(Graciela Bidolegui)
Tomé el taxi en el barrio. ¿Pero cuál es exactamente mi barrio? Es un límite, impreciso, entre Parque Chas y Villa Ortúzar. El mapa de la ordenanza municipal dice, que en verdad, es Parque Chas, pero yo nunca digo que vivo en ese barrio por temor a que nadie quiera entrar. Ya se sabe, un lugar repleto de calles circulares y una sola diagonal es el sitio adecuado para perderse. Tampoco digo que vivo en Villa Ortúzar. Desde chica, mis amiguitos se reían pensándome bajo un rancho de chapas y sin agua, y algunos adultos , sabelotodos, manifestaban “ ah, ¡pero si se trata del lugar donde está el observatorio meteorológico! “. Yo no los desmentía , para qué desilusionarlos, si bien es conocido así, dicho observatorio se encuentra instalado en una facultad en el Barrio de Agronomía.
Tomé el taxi en una calle de mi barrio. Le indiqué mi destino. Recorrimos el Pasaje Del Temple, la calle Torrent y la Avenida de los Incas. Antes de llegar a Triunvirato le pregunté al conductor si conocía el camino. “Vivo de esto”, me contestó. Allí me percaté de que el reloj estaba apagado. Se lo hice saber. “¿Tiene idea de cuánto cuesta el viaje hasta allí?” le pregunté. Me miró por el espejo retrovisor, sopesaba la respuesta, fue pensando el número a medida que observaba mi ropa, la expresión de mi cara, y obviamente teniendo en cuenta que llevaba una valija. “60 pesos” me dijo, con tranquilidad. “¿Me lo dice en serio?” exclamé asombrada. “Por supuesto”, agregó, con tono de burla. “Me bajo aquí”, y salí del auto apurada, imaginando que se escapaba con mi valija. Abrí el baúl y la cargué. Pesaba mucho, me fui alejando por Avenida de los Incas, hacia Triunvirato, me ladeaba, no estaba acostumbrada a tanto cargamento. El conductor quedó con el auto detenido, en medio de la calle, me gritaba que era una loca, y un grupo de curiosos se fue acercando a él y lo rodearon. Yo no me di vuelta, seguí avanzando, me inclinaba para un costado, hacía mucha fuerza. De pronto la valija se abrió, quedó a la vista de todos . La valija estaba vacía.
3 comentarios:
Gran Final..!!!
Me leí tu relato tan vivo, Myriam.
Si le hubieras pegado con tu maleta al taxista de seguro no le habría hecho cosquillas. Fue grandioso el escape.
Besos
d´molotov
el relato de "el viaje" me gusto. Y me sorprendio gratamente que hubieras utilizado la imagen de mi cuadro para ilustrar el mismo. Si, soy Bidolegui ,la autora.saludos,graciela.
Hola Graciela! Me alegra que te haya gustado el relato, en general lo mío es la poesía. No sé cómo se llama tu obra-no le encontré el título- por eso no la puse. Me encantó la imagen, esa mujer que parece desarmarse, y esas otras manos de las cuales nada se sabe...
Te agradezco la buena onda! Y felicidades!
Publicar un comentario