío engranaje de la mecánica
y la transacción comercial.


El amor
                   quizás
                                    también