Venida a menos, envejecida, la cantante va, como invitada especial, al show de la estrellita.
-Nunca estuvimos peleadas - dicen ambas, para que el público no desconfíe.
Antes de subir al escenario la cantante apaga su tea, sabe que no puede legarla, porque ese fuego sagrado es intransmisible.
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