....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

domingo, noviembre 27, 2022

Un poema de Krzysztof Jaworskin

Las consecuencias irreversibles de la rusificación

 

Las lecciones de ruso comenzaban temprano,

tan pronto como entrabas a la escuela primaria.

Las lapiceras Zenith 5 eran gran furor en ese entonces.

Le rogué a mi madre tener una.

Más tarde, me senté en mi pupitre, complaciendo mi inclinación

de desenroscar y enroscar mi Zenith 5.

Tanto que conocía de memoria la mejor de sus fibras.

Podía desarmarla y rearmarla al mismo tiempo, incluso debajo de mi pupitre.

Aun con mis ojos cerrados.

Una vez, por descuido, me pasó de disparar el resorte,

que llegó muy alto en el aire,

hacia el boletín informativo que contenía a Dzerzhinsky, y aterrizó

en el medio de la clase, tan débilmente como Gagarin,

por lo que recibí una reprimenda.

El tiempo pasó.

Incluso cuando pasé un tiempo difícil con el idioma ruso.

Y aun cuando tuve que abandonar la escuela.

Hasta el día de hoy puedo desarmar y rearmar al mismo tiempo una Zenith 5

con mis ojos cerrados, extasiado, como

un agente secreto en una misión para matar al presidente.

Tengo cuidado con el resorte.

 

Krzysztof Jaworskin (Polonia)

Publicado en Plume Poetry 

Traducido del polaco al inglés por Benjamin Paloff

Traducido del inglés al español por Myriam Rozenberg


viernes, noviembre 25, 2022

un poema de Hagar Peeters

Incluso el viento tiene opinión

 

El viento piensa

que se ha visto suficiente

de toda esta vida en el aire

y le pide ayuda a la tierra

pero la tierra se niega.

 

Ya pertenece, dice la tierra,

a alguien o a otro

mientras que el viento todavía es libre.

 

El viento es libre, responde el viento,

porque no tiene nada que ofrecer.

 

Hagar Peeters (Países Bajos)

Publicado en The Loch Raven Review 

Traducido del holandés al inglés por Judith Wilkinson

Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

lunes, noviembre 21, 2022

Un mercader ofrece

En el shuk

un mercader ofrece

trescientos camellos por una extranjera

 

Los camellos chillan

 

En la ciudad 

el suelo es de alquitrán

- es una palabra árabe

que no deja entrever

la sabiduría de los sabios sufíes-

 

¿Cómo hablar con los ángeles

y los genios trashumantes

si no bebemos su alma

en los mundos intermedios?

 

Si nos dieran a elegir

preferiríamos 

cabalgar vientos

y soportar beduinos

enamorados como tontos


domingo, noviembre 20, 2022

para quien sabe observar




"La vida, sin embargo, es una cosa muy curiosa, para quien sabe observar entre la medianoche y las tres de la madrugada"

 

(Escena de la película "Le quai de brumes" de Marcel Carné protagonizada por Jean Gabin y Michèle Morgan)


sábado, noviembre 19, 2022

las tantas vidas

En ciento veintisiete años

Sarah vivió muchas vidas

 

(en alguna de aquellas yo lo conocí)

 

sentada en esta silla frente al río

dejo de sangrar

me encuentro preparada

 

si el ángel pasa

me autoconcibo

 

me faltan setenta

me faltan siete

-¿setenta veces siete? –

 

cuánta agua habrá de correr


sábado, noviembre 12, 2022

lo desconocido



Valentina: - Siento que algo importante está sucediendo alrededor mío. Y me asusta. 

(De la película Rouge de Krzysztof Kieslowski) 




[Hasta el día de hoy...]

Hasta el día de hoy

los chinos tuvieron el monopolio de la cuadra.

Como a la noche mantienen las puertas abiertas

para aquellos que sufren de recuerdos tardíos

se permiten cerrar para dormir la siesta.

Solo los poderosos ostentan ese privilegio.

 

Pero lo fortuito teje diseños imprevisibles.

 

Un valiente toro español acaba de instalarse

entre aquellas góndolas orientales

y nuestras necesidades.

Se pavonea bien torneado

porque sabe que tiene el apoyo de toda una península.

 

Los chinos no entienden de tauromaquia.

 

Aunque en sus bocas se despierta un milenario jian

que deja las vísceras del destino expuestas

en plena avenida

como una alarmante advertencia.

 

[ Otra vez en el crucero ...]

Otra vez en el crucero

la gente tose y desconfía.

El mar es una frontera vacilante

que no apacigua

 

Ay, noviembre,

no permitas

que inaugure una cama

en el oscuro fondo de la tierra

 

Dile a diciembre

que me deje volver

a la rutina

                   que mata

                                        de                        a                              ratos

lentamente