....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

domingo, noviembre 27, 2011

un poema de Ana Patricia Santaella

Un pájaro visita en noviembre un patio de guzmanas

Sintió en el costado
la fuerza incontenible de la noche,
la trémula venida de lo indecible.
El patio a oscuras,
la oscura maroma del brocal,
y la negritud del alba
sumergida en lo profundo.
Un pájaro se guarneció en la galería,
miró,
la roja retirada de los pétalos,
la cobriza hojarasca,
la enea,
resplandecer por la escarcha.
Acongojado saltó,
al musgo abúlico del pozo,
a las hojas lacias de los Ficus,
a los yermos tiestos del anochecer.
Sintió,
el frío intransigente de lo gris,
el agua incolora de las demoras,
la tierra
sin embargo,
caudalosa del brotar.


Ana Patricia Santaella (España)
Publicado en http://www.andalucia.cc/viva/mujer/antologia/Ana_Patricia_Santaella.pdf

miércoles, noviembre 23, 2011

un poema de Aline Pettersson

Estofado


¿Y cómo hablar del sencillo placer
del tiempo que se dilata
en la cóncava oscuridad
del barro?

¿Y cómo del crepitar
de la cazuela
anundando fragancias y texturas
al calor de su fiebre?

Suave borbotear de transparencias,
matices,
sabores,
el espesarse lento de los jugos en la oquedad
donde arde la vida
que será transfigurada.

El blanco iridiscente en la cebolla,
el manto de cobre
que arrebuja a la zanahoria
en su danza.

Y las negras esferas de pimienta,
y la carne sellada al rojo vivo
con adorno de laurel
y de hinojo.

El humo se eleva por los aires,
se cuela por la nariz palpitante.
La boca se humedece,
anticipa el deleite

que mi manos
-cumplido su oficio-
dejaron al tardo transcurrir
de este tiempo de fuego.

En torno al viejo encino de la mesa,
yo y mi madre y mis hijos y sus hijos
en sosiego esperamos.

Pero mi hambre es tan agónica
y tan ávida la sed
que mientras arda la vida,
mientras aliente su fuego

jamás podrán saciarse.


Aline Petterson (México)
Publicado en http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=580&Itemid=82

sábado, noviembre 19, 2011

trama que se irradia

Es un cuestionamiento narcisista
¿Esa imagen invertida es
la forma bruta
en su esencia
o la reconstrucción
que la mente
en su amplio laberinto
imagina?

Humo que se esconde entre paréntesis
(soy)
esa trama que se irradia
entre el cuerpo
y el espejo.

martes, noviembre 15, 2011

un poema de Alicia Poderti

TRASLACIÓN

Siete gritos
fueron cruz
siete palabras.

(Ya echan suertes
para ver
a quién le toca
la ropa
del que vive
condenado).


Alicia Poderti (Argentina)

viernes, noviembre 11, 2011

II (no vayas al oeste)

II

No vayas al oeste
No abras la puerta que prohibe
No mires el mar
No escuches sus rugidos arteros
como carcajada de hombre
La libertad
es un camino ignominioso
te desconcierta
se expande bajos tus pies
te pierde
El este es el ala rota de los herejes
No puedes disponer
No hay botes que amarrar
ni sótanos donde morir un día
No sopla el viento que ensucie tu cabello

(De la serie inconclusa de Rebecca)

lunes, noviembre 07, 2011

un poema de Kléber Adorno

Pasividad

Fue deprisa,
Un relampagueo indiscreto
Se instaló en mí.

Vino de adentro
Mil años de sabiduría.
Y me olvidé.

Fue deprisa,
Ya dije.
Un relampagueo apenas.


Kléber Adorno (Brasil)
Publicado en http://www.ubebr.com.br/post/poesia/poesias-de-kleber-adorno
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

jueves, noviembre 03, 2011

un poema de Chico Perna

Serpiente de fuego

No saben los hombres
que el fuego consume
así como el agua,
todo lo que ve.
Un corredor de fuego,
una serpiente de llamaradas,
una convulsión de calor y amarillo.
Lo espeso tiembla,
grita,
estalla.
Rápidamente
es consumido.
Los hombres
endemoniados
roban de los dioses el fuego,
y lanzan sus llamas,
quemando lo seco
que brotaría,
lo verde todavía tierno.
Los hombres,
sin escrúpulos,
sin culpa,
sin misericordia,
roban de la naturaleza la vida.
De un lado,
el río,
“serpiente de vidrio”,
navega.
Del otro,
lo espeso,
serpiente de fuego,
sangra.
Los hombres,
señores del fuego,
se burlan de los dioses,
al anunciar su negligencia,
su insensatez,
paseando por las calles anchas de la ciudad,
en sus autos de aire.
Los barrios,
dolidos por abandono,
con sus galles atragantadas de humo,
gimen desolados.
Las casas,
que también gritan,
vomitan el tizne de las hojas quemadas,
el polvo que se propaga por sus balcones,
asistidas por el bochorno de esos largos días.

Chico Perna (Brasil)
Publicado en http://www.ubebr.com.br/post/poesia/cobra-de-fogo-por-chico-perna
Traducido de portugués por Myriam Rozenberg