Nunca le pasaría a los indios
El césped-todavía húmedo desde la lluvia de la
tarde. Cada pequeña brizna de hierba devuelve con persistencia las gotas al
cielo.
Habiendo escuchado sutilmente este diálogo
inofensivo, fracasamos en advertir el ocaso-inmediatamente estuvo allí, entre
dos tazas de té.
Las nubes se despejaron y yo te invité a salir y
mirar las estrellas conmigo.
Poco sabemos sobre ellas pero eso no va a reducir el
placer de observarlas.
Luego continuamos bebiendo té en el porche.
En el suelo- como una billetera vacía, una rana
aplastada. Parece que la traje en la suela pegajosa de mi sandalia. No escuché
nada (como si la muerte de una vida debiera ser audible).
Nunca le pasaría a los indios, dices, ellos caminan
descalzos por respeto a los seres diminutos.
No caminaré el jardín nocturno nuevamente, decido.
Por qué no escribir un poema sobre esto, agregas
habiendo terminado de leer
una colección de poesía china antigua,
Pero el punto es, cómo escribir un poema sobre una
rana aplastada
por respeto a los poetas chinos?
Miroslav
Kirin (Croacia)
Traducido
al inglés por el propio autor
Traducido
al español por Myriam Rozenberg
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