No voy a irme todavía
la casa es grande
cruje la madera y tengo que arreglarla.
Podría marcharme por las rutas
detrás de las estrellas y tus muslos
pero me atrapan la noche silenciosa
los gritos convulsivos de mi hermano
la rutina que me asedia con su desesperanza.
No puedo irme aún
detrás de la gordura de mi madre
está su amor
y su propia destrucción.
Ese peso es el vínculo fuerte que me ata.
Cuando ella muera
la casa será fuego y será tumba.
Entonces sí
partiremos con mi hermano
a rodar por los caminos
hacia instantes que traigan
cenizas más livianas
hasta que todo se haga simple
y respirable.
3 comentarios:
Este texto es muy bueno.
Sabes que estuve aprendiendo de tu blog para poner música en el mío, me llevó un tiempo pero lo conseguí.
Chao Myriam
Myriam, me encantó este poema. Me lo llevó a mi blog...
Un abrazote
"Cuando ella muera.." todo um passado não se vai todavia por que já estamos tão viciados pelo medo, que não arredaremos os pés do lugar.
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