Ella escribe con el dedo su nombre en el cristal
(Zoé Valdés- Vagón para fumadores)
No hay un gong que suene irreverente
que diga ahora entre sonrisas frías
debes caer en sus brazos
La palabra es un punto esencial de este mundo extravagante
Está prohibido callarse
aunque también es un derecho
dejar la boca semiabierta
A veces para apagar el fuego
ella escribe su nombre breve en el cristal ahumado
deseando que el tiempo pase para acorralar las penas
se echa a cuentagotas la niebla en la mañana
para no ver las luces
el sol es un contacto amargo
si no sale de su boca
Ella dice
con la primera costilla nací de él
Nací con él al inicio de los tiempos
Sólo que ella lo supo años más tarde
mirándose los pies descalzos
desnudos ya los pechos
sin ombligo
pura desmesura
En la pequeña mano se deslizan verbos
que duermen sueños justos
amar desear gozar sentir
beber libar chupar tener
y en el papel escribe
poemas ciertos y también monstruosos
de nada de eso puede desdecirse
En el cristal por cierto es más efímero
aunque ella quiere que sea para siempre
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