De la sombra se espera solamente un regreso.
Cruzo las vías de ese tren
para arrancar las amargas hierbas de la historia.
Si subo esa escalera
voy a destruirle al hombre su dolor
el párpado verde que hace cerco.
Yo sé que hay cosas suyas y mías que están lejos:
lo que no soy
lo que no es.
Enredada
su marcha
con mi boca
no hay nada que decir.
La palabra no es el ansia de esta hora.
Así transcurre el ritual de cada viernes.
Él llega con tanta exactitud
hambriento.
Yo entro al sábado
como Dios manda
como se debe:
prendiendo velas.
2 comentarios:
Bendiciones para este 2009!!
Beatriz
como siempre...bello Myriam!
felicidades y besos!
Laura
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