Aunque pasamos por el portón de los bomberos y después los vemos andar por la avenida, no apago fuegos. Los enciendo.
Una idea trae la otra, y una pregunta intenta respuestas.
No lo sé todo, Mauri. Pero puedo hacer que sientas que lo sé.
Hasta que pronto crezcas y pases la altura de tu tía, que te explica del hombre de anteojos que veíamos pasar con papá por Villa Crespo, y su piano vacío, y una flor roja representando la ausencia.
Tendremos suerte, dice León en su canción, si conjuramos su nombre. León, como ese apellido que alguna vez tuvimos, en otro continente.
Quizás es cierto que todo nombre es un sortilegio. Un meteorito que cayó en la distancia para explotar de colores en la tierra. Como esa piedra tornasol que abrazaste a mitad de la jornada y que te hizo gritar: ahora soy rico.
Una idea trae la otra, y una pregunta intenta respuestas.
No lo sé todo, Mauri. Pero puedo hacer que sientas que lo sé.
Hasta que pronto crezcas y pases la altura de tu tía, que te explica del hombre de anteojos que veíamos pasar con papá por Villa Crespo, y su piano vacío, y una flor roja representando la ausencia.
Tendremos suerte, dice León en su canción, si conjuramos su nombre. León, como ese apellido que alguna vez tuvimos, en otro continente.
Quizás es cierto que todo nombre es un sortilegio. Un meteorito que cayó en la distancia para explotar de colores en la tierra. Como esa piedra tornasol que abrazaste a mitad de la jornada y que te hizo gritar: ahora soy rico.
1 comentario:
"todo nombre es un sortilegio"
surealismo mágico tu prosa...una continuación de la "balada para un loco" con la tinta de hoy ,el contorno ingenuo de Mauri y lo narrado tropezando con el gran León...música maestro!!
me encantó
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