La segunda semana de mayo
Qué compraremos con el dinero de Judas?
Quién vivirá en la casa de Hitler? Qué
haremos con este velo robado
a la novia asesinada, esta
sábana hurtada al niño durmiente?
Compraré caramelos, dice la querida.
Creceré aquí, la prímula canta.
La levedad de la seda en una brisa
Qué compraremos con el dinero de Judas?
Quién vivirá en la casa de Hitler? Qué
haremos con este velo robado
a la novia asesinada, esta
sábana hurtada al niño durmiente?
Compraré caramelos, dice la querida.
Creceré aquí, la prímula canta.
La levedad de la seda en una brisa
perfumada, blanda
como cashmere, rosa pálido.
Dónde podremos construir
como cashmere, rosa pálido.
Dónde podremos construir
la casa de la primavera,
la única construida
en una clara conciencia, la única
en la que ningún inocente
civil ha sido muerto jamás?
Sí, imagina.
Cada día
en una cocina limpia, cada noche en una almohada
la única construida
en una clara conciencia, la única
en la que ningún inocente
civil ha sido muerto jamás?
Sí, imagina.
Cada día
en una cocina limpia, cada noche en una almohada
Puritana.
Pero es Mayo, y la lila
Pero es Mayo, y la lila
susurra a la wisteria,
La sombra de quién usaré
este año en la fiesta de estudiantes?
La chalina blanca de quién
cosida desde la última respiración de una virgen
es ésta?
La sombra de quién usaré
este año en la fiesta de estudiantes?
La chalina blanca de quién
cosida desde la última respiración de una virgen
es ésta?
Laura Kasischke (Estados Unidos)
Publicado en Michigan Today Poetry
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
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