....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)
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sábado, enero 13, 2024

Un poema de Homero Aridjis

El ojo de la ballena


Y Dios creó las grandes ballenas.
Génesis, I, 21


A Betty



Y Dios creó las grandes ballenas
allá en Laguna San Ignacio,
y cada criatura que se mueve
en los muslos sombreados del agua.

Y creó al delfín y al lobo marino,
a la garza azul y a la tortuga verde,
al pelícano blanco, al águila real
y al cormorán de doble cresta.

Y Dios dijo a las ballenas:
«Fructificad y multiplicaos
en actos de amor que sean
visibles desde la superficie

sólo por una burbuja,
por una aleta ladeada,
asida la hembra debajo
por el largo pene prensil;

que no hay mayor esplendor del gris
que cuando la luz lo platea.
Su respiración profunda
es una exhalación».

Y Dios vio que era bueno
que las ballenas se amaran
y jugaran con sus crías
en la laguna mágica.

Y Dios dijo:
«Siete ballenas juntas
hacen una procesión.
Cien hacen un amanecer».

Y las ballenas salieron
a atisbar a Dios entre
las estrías danzantes de las aguas.
Y Dios fue visto por el ojo de una ballena.

Y las ballenas llenaron
los mares de la tierra.
Y fue la tarde y la mañana
del quinto día.


Después de un viaje a Laguna San Ignacio,
1 de marzo de 1999


Homero Aridjis (México)
Publicado en Cervantes virtual

sábado, julio 08, 2017

un poema de Sergio Mondragón

Después de un poema de Hector Yánover
                                                                                    a Elías, profeta


yo no sé cantar pero sí sé que tienes que llegar
sé que eres el huésped más esperado y que estás a la vuelta de la esquina
a un paso del ojiva de mis actos
sé también que debo tener los fuegos encendidos para cuando llegues
subirán entonces los inciensos por los corredores de la cabeza
y el rocío blanco ritmará a la puerta de mi casa
a ti te han anunciado todas las voces y todos los veleros
cada noche te canta y cada día estalla por tu sol
yo no sé cantar pero los reflejos de tu barba polar me han acuchillado
cada segundo de mi corazón me toca el amor de tus palomas
y ofrendo por eso mis deseos y promesas de ciervo desterrado
y mis suspiros que laten en la boca de las piedras

pero aunque no sé cantar sí sé que debo retomar los cabellos de maíz
de mi larga costumbre de vivir enamorado,
arrancar el furioso ladrido de las bestias
y entregar las cisternas de mis ojos a la inundación de las mareas
para poder zambullirme algún día en el alumbre de tu capa
para dialogar con el ave surcadora de savias
con el ave que canta en tu espalda de adán regocijado

¡poder respirar la manzana auroral en el ojo de la Tierra!



Sergio Mondragón (México)
Publicado en el iibro Poesía y libertad (Editorial Fundación Ross)

miércoles, junio 14, 2017

dos poemas de Alejandro Tarrab

la familia (recuerdo XV-VIII-XXV)

la familia se congrega
tiende su delgado hilo negro
hacia una extensión que desconoce
la sangre y la imagen que estaba en la sangre señor

conviene retirarse delicadamente
del recuerdo- árbol
el tallit con sus cinco nudos en cada uno de los ocho filamentos


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familia (recuerdo VII-VII-LXXXVIII)

congrega alrededor de la sangre
sangre vertida señor como un todo

congrega al interior de la nave
—el oratorio o la página
que es también el cuerpo rotundo
inmóvil—

antes ya las mujeres habían preparado café
pasando los granos por el molino
arremangadas ante el fuego- aire
un incendio pequeño de palabras

(salvo excepciones naturales
ellas no aparecen en la imagen
aunque están bien representadas
por los faldones por la nave
que es el vientre)

la familia se congrega
tiende su delgado hilo negro
hacia una extensión que desconoce
la sangre y la imagen que estaba en la sangre señor

conviene retirarse delicadamente
del recuerdo- árbol
el tallit con sus cinco nudos en cada uno de los ocho filamentos



Alejandro Tarrab ( México)
De su libro "Litane" (Bonobos Editores)

miércoles, agosto 21, 2013

poemas de Elva Macías

 
 
Los pasos del que viene

I
Danza nocturna de cascos en la piedra,
el joven Wang
cabalga con la lanza de su padre
a la primera cacería.
Ah, tal es su suerte,
cacería inicial:
un jabalí de presa
y el murmullo del grillo.


II
En la tribulación,
en la discordia,
mis dos hermanas no fueron desposadas.
La más joven murió
y la mayor no tuvo quien prodigara su soledad
con versos y canciones.
En mi vieja habitación
el viento entró para llevarse
el dolor que ya no me pertenece.


III
Murió sin fin
la vieja Low Yan
amenazada de ser eterna errante:
carecía de deudos rezadores.


IV
Quién fuera aquel que se perdió en las dunas,
a quien el sol tomó en un abrazo.
Kuan Yin, de rostro femenino,
Lun Yi, mis reducidos pies...
Se fue rayando el Gobi
sin tributarme más que este delirio,
aceptada condena.

Ay, el lamento de mi voz.
¿En dónde estuvo el volumen de mis ojos?
Aquella tarde me creí ciega.
La melodía cesó.
Ya no está aquel que volvía por las tardes
con la presa en las manos.
Ya no canta Sun las seis canciones.
Errante, en el vino y la flor,
no supo contenerse en mi mirada.
Ay, el dolor que me dejó.


V
Paseo la mirada por el estanque,
como un pez dorado lo recorro.


VI
En el té de jazmín
dejo mis ojos.
En el tazón que humea
y se apacigua
dejo mis ojos de mañana.
En el aroma de ayer
que tiene un sorbo,
en la porcelana de los días festivos
dejo absortos mis ojos.


VII
Entre mariposas
y sauces bien nacidos se desliza:
hoja desprendida en el estanque,
y es el agua una tibia limadura


VIII
Olor de insectos es el pozo,
tan sólo dije ah...
y la humedad arrebató mi voz.


IX
En la terraza
las aves duermen
cubiertas con suaves lienzos.
Mi soledad es una pequeña ciudad sitiada.


X
Nada se agita en este verde prado.
Ni la melancolía por el guerrero más audaz,
ni la precisión de Li Jua
en su lenta gimnasia.
Su cuerpo,
una estatuilla,
un dios sin pretensiones.
Inicia un solo movimiento
tapando la luna con la mano.
Mansión de mármol es la luna.
La otra mano se une
acariciando la esfera,
jade blanco en sus largas uñas.
Una pierna se contrae,
lenta pesquiza,
sus brazos se prolongan
en languidez de pesos desiguales.
Un violento virar
desde su planta lo sacude
pero no altera el ritmo
del paisaje.


XI
Toma la voz del grillo
que durmió el verano en mis solapas.


XII
Escribo a Chan Min Shu
un poema de despedida.
Pekín está cubierto de nieve,
ella pinta perdices,
las perdices escriben en la nieve.


XIII
Interrupieron mi labor
mínimos matices
modificando el tedio.
Desde mi regazo
las cuentas se dispersaron,
rodaron hasta la ofrenda última del día:
de inciensos y oraciones
cubro su partida,
se torne seda la muralla
a su paso,
notas de dulzaina
su regreso.


XIV
Anticipo mis pasos
al canto de las primeras aves,
un rumor se agranda
en el envés de las hojas
y en el trajín de los insectos.
Al amanecer,
el puente de piedra indaga
sobre viejos exilios
y mi alma deja de ser un filamento.


XV
Ceremonia al despertar el año.
Ruido de cigarras prisioneras
anuncia los pasos del que viene.
De estandartes y signos precedido,
precedido también de sacerdotes y letrados,
capitanes bajo la púrpura del palio.
En ese prisma del tiempo,
en esa furia
marcada de batallas,
su figura se mueve
con el paso suntuoso
de un pavorreal a punto de iniciar la danza:
Tsao-Tsao, general y señor de las cosechas
y el buen vino.



Elva Macías (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/elva%20macias-174.pdf
 

miércoles, julio 24, 2013

un poema de Thelma Nava

Mujer inconveniente

Definitivamente no, señora mía,
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros
abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas
y espera con la crema puesta la cuota semanaria del
amor.
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido
como lo hago yo
tranquila y resignadamente con usted.

Thelma Nava (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/thelma%20nava-175.pdf

domingo, junio 30, 2013

un poema de Enzia Verduchi

Señora Lexotan

Qué son seis miligramos
tres veces al día si con ello
se pueden anestesiar los sentimientos,
si controla la ansiedad del todo.
No ríes, no lloras, no percibes
ni el principio ni el fin del mundo.
Basta con abrir la boca:
el ama de casa no es indecisa
ante la gama del supermercado;
los adúlteros no discuten
la orfandad en el tálamo;
nada agrede al taxista
sólo el alto que obliga el rojo.
Señora Lexotán, con usted
no hay cabeza que perder.


Enzia Verduchi (México)
Publicado en http://www.poemaspoetas.com/enzia-verduchi/senora-lexotan
 

miércoles, junio 26, 2013

un poema de Claudia Hernández de Valle-Arizpe

Parque Forest

Ecuatoriano en un sector
español en el otro
marroquí en su explanada central.
Cada flanco una lengua diferente,
una comida distinta, un juego
para éste o aquel: allá el tenis,
aquí el futbol.
Venta de empanadas con azúcar
en el mismo lugar donde hace días
unos inmigrantes mataron a otro.

Ayer llegó la madre desde Quito
a recoger el cadáver.

Hoy domingo una familia come
berenjenas en caldo de tomate.
Con túnicas negras de la cabeza a los pies,
me sonríen las mujeres cuando me detengo
a ver su mantel y sus ollas sobre el césped.
Respira, respiro, y a lo lejos,
detrás de una loma, en el ala norte,

tres muchachas desnudas toman el sol.
En la senda más lóbrega
una pareja de viejos cecea
su eterna queja por este clima
y su odio hacia los moros “que están en todas partes”.

Entre las ramas de los tilos
el despropósito de cotorras trasatlánticas
advierte sobre las imparables,
benditas migraciones.


Claudia Hernández de Valle-Arizpe (México)
Publicado por http://www.revistasincope.com/site/2011/10/18/tres-poemas-%E2%80%A2-por-claudia-hernandez/

jueves, marzo 29, 2012

un poema de Eduardo Langagne

Definiciones

Ella está hecha a semejanza de las cosas que amo.
Se parece a la noche,
o mejor: a una noche sin ausencias.
Ella es exacta.
Cuando la noche escurre, su cuerpo se humedece.
Me permite trepar por mis temblores
y agitar su nombre desde la oscuridad.
Ella es irrepetible.
Nació en las piedras donde empieza mi desorden.
Donde Habita el Cangrejo.

Eduardo Langagne (México)
Publicado en http://fuentes.csh.udg.mx/CUCSH/argos/antologi/langagne.htm

domingo, febrero 26, 2012

un poema de Carmen Boullosa

El hilo olvida



El hilo olvida,
pierde la memoria que le dicta la postura de sus hilazas y se descompone.
No sabe cómo curvarse para tener la forma del carrete.

El hilo se deshila y entra, indócil, como traspasando
el filo de un grueso cuchillo, en la sabana densa,
en las guías de las hojas del guayabo, en el tallo tranquilo
que se convierte en raíz sin subordinarse, silencioso
y tenaz hasta alcanzar la caña, hasta ser la húmeda tierra.

Pero no es de ti de quien debo hablar sino de la sorda persecución
que he proseguido hoy de mi oído a mi otro oído.
De oreja a oreja corro cuando llego más lejos.
La sorda persecución de la cólera.

Y tú duermes.
Descansas simulando agitar con tu respiración el viento.
De oreja a oreja corro;
nada puede detener mi marcha; nada la olvida.
Y no escucho la única palabra que podría detener este
silencio desflorado.

(Tú duermes.
Acaricias el borde de mi cuerpo,
simulando.)

De oreja a oreja.
Nada puede traspasar un silencio que de oreja a oreja
corre protegido por el pabellón vegetal de su sordera.


Carmen Boullosa (México)
Publicado en
http://www.poemasde.net/el-hilo-olvida-carmen-boullosa/

sábado, febrero 18, 2012

un poema de Juan Bañuelos

El mapa

He mirado la patria largamente.
Se le nota tristeza hasta en el mapa.
Las personas mayores nos explican
que es libre, sin acecho atentísimo de zarpas.
Y a punto estuve de quedarme ciego
porque a la patria la oscurecen llagas,
la pisan botas, se le cierran puertas:
necesaria prisión con calles vigiladas.
Con el sudor de todos levantamos la espera,
pues no hay dolor que dure lo que dura una mancha.
Que sabemos de noches, de sentencias, amigos,
pero también sabemos que llega la mañana.
Despertemos, seamos el metal derretido,
lo que quiera la sed, la tierra trabajada,
lo que quieran las piedras, la sencillez del huerto,
lo que pidan las llamas,
en fin -al fin- la piel abierta en surco.
He visto largamente el mapa.
Pensé en mis hijos. Duele. Y eran todos los niños.
Fui deletreando el nombre de la patria
mientras buscaba dónde, dónde poner los ojos.
Y recordé de pronto algo que sangra:
Mexicano de tierra ensalinada,
desollado haraposo,
comedor de la noche y de las hojas,
catástrofe de costa a costa,
ando buscando a un pueblo,
ando buscando a un pueblo.
Habla.

Juan Bañuelos (México)
Publicado en http://fuentes.csh.udg.mx/CUCSH/argos/antologi/banueloj.htm

miércoles, noviembre 23, 2011

un poema de Aline Pettersson

Estofado


¿Y cómo hablar del sencillo placer
del tiempo que se dilata
en la cóncava oscuridad
del barro?

¿Y cómo del crepitar
de la cazuela
anundando fragancias y texturas
al calor de su fiebre?

Suave borbotear de transparencias,
matices,
sabores,
el espesarse lento de los jugos en la oquedad
donde arde la vida
que será transfigurada.

El blanco iridiscente en la cebolla,
el manto de cobre
que arrebuja a la zanahoria
en su danza.

Y las negras esferas de pimienta,
y la carne sellada al rojo vivo
con adorno de laurel
y de hinojo.

El humo se eleva por los aires,
se cuela por la nariz palpitante.
La boca se humedece,
anticipa el deleite

que mi manos
-cumplido su oficio-
dejaron al tardo transcurrir
de este tiempo de fuego.

En torno al viejo encino de la mesa,
yo y mi madre y mis hijos y sus hijos
en sosiego esperamos.

Pero mi hambre es tan agónica
y tan ávida la sed
que mientras arda la vida,
mientras aliente su fuego

jamás podrán saciarse.


Aline Petterson (México)
Publicado en http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=580&Itemid=82

jueves, octubre 06, 2011

un poema de Maricruz Patiño

A propósito de Justine

... dice Durrell que la pareja
es un animal bicéfalo
por eso yo
prefiero andar a solas con mi propio cuerpo
yo se que
el beso casto enloquece a las bestias
haciéndolas bramar
Y eso es hermoso

Lo mejor sería
un solo cuerpo sin cabeza
un corazón radiante y bueno
que pueda sublimar el recuerdo salado
de las futuras lágrimas, digo
cuando los cuerpos vuelvan a sus cabezas
y se digan adiós

Sí, inventar un espejo de cuatro dimensiones
en el que reposar despiertos
haciendo el amor en otro mundo.

Maricruz Patiño (México)
Publicado en http://mujerespoetasdemexico.blogspot.com/search/label/maricruz%20pati%C3%B1o

lunes, octubre 03, 2011

un poema de Lizbeth Padilla

De sirenas y engendros


Las manos pesan más que los días
pesan las coyunturas de cemento
el vientre reventado de hijos
los hijos hartos de su madre
Una pared de piedras en desorden
el barril de aguardiente
los hombres rascan madera de mujer
no encuentran la traición la inventan
ellas astutamente imbéciles ceden al darse
Lascivia necesidad de carne entre los dientes
La mujer hace al hombre
lo talla con murmullos de sirena terrestre
llegan de lejos desde siempre
apresuran la madurez en sus pezones
suavizan la espalda curvan la cadera
para reencarnar en criaturas
Oscilan entre dos aguas
Danzan el ritual del trastorno
orgullosas del canto fruto de los abismos
máscara de ningún rostro hechiceras del mar
tejedoras de lamentos
La sirena se arrastra entre los hombres
mordisquea el sabor
Ante el madero ardiente la mano se levanta
los vientres abultados conchas de engendros
se vacían paren seres enfermos sudor de Dios.


Lizbeth Padilla (México)
Publicado en
http://www.alforjapoesia.com/monografico/contenidos/monografia_28.pdf

sábado, septiembre 11, 2010

un poema de Carlos Conde

Habría que limar los versos

y despojarlos de frases hechas
de metáforas inaprensibles
Pasar encima el filo del cuchillo
y rasurar el texto
palabra por palabra
Purgarlo de adverbios y adjetivos
Deshacerse luego
de núcleos nominales
podar estas líneas
hasta abstraer en los trazos de las letras
alguna forma vaga de caléndula
y tal vez entonces
Ninfa
tu belleza vendrá para habitar la página

Carlos Conde (México)
Publicado en http://www.omni-bus.com/n28/antologia.html

miércoles, julio 07, 2010

aforismos de Adolfo Castañón



Aforismos



HAY DOS PLATONISMOS en la lengua. El de los platos y el de las ideas, el sabor y el saber.

*

AL SEDENTARIO le queda del viaje la lengua que lleva de fuera y entonces escribe por sabor.

*

CUANDO EL SABOR te agrie el paladar, abre la boca, saca la lengua, rómpete la cabeza.

*

LA LENGUA o es una melindrosa nostálgica o es una aventurera. Cuando nostálgica es dogmática, provinciana y sedentaria; aventurera, va en pos del sabor al garete, ávida, nómada, curiosa.

*

LA COCINA ES UN PLACER de diplomático frustrado.

Las guerras o alianzas que no han podido impedir en la mesa de negociaciones las promueve como delicatessen.

*

CUANDO UN HOMBRE trabaja con demasiada frecuencia en la cocina es que está cocinando a su mujer.

*

PAN Y CIRCO se resuelve intra-muros como sexo y comida: el mal sexo es como harina cruda; el bueno siempre es recalentado.

*

SI UN HOMBRE y una mujer preparan juntos una comida, al terminar pueden prescindir de comer y de copular. Pero si no la han preparado juntos, pueden comer y copular porque de todos modos nunca estarán satisfechos.

*

AMAR Y COMER al mismo tiempo sólo es una modesta perversión insignificante comparada con la de acariciarse y guisar.

*

HAY DIVERSAS CLASES de fetichismo. Ahí están, por ejemplo, quienes cocinan con guantes.

*

QUÉ DECADENCIA: nos quejamos por un pelo en la sopa en vez de pedir más.

*

PORQUE TE DESEO ya no te seguiré besando: un amante de veras se levanta con ganas de otro poquito.

*

HAY QUE COMER LOS FRUTOS en temporada; la carne, en fuego.

*

EL AVORAZADO puede empezar un banquete por el plato fuerte. Como no discrimina, le resulta fácil conciliar postres y bocadillos.

*

LA ENSALADA es como la castidad: verduras frescas, una parte de vinagre por otra de aceite.



Adolfo Castañón (México)
Publicado en Literal Magazine

lunes, junio 21, 2010

un poema de Carla Faesler

Carnicería



Sangra la carne expuesta entre las moscas
Dentro de las vitrinas

Muestran los cerdos semblantes
Estremecidos hasta el miedo

Y sus ojos son difíciles al ojo

Entro a los olores saturada
Y extiendo el dinero al del cuchillo

Tres monedas mojadas me devuelven sus uñas

Me llevo una cabeza para reconstruir
La oreja, el hocico, la sonrisa.


Carla Faesler (México)
De No tú sino la piedra. Ed. El Tucán de Virginia, México 1999.
Publicado en Las elecciones afectivas-México

domingo, noviembre 30, 2008

un poema de Myriam Moscona

Carta de Naturalización



Las hijas de extranjeras
nacimos con agujas minuciosas.
En tiempos nobles
visitamos museos de París.
Entramos al Louvre a buscar a la Gioconda.
También nosotras crecimos en la adversidad
y sonreímos con rictus previsibles.
Si la guerra nos empujó de otros continentes
un soplo nos condena a duplicar nuestra visión.
Permanecemos a perpetuidad.
Nos debatimos entre estancias y partidas.
Deseamos dar a luz a la intemperie
para que la sangre caiga en tierra firme
hasta que las raíces se pierdan en la historia.





Myriam Moscona (México)
Publicado en Revista Ping Pong

martes, octubre 24, 2006

un poema de Lina Zerón


(Tamara de Lempicka)




Para negar tu amor

Para negarte tendría que cortarme las manos,
pudrirme dulcemente por el sexo…
Sabes cómo odio negarte.
Y odio esta sensación de estar atada a tu cuerpo.
La lluvia de mis ojos es ácida
si tú no la provocas.

Para negarte tendría que matar mis sueños,
apagar la luz casi desnuda de mis párpados
y arrancar tus arlequines miembros
dibujados con magia, con movimientos de lluvia.

Si no estás tú
grito en el teléfono,
te nombro, alaridos doy.
Odio esta orfandad que se apodera de mis sábanas.



Lina Zerón (México)
De "La spirale du feu" . Editorial L’Harmattan.
En A media voz