....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

jueves, diciembre 29, 2011

un poema de Dolors Alberola

Refranero del can

El poema es el mejor amigo del hombre.
Detrás de un gran poeta existe un perro.
París bien vale un ladrido y Edith Piaf es la luna.
Hasta mayo, no te rasques el verso.
No sólo de la gramática vive el hombre.
Más vale canto en mano que aullido en los bares de la vida.
Vine, mordí y vencí. Vino, lamió y triunfó
-el hueso estaba echado-.
Las autoridades solitarias advierten
que la vacunación puede dañar, terriblemente, a la poesía.

Dolors Alberola (España)
Publicado en http://www.andalucia.cc/viva/mujer/antologia/Dolors_Alberola.pdf

domingo, diciembre 25, 2011

un poema de Linda Zisquit

Un Midrash moderno

¿Hemos envejecido
antes de nuestro tiempo
cruzando nuestros brazos
sin una sonrisa
o un pedazo de pan
como monos, nuestros rostros
Irreconociblemente humanos?
Saltamos y aplaudimos
para ser malditos o burlados.
Y cuando hablamos
nadie presta atención.
Y cuando dormimos
Incluso un pájaro puede despertarnos.

Linda Zisquit (Israel)
Publicado en http://bostonreview.net/BR18.1/zisquit.html
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

miércoles, diciembre 21, 2011

un poema de Rachid Khaless

Extracto 2

Del río que, en lo oscuro, roda sus olvidos, amo las piedras y amo más el agua que corre, libre de su camino. Como el líquido que repta viajo a la orilla de una casa violenta donde la luz vendrá a encadenarse. Tengo dudas sobre mi camino, y serpenteo allí donde la razón es línea recta. Lo desconocido es mi cosecha y de mi mano amaso mi cólera y la ofrezco en pan. Nada contradice mis entrañas. Modelo los vientos, pulo las piedras,-las mismas aceradas-, cincelo la arcilla y el aluvión, engaño la ilusión y a las pestañas mismas las maquillo, a la cisura le ofrezco las muletas-¡y me río de eso!- a la muerte le doy, mientras que la noche esposa lo blanco, de mi ladera, doy una línea del horizonte.


Rachid Khaless (Marruecos)
Publicado en http://www.maisondelapoesie.be/textes_et_poemes/textes_et_poemes.php?id=236
Traducido del francés por Myriam Rozenberg

sábado, diciembre 17, 2011

un texto de Paulo Polzonoff

Cosas banales acaban determinando toda una vida de alegría o sufrimiento. Episodios sobre los cuales no tenemos control. Al final, ¿quién puede saber lo que va, o no, ser internalizado por un niño? Tenemos la impresión de que solamente los hechos importantes se amarran a la memoria profunda. Cuando, en verdad, un día cualquiera puede ser determinante.

Esta es la historia de un día cualquiera que fue determinante para mí.

Era el primer boletín de primer grado. Un momento ansiado. Aquel pedazo de papel mediría, con precisión matemática, cuanto aprendí en varios campos del conocimiento humano, desde lengua portuguesa a matemática, pasando por la ciencia. Y , con precisión cromática (marcas verdes, amarillas o rojas) , afirmaría o negaría mi aptitud para la vida en sociedad, diciendo si yo era participativo o si tenía buena conducta por ejemplo.

Siempre fui un niño de buena conducta. Nunca me suspendieron. Nunca pelee.

Pero, por algún motivo, la maestra Tania, de primer grado, halló mejor, en aquel primer boletín, alertar a mis padres de que mi comportamiento en el aula era AMARILLO. No verde, lo ideal, ni rojo, abominable. Amarillo. Alerta. Fue con terror que vi aquel amarillo manchando mi boletín. Mi primer boletín. Fui a hablar con la maestra y ella dio una respuesta evasiva cualquiera. Dijo, probablemente, que yo conversaba demasiado en El aula. Mentira. Hoy sé que Ella probablemente ni se acordaba de mi y completó aquellos cuadraditos amarillos al azar motivada por el cansancio de la noche o una tensión premenstrual.

Cosas banales determinan la vida de las personas.

Llegué a casa y le mostré el boletín a mi madre. Hasta entonces, yo no estaba muy preocupado. Enojado con la injusticia, tal vez, pero no preocupado. Cuando mi mamá llegó del trabajo, más cansada de lo que yo era capaz de comprender en esa época, le entregué orgulloso, mi boletín. Mi esperanza era que ella me elogiara por las notas altas. Pero las cosas banales, marcas amarillas contra un pedazo de papel color rosa, determinan la vida de las personas.

Mi madre prestó atención solamente para mi comportamiento amarillo. Peligroso. Al borde del abismo. Era como si yo fuera un potencial psicópata. Las notas pasaron desapercibidas. Al inicio de esa noche, todo lo que escuché fue que mi comportamiento era horrible, indigno, etc. Pedí disculpas. Prometí mejorar. Pero el daño estaba hecho. Ni la maestra ni mi madrea ni yo sabíamos de eso en esa época.

Dos meses más tarde, el segundo boletín. Notas altas. Y las mismas marcas amarillas en el espacio “comportamiento”. Estaba maldito.

Después de eso, todas las referencias a mi comportamiento fueron buenas. Las notas continuaron altas. Hice de las mías, como todo niño saludable, pero siempre supe esconder mis travesuras mas graves. Crecí, me hice adulto y padre. Pero aquellos espacios amarillos todavía me asombran. Me sacan de quicio. Me dan ganas de llorar.

(Debido a estas marcas amarillas, ya tuve ganas de morir).

Nadie tiene obligación de conocer esta historia. Ninguno está obligado a calmar mi dolor por causa de aquellos cuadraditos amarillos. Pero, ya dije, cosas banales determinan la vida de las personas. Y siempre que recibo cualquier tipo de mala anotación en mi boletín emocional, entro en pánico. Porque me doy cuenta, que por más que me esfuerce para ser el niño ideal, siempre habrá cosas banales, sobre las cuales no tengo control ( el cansancio de la maestra, la confusión entre algún alumno conmigo), que me señalarán como alguien reprobable.

Paulo Polzonoff (Brasil)
Publicado en su blog http://www.polzonoff.com.br/page/12/
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

martes, diciembre 13, 2011

Cuando lo que importa es el nombre

¿Cómo se llamaba
la heladería?
La memoria es un alambre maleable.
Doblado y doblado
llega a un punto
y se corta.
La proposición dice:
recuerda.
Cerró apenas unos meses.
Quizás Verona o Venecia o Trieste.
Se enredan las ciudades
en mis cejas
porque el buen helado
viene de Italia
(así dice la historia
y hay que creerle).

Gelatteria.

Un átomo es un nombre
una astilla en un suburbio.

¿ Qué podría definir
a un heladero
que era al mismo tiempo,
arquitecto,
hincha de Racing
y exponía con cariño
la foto de un gato
blanco y negro?

Dolce. Se llamaba Dolce.

Por eso lo olvidaba.

viernes, diciembre 09, 2011

un poema de Amelina Correa

XVII

(Juan de la Cruz se complace en introducir a unos novicios en el éxtasis divino)


Fray Juan contempla
a los novicios.

Entran azorados en el recinto
oscuro,
con la luz de una vela dorando su tez pálida...
Muchachos
apenas
con el furor bullendo
dentro de las venas,
prendiéndose en sus cuerpos
como una mariposa enfebrecida.
La inocente claridad de su mirada
perpleja.

Nunca sintieron antes
nada parecido.
El fulgor de una llama,
apenas.
Un relámpago brillante
apenas.
Un amado entrevisto en la espesura
apenas. Un deseo punzante.

Y ellos no comprenden
sino su cuerpo pleno
y señalado.
Sino la extática visión
arrebatada.
Sino el amor dormido.

Y extrañados, perplejos,
duermen arrebolados esa noche.

Fray Juan sonríe.

Amelina Correa (España)
Publicado en http://www.andalucia.cc/viva/mujer/antologia/AMELINA_CORREA.pdf

lunes, diciembre 05, 2011

un poema de Ana Marques Gastão

Siempre uno de nosotros

Siempre uno de nosotros
huye. Agua sombría
asustada y continua
agua en cielo diverso
como diverso soy yo
suelo sin flor.

Vana palabra, múltiple
palabra, distante
simiente entre el arco
y la cuerda. Nada sana
en mi cuerpo ciego
yo que imagen soy,
no alegoría.

Temblor antiguo, árbol
sin fruto, nada resiste
en esta ciudad sin casa
-sólo la garza llega en su
planeo porque el tiempo
nunca es largo.

Ana Marques Gastão (Portugal)
Publicado en http://poesiaseprosas.no.sapo.pt/ana_marques_gastao/poetas_anamarquesgastao_sempreum01.htm
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

jueves, diciembre 01, 2011

Shelf life

El local persiste mas se arrumba.
Apellido italiano bautiza la farmacia
famosa por mil robos.

Las drogas tuvieron olores
que se perdieron.
Después las góndolas resistieron vacías.

Gondolieri. Barco que transita un agua sucia.
Mantengo mis canciones.

Doy clases de guitarra, enseño artesanías
La música y el arte son otras de las formas
que presentan los remedios.

El local es una caja de hierros oxidados.
El cartel con el nombre se vino abajo.
No sólo los fármacos poseen vencimiento.

domingo, noviembre 27, 2011

un poema de Ana Patricia Santaella

Un pájaro visita en noviembre un patio de guzmanas

Sintió en el costado
la fuerza incontenible de la noche,
la trémula venida de lo indecible.
El patio a oscuras,
la oscura maroma del brocal,
y la negritud del alba
sumergida en lo profundo.
Un pájaro se guarneció en la galería,
miró,
la roja retirada de los pétalos,
la cobriza hojarasca,
la enea,
resplandecer por la escarcha.
Acongojado saltó,
al musgo abúlico del pozo,
a las hojas lacias de los Ficus,
a los yermos tiestos del anochecer.
Sintió,
el frío intransigente de lo gris,
el agua incolora de las demoras,
la tierra
sin embargo,
caudalosa del brotar.


Ana Patricia Santaella (España)
Publicado en http://www.andalucia.cc/viva/mujer/antologia/Ana_Patricia_Santaella.pdf

miércoles, noviembre 23, 2011

un poema de Aline Pettersson

Estofado


¿Y cómo hablar del sencillo placer
del tiempo que se dilata
en la cóncava oscuridad
del barro?

¿Y cómo del crepitar
de la cazuela
anundando fragancias y texturas
al calor de su fiebre?

Suave borbotear de transparencias,
matices,
sabores,
el espesarse lento de los jugos en la oquedad
donde arde la vida
que será transfigurada.

El blanco iridiscente en la cebolla,
el manto de cobre
que arrebuja a la zanahoria
en su danza.

Y las negras esferas de pimienta,
y la carne sellada al rojo vivo
con adorno de laurel
y de hinojo.

El humo se eleva por los aires,
se cuela por la nariz palpitante.
La boca se humedece,
anticipa el deleite

que mi manos
-cumplido su oficio-
dejaron al tardo transcurrir
de este tiempo de fuego.

En torno al viejo encino de la mesa,
yo y mi madre y mis hijos y sus hijos
en sosiego esperamos.

Pero mi hambre es tan agónica
y tan ávida la sed
que mientras arda la vida,
mientras aliente su fuego

jamás podrán saciarse.


Aline Petterson (México)
Publicado en http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=580&Itemid=82

sábado, noviembre 19, 2011

trama que se irradia

Es un cuestionamiento narcisista
¿Esa imagen invertida es
la forma bruta
en su esencia
o la reconstrucción
que la mente
en su amplio laberinto
imagina?

Humo que se esconde entre paréntesis
(soy)
esa trama que se irradia
entre el cuerpo
y el espejo.

martes, noviembre 15, 2011

un poema de Alicia Poderti

TRASLACIÓN

Siete gritos
fueron cruz
siete palabras.

(Ya echan suertes
para ver
a quién le toca
la ropa
del que vive
condenado).


Alicia Poderti (Argentina)

viernes, noviembre 11, 2011

II (no vayas al oeste)

II

No vayas al oeste
No abras la puerta que prohibe
No mires el mar
No escuches sus rugidos arteros
como carcajada de hombre
La libertad
es un camino ignominioso
te desconcierta
se expande bajos tus pies
te pierde
El este es el ala rota de los herejes
No puedes disponer
No hay botes que amarrar
ni sótanos donde morir un día
No sopla el viento que ensucie tu cabello

(De la serie inconclusa de Rebecca)

lunes, noviembre 07, 2011

un poema de Kléber Adorno

Pasividad

Fue deprisa,
Un relampagueo indiscreto
Se instaló en mí.

Vino de adentro
Mil años de sabiduría.
Y me olvidé.

Fue deprisa,
Ya dije.
Un relampagueo apenas.


Kléber Adorno (Brasil)
Publicado en http://www.ubebr.com.br/post/poesia/poesias-de-kleber-adorno
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

jueves, noviembre 03, 2011

un poema de Chico Perna

Serpiente de fuego

No saben los hombres
que el fuego consume
así como el agua,
todo lo que ve.
Un corredor de fuego,
una serpiente de llamaradas,
una convulsión de calor y amarillo.
Lo espeso tiembla,
grita,
estalla.
Rápidamente
es consumido.
Los hombres
endemoniados
roban de los dioses el fuego,
y lanzan sus llamas,
quemando lo seco
que brotaría,
lo verde todavía tierno.
Los hombres,
sin escrúpulos,
sin culpa,
sin misericordia,
roban de la naturaleza la vida.
De un lado,
el río,
“serpiente de vidrio”,
navega.
Del otro,
lo espeso,
serpiente de fuego,
sangra.
Los hombres,
señores del fuego,
se burlan de los dioses,
al anunciar su negligencia,
su insensatez,
paseando por las calles anchas de la ciudad,
en sus autos de aire.
Los barrios,
dolidos por abandono,
con sus galles atragantadas de humo,
gimen desolados.
Las casas,
que también gritan,
vomitan el tizne de las hojas quemadas,
el polvo que se propaga por sus balcones,
asistidas por el bochorno de esos largos días.

Chico Perna (Brasil)
Publicado en http://www.ubebr.com.br/post/poesia/cobra-de-fogo-por-chico-perna
Traducido de portugués por Myriam Rozenberg

domingo, octubre 30, 2011

un poema de Lucia Koury

Certidumbre

El embarazo
cayó sobre mi cabeza
como una fruta madura.

Puf.
Y germinó, suculento,
en todos mis sentidos.

Lo presentí en un sueño
petulante y obstinado…

Lo sentí en los pechos
mayores y entumecidos.

Lo confirmé
en los exámenes de costumbre.

Antes de la decisión
el pánico desmedido.

Después,
las ganas locas de conocer a Ana,
Mariana, Camila,
quizás Isabel.


Lucia Koury (Brasil)
http://rebra.org/escritora/escritora_ptbr.php?assunto=texto&id=1245
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

jueves, octubre 27, 2011

un poema de Judith Herzberg

Sonidos de la ciudad

Los Sonidos de la ciudad en una noche tibia
tienen, como en una pintura, un antecedente.
Un avión ruge contra el sustrato de autos,
una motocicleta se abate clamorosamente hacia la izquierda.
Me gusta escucharla, me hace pensar en
el 22 de junio de 1964, que es esta tarde.


Judith Herzberg (Holanda)
Publicado en http://cs-music.com/features/looking.html
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, octubre 20, 2011

un poema de Robert Bly

Rezo por mi padre

Tu cabeza está todavía
inquieta, rodando
hacia el este y el oeste.
Ese cuerpo en ti
insistiendo en vivir
es el viejo halcón
para quien el mundo
se oscurece.
Si no estoy contigo
cuando mueras
es eso.

Está bien.
Esa parte de ti limpió
mis huesos más
de una vez. Pero
te encontraré
en el halcón joven
a quien veo tanto
dentro de ti como de mi; el
te guiará
hasta el Señor de la Noche,
que te dará la ternura
que quisiste aquí.

Roberto Bly (Estados Unidos)
Publicado en http://www.poetryfoundation.org/poetrymagazine/poem/26066

Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

domingo, octubre 16, 2011

poemas de Catalina Boccardo

Monte (relatos de mi madre)



1


animales serpentean aquel monte



2



la mujer lleva agua



ondulante cántaro



                                                  
3



su corazón

bendiciones tierra y lluvia




4



hacia la madrugada

buscará cosechas



cualquier espina de algodón

es de temer




5



palmeras recortan soles



su mano una sombra



el tábano

muere en un salto

del fuego



todos los pequeños

corren riesgo



la inmensidad




6



ahí

sin descanso

orilla cada fruta




7



la guayaba

es sólo débil por fuera

luego te fagocita los labios




8



y bajo el mosquitero

séptimo



pequeño lobizón



su noche láctea




9



dos balas de plata



el vecino jala el gatillo



un gemido y

desmemoria



un gemido



10



trajinada la piel



como mis abuelas




11



peregrinaje



desde algún silencio

                      algodonar




12



 tristeza

                  de mi madre



se nutre con sonidos antiguos




13



sus poemas



agrietan mis pies



desnudos




14



desnuda




15



sobre la vertiente

yacarés



su arena espermática



la tarde



caída




16



nace con ojos amarillos




17



dentro

una herida de víbora

se defiende




                                                                       a mis ancestros formoseños


---------------------------

hierro 3                                                                   a kim ki duk









del golpe 3

su desliz corporal



las manos tocan

una pelotita

en el estómago

dicen basta

o no dicen



es amor_ me digo

luego de observar

algunas posibilidades



que la policía llegue

dónde la morada

mientras el corte

sangra menos



la casa vacía

un buen sitio

y no atiendas el teléfono



por ese infalible enojo

contra tu boca         o deseos

que no puedas reprimir



el corte

sangra menos

con su ausencia



Catalina Boccardo (Argentina)

miércoles, octubre 12, 2011

un poema de Vanja Izova Veleva

Botón

Me soñé como un botón
De la camisa de alguien.
Permanecí sostenido y cosido
Los dedos de alguien me apretaron
Una y otra vez a través del ojal.
Me clavaré-pienso.
Me recuesto y siento
Los hilos asiéndome
Y apretándome fuerte.
Mi ojal permaneció inalterado
Me mantiene derecho, solo para colgar
Dentro de su cuerpo vacío.
Siento alivio a través de mis
Dos huecos el viento sopla
Sobre mi plástico.
Me tiro y cuelgo fuertemente
Para quebrar mis hilos
Le hago trampas a mi mano para equivocarme
En desabotonarme y, aquí estoy
En el suelo,
Yo, el botón y mis cuatro agujeros.

Vanja Izova Veleva (Macedonia)
Publicado en http://www.macedonia.co.uk/client/index1.aspx?idp=modules&page=204
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

domingo, octubre 09, 2011

un poema de Álvaro Alves de Faria

Rojo

Mi poema había de ser rojo
como la sangre roja
como la nube roja
como el crepúsculo
tenía que ser mi poema
y no
blanco como es,
que nada tiene que ver conmigo
ni con la poesía árida
de los días que me siguen.

Álvaro Alves de Faria (Brasil)
Publicado en http://blogs.jovempan.uol.com.br/poeta/geral/poema-de-toda-sexta-feira-34/
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

jueves, octubre 06, 2011

un poema de Maricruz Patiño

A propósito de Justine

... dice Durrell que la pareja
es un animal bicéfalo
por eso yo
prefiero andar a solas con mi propio cuerpo
yo se que
el beso casto enloquece a las bestias
haciéndolas bramar
Y eso es hermoso

Lo mejor sería
un solo cuerpo sin cabeza
un corazón radiante y bueno
que pueda sublimar el recuerdo salado
de las futuras lágrimas, digo
cuando los cuerpos vuelvan a sus cabezas
y se digan adiós

Sí, inventar un espejo de cuatro dimensiones
en el que reposar despiertos
haciendo el amor en otro mundo.

Maricruz Patiño (México)
Publicado en http://mujerespoetasdemexico.blogspot.com/search/label/maricruz%20pati%C3%B1o

lunes, octubre 03, 2011

un poema de Lizbeth Padilla

De sirenas y engendros


Las manos pesan más que los días
pesan las coyunturas de cemento
el vientre reventado de hijos
los hijos hartos de su madre
Una pared de piedras en desorden
el barril de aguardiente
los hombres rascan madera de mujer
no encuentran la traición la inventan
ellas astutamente imbéciles ceden al darse
Lascivia necesidad de carne entre los dientes
La mujer hace al hombre
lo talla con murmullos de sirena terrestre
llegan de lejos desde siempre
apresuran la madurez en sus pezones
suavizan la espalda curvan la cadera
para reencarnar en criaturas
Oscilan entre dos aguas
Danzan el ritual del trastorno
orgullosas del canto fruto de los abismos
máscara de ningún rostro hechiceras del mar
tejedoras de lamentos
La sirena se arrastra entre los hombres
mordisquea el sabor
Ante el madero ardiente la mano se levanta
los vientres abultados conchas de engendros
se vacían paren seres enfermos sudor de Dios.


Lizbeth Padilla (México)
Publicado en
http://www.alforjapoesia.com/monografico/contenidos/monografia_28.pdf

viernes, septiembre 30, 2011

un poema de Victoria Guerrero Peirano

Perro negro

Oye, besémonos intensamente,
Una nostalgia llama al mundo
en el que debemos morir
Else Lasker-Shuler

un perro negro toca mi puerta
un perro negro abre su hocico
y escupe su angustia sobre mi rostro
todas mis erupciones
todo el lado derecho llagado
se humedecen ante su tierna baba

lo que hay dentro es pura materia del olvido
inútil recuerdo que se envenena sobre sí mismo
mientras la frágil costra cae y se regenera
lentamente
bajo mis dedos

no hay de dónde más pelar la carne
la sucia piel del nacimiento
que se agazapa
ante la negra picadura del animal

qué extraño es todo esto
me avergüenza haber crecido entre los muertos
oh cadáveres
cómo pesa la cabeza y la tierna cabellera
de un hijo no nacido
mientras el perro rasga
implacable
la puerta al otro extremo

y tú
hunde tus patas en la sangre que nace del deseo
muestra tus erupciones
las macabras heridas de tu lomo
deja caer la leche blanquísima
en la celda del condenado
remoja la miga de pan en el té silencioso
y ofrece tu cuerpo toda la sucesión de los ocasos
a esta amarga enfermedad

oh si pudieras abandonar todo ahora
tapar los orificios de tu nariz con un puñal
hundiéndolo como una flor que cae sobre sí misma
pero ahora todo te deslumbra o te hiere
eres una cerda
y caminas con el hocico abierto
hundiendo tus patas en el fango

toda la noche ha caído sobre mi rostro
animales que llevé entre mis brazos
algún día les daré de beber
de un cuerpo limpio y sano

Victoria Guerrero Peirano (Perú)
Publicado en http://www.andes.missouri.edu/andes/Literatura/VG_TresPoetas.html

martes, septiembre 27, 2011

Un número en este tiempo

Tenemos el número.
Tres.
Ya no representa nada.
El que mira
no encuentra ligazón.

¿Qué vendría a ser
un número
en este tiempo de caos
de este torrente
de anti todo?

Ahora nos abrazan
por el miedo.
Antes nos carneaban
nos daban vuelta
la cara.
Ahora nos rodean
nos alientan
a que resucitemos.

Todos saben
que somos
este nombre.

sábado, septiembre 24, 2011

Tiempo de mudanzas

Ella anda con la mente perdida.
Como si no escuchara nada.
Nosotras,
sin embargo,
sí escuchamos,
números repetidos,
precios de cuartos de verano.

Hay algo raro en todo esto:
un horario que se parte,
un resfrío,
hijos que se cagan.

En tres meses
oleremos
plátanos y muertos.

Pero hoy es primavera
tiempo de mudanzas.

martes, septiembre 20, 2011

un poema de Eunice Arruda

Un día

Un día yo
moriré
de sol; de
vida acumulada
en la convulsión
de las calles

un día yo
moriré y
no podía:

hay poemas
escurriéndose de mis dedos
y un vino no
probado

Eunice Arruda (Brasil)
Publicado en http://rebra.org/escritora/escritora_ptbr.php?assunto=texto&id=1622
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

sábado, septiembre 17, 2011

un poema de Ed Hoornik

Ilusión

Fui a la estación de tren,
No para despedirme
O para iniciar un viaje,
Pero sí para pararme entre toda la gente
Que vive para alguna meta
Para algún lugar donde ir.

Ed Hoornik (Holanda)
Publicado en http://cs-music.com/features/signs-to-love.html
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

miércoles, septiembre 14, 2011

un poema de Rolf Jacobsen

Bosque antena

Sobre los techos de la ciudad hay campos grandes.
Allí es donde el silencio se acerca sigilosamente
cuando no hay habitación para él en las calles.
Ahora el bosque entra en su giro.
Necesita estar donde vive el silencio.
Árbol sobre árbol en extrañas arboledas.
No lo hacen muy bien, porque el suelo es tan duro.
Entonces hacen un bosque ralo, una rama hacia el este,
y una hacia el oeste. Hasta que parezcan cruces. Un bosque
de cruces. Y el viento pregunta
-Quién se queda aquí
en estas tumbas profundas?


Rolf Jacobsen (Noruega)
Publicado en http://neweuropeanpoets.blogspot.com/2009/04/norwegian-matters.html
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

domingo, septiembre 11, 2011

un poema de Karen Alkalay-Gut

Guerra en directo

Es como las payasadas donde dos personas están peleando detrás del diván
Y tú ves una persona saltando y zambullirse y luego al otro emerger,
Luego ir abajo nuevamente, ambos con caras de falsa fiereza y brazos amenazantes.
Pero esta vez ellos están aporreando algo debajo de la ventana que no puedo ver
Y haciendo la ve de la victoria a la multitud que está fuera de la estación de policía.
Este puede ser mi hermano, mi hijo, mi esposo allí abajo
siendo golpeado hasta la muerte porque perdió su camino.
Para entonces lo sacan de la calle y lo encienden.
El rostro es irreconocible, aunque parece seguir vivo.
Este es el programa de la mañana. La tarde
es para retribuir- bombas inteligentes ensartadas dentro de las ventanas
de la misma estación en Ramallah, y luego las oficinas de Arafat en Gaza
Cambio el canal pero la guerra está toda allí, la guerra y la culpa.
Muévete a través del video en reverso, regresa lo suficientemente lejos y tendremos esa línea
que recuerdo desde la nursery: todo comenzó cuando él me golpeó desde atrás.
Pero estamos hablando de sangre real, agonía real, y para cada persona asesinada
Hay una hamula entera que sufrirá-los ocho chicos del rabino
que no podrán incluso enterrar su padre en paz, el padre palestino, escondido
de sus francotiradores con sus hijos, madres que nunca olvidarán haber visto a sus hijos asesinados en directo. Podría continuar para siempre.
En vez de eso, apago el televisor, deseo
poder apagar la guerra con un giro del interruptor.

Karen Alkalay-Gut (Israel)
Publicado en http://www.kolibrisbookshop.eu/store/?p=productMore&iProduct=28
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, septiembre 08, 2011

un poema de Norge Espinosa Mendoza

Poema de situación

Yo no necesito la muerte de los mártires.

No necesito de sus rostros en la ira de la muchedumbre,
no preciso sus voces que golpean en la pancarta,
en los muros, en las redes, en las piezas de domingo.
No me hacen falta sus nombres,
la sangre en que crecieron.
Sus ojos, sus gritos, no son angustias para mí,
no son las furias que hierven en las manos de los otros.

Me vale más saber que ellos rieron como yo,
que de mi edad sufrieron como yo ahora sufro:
Desnudo, Gris, Bebido e Insolente.
me vale más saber que somos gemelos de un tiempo
donde quizás sus mujeres lleguen a ser las mías
y podamos confundirnos en lo febril de las puertas.
Me vale más tenerlos como aporte de mis días,
como el almuerzo elemental gracias al que vivo,
y no en lo solemne, no en lo ya perdido,
donde ahora se pasean en un círculo de sombras
apuntalando con sus muertes la historia de un país.

Yo no necesito la gloria de estos mártires.

Norge Espinosa Mendoza (Cuba)
Publicado en www.alascuba.blogspot.com

lunes, septiembre 05, 2011

un poema de Julieta Dobles

La casa cerrada

La casa de mi madre sigue allí, en pie,
extrañamente en pie, como el tronco de un árbol
ya vacío a ras de la tormenta.
Pero nada se mueve en ella.
Nada bulle detrás de las paredes agobiadas,
nada pulsa, excepto el desamparo
que busca ansiosamente viejos ecos
en los amplios zaguanes,
donde el silencio anida como pájaro roto,
más penoso aún después de tanta música.
El reino de la ausencia:
esta es la verdadera ventana de la muerte,
que cristaliza todo lo vivido
en una urna imposible a los retornos.
Camino por las habitaciones
desiertas como espejos
que ya nada reflejan.
Con los muebles ausentes se marcharon
lo poco que quedaba de tu aura, madre,
y de nuestra presencia de infancias tan vividas
que su hálito terrestre
perfumaba aún mosaicos y rincones.
Quiero creer que tu saludo
desde la muerte fue veraz.
Que el sueño de las niñas
viéndote entrar de nuevo
con tu sonrisa de flor antigua
a la casa que nos vivió por medio siglo
fue un mensaje certero
para mi duelo sin respuestas.
Pero no hay resonancia en mi congoja.

La materia es tan sorda,
mi llanto tan espeso y tan urgente
que tan solo me queda este poema
donde converso a solas con la ausencia,
frente a aquel patio nuestro,
donde los árboles ancianos
sembrados por la mano paterna
-¿los recuerdas en su cortina de abandonos?-
se nos mueren también.

Julieta Dobles (Costa Rica)
Publicado en http://www.artepoetica.net/Julieta_Dobles.pdf

viernes, septiembre 02, 2011

Para llegar a esto

Hoy , casi seguro, llueve
porque ella llama para saber
y él llama para saber
Me estuve preguntando por qué no grité antes
tener que ahogarme para llegar a esto

No puedo dormir
la flema envuelve mi garganta
-establecen un diálogo incesante-

Luego intento abrir mi boca
para sacar la palma
de la mano que creo sentir
ahorcándome

Nunca mis dedos penetraron tan lejos
Ni tampoco el llanto.

martes, agosto 30, 2011

un poema de Pam Ayres

Sí, me casaré contigo, mi querido

Sí, me casaré contigo, mi querido, y esta es la razón por qué;
Así puedo empujarte de la cama cuando el bebé empieza a llorar,
Y si escuchamos un golpeteo, y es escalofriante y es tarde
Te doy la antorcha para que veas e investigues.

Sí, me casaré contigo, mi querido, no podrás detenerlo,
Pero cuando la secadora marche, serás tú quien deba repararla,
Tú tendrás que enfrentar al vecino, debería nuestro labrador atacarlo,
Y si un borracho me sobe, debes ser tú quien tiene que aporrearle.

Sí, me casaré contigo, eres viril y eres delgado.
Mi casa es como una pocilga, tú vas a ayudar a mantenerla limpia,
Y esa pequeña cena sexy que sirves, a la luz de una vela
Como yo hago chipolatas, puedes cocinar cada noche!

Eres tú el que tiene que usar el taladro y poner el riel de las cortinas
Y cuando tenga la tensión premenstrual eres tú el que tiene las críticas
Veo grandes ventajas pero ninguna de ellas para ti
Y por eso, antes que veas la luz, sí, quiero, sí, quiero, sí, quiero.

Pam Ayres (Reino Unido)
Publicado en http://www.poetryarchive.org/poetryarchive/singlePoem.do?poemId=11737
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

sábado, agosto 27, 2011

un poema de Maya Angelou

Trabajo de mujer

Tengo chicos de los cuales ocuparme
Las ropas para remendar
El piso para pasarle el trapo
La comida para comprar
Luego el pollo para freír
El bebé para secar
Tengo compañía a la que alimentar
El jardín para desmalezar
Tengo camisas para planchar
Los chicos para vestir
La lata para cortar
Tengo que limpiar la cabaña
Luego mirar a los enfermos
Y el algodón para recolectar

Brilla sobre mí, luz de sol
Llueve sobre mí, llueve
Cae suavemente gotas de rocío
Y enfría mi frente nuevamente

Tormenta, sóplame desde aquí
Con tu viento más feroz
Permíteme cruzar a través del cielo
Hasta que pueda descansar nuevamente

Caigan gentilmente, copos de nieve
Cúbranme con blancos
Fríos, helados besos y
Déjenme descansar esta noche

Sol, lluvia, cielo tortuoso,
Montaña, océanos, hoja y piedra
Brillo de la estrella, rubor de la luna
Son todo lo que puedo llamar mío.


Maya Angelou (Estados Unidos)
Publicado en http://famouspoetsandpoems.com/poets/maya_angelou/poems/502
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

miércoles, agosto 24, 2011

un poema de Shel Silverstein

¿Y si?

La otra noche, mientras estaba acostado pensando aquí
Algunos ¿y si? se arrastraron dentro de mi oído
Y entraron meneándose y se divirtieron toda la noche
Y cantaron la misma canción vieja del ¿y si?:
¿Y si soy el tonto en la escuela?
¿Y si cerraron la pileta?
¿Y si me pego una paliza?
¿Y si hay veneno en mi taza?
¿Y si empiezo a llorar?
¿Y si me enfermo y muero?
¿Y si repruebo ese examen?
¿Y si crece vello verde en mi pecho?
¿Y si nadie me quiere?
¿Y si un rayo me golpea?
¿Y si no crezco?
¿Y si mi cabeza empieza a empequeñecer?
¿Y si el pez no pica?
¿Y si el viento rompe mi barrilete?
¿Y si empiezan una guerra?
¿Y si mis padres se divorcian?
¿Y si el ómnibus llega tarde?
¿Y si mis dientes no crecen parejos?
¿Y si mis pantalones se rompen?
¿Y si nunca aprendo a bailar?
Todo parece bien y luego
los ¿y si? de la noche golpean nuevamente.


Shel Silverstein (Estados Unidos)
Publicado en http://famouspoetsandpoems.com/poets/shel_silverstein/poems/14819
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

sábado, agosto 20, 2011

un poema de William Heyen

Otto Pressburger, 18 años, en Birkenau, 1942


Fuimos a trabajar para construir rutas- los Kapos y los hombres de la SS
nos supervisaban. Había un judío de nuestro pueblo.

alto y fuerte, de una rica familia. El Kapo reconoció
los dientes de oro y dijo dámelos.

El hombre le respondió que no podía, pero el Kapo dijo nuevamente
dámelos a mí, pero el hombre insistió en que no podía

abandonar sus dientes de oro. El Kapo tomó
una pala y lo golpeó en la cabeza hasta

que el hombre cayó. El Kapo se volvió sobre él
y puso la pala en su garganta y se paró sobre ella.

Partió el cuello del hombre y uso la pala para sacar
los dientes de su boca. Otro judío preguntó

cómo pudiste hacer esto. El Kapo lo mató de la misma manera.
Nos advirtió no hacer preguntas, meternos en nuestros propios asuntos.

Esa tarde cargamos doce cuerpos de vuelta hacia las barracas.
Él los mató sólo por divertirse. Eso ocurrió el primer día.


William Heyen (Estados Unidos)
Publicado en http://www.thebluejewyorker.com/issue7/issue7pages/Heyen.html
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

miércoles, agosto 17, 2011

un poema de Rick Lupert

Día japonés

Hoy en el Museo Nacional
Japonés Americano, nos sirvieron
té caro y nos quejamos
que la otra mesa tenía postre
de chocolate en vez del de bananay nuez
que nos trajeron.
Hoy en Japón una ola arrastró una casa
diez mil veces.

Rick Lupert (Estados Unidos)
Publicado en http://poetrysuperhighway.com/RulesForPoetry.pdf
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

domingo, agosto 14, 2011

ropa sin usar

Me dice que ese nuevo pulóver que compró
lo va a dejar para salir
que aquel vestido viejo es para entrecasa
que tiene ropa interior sin estrenar
por si cae enferma y tiene que internarse.
Entonces le contesto
que no sale nunca
más que para cobrar su pensión una vez por mes,
para ir al médico cuando ocasionalmente se siente mal
o si va de visita a la casa de sus hijos o sus nietos.
Que las cosas se hicieron para usarse aquí y ahora
y que no voy a colocar sus bombachas
en el cajón
para que se las ponga más allá de esta tierra
a la manera de las ofrendas hechas a los faraones.

jueves, agosto 11, 2011

un texto de Tarsicio Valencia

Flor y mar

La madre María Josefa de la Concepción y Palacios pasó de Toledo a Cádiz sin ninguna novedad. Iba camino a Lima a fundar el convento de María y José.
Llevaba las reales órdenes. Cuarenta cajas con ornamentos religiosos y hábitos, doce pares de cruces de oro y plata. Llevaba seis religiosas; todas entre los diez y seis y diez y ocho años cumplidos.

En el puerto de Santa María corrían los rumores de piratas franceses y holandeses. Ella se despidió de las hermanas con lágrimas en los ojos. Era el primero de marzo de mil setecientos. Seis de la mañana.

El piloto del navío San José no quería dejar aquel puerto. Tengo un sino entre ceja y ceja y algo me dice que seremos prisioneros de los holandeses. La madre María Josefa le replicaba: Piloto Núñez, no mira usted que vamos en el San José? ¿Y qué tiene que vayamos en el San José, reverendísima hermana? Que el San José florece en las aguas, dijo ella. Hacía buen viento cuando despegaron velas. Por entre la niebla un barco aparecía.

Los piratas tomaron las cruces y el aceite, el tocino, las jóvenes vírgenes miraban con ojos suplicantes.

A una desnudaron en presencia de todos. Trinidad de diez y siete años se llamaba. Primero se desmayó. Así la contemplaron. Luego, entre alcoholes y risas le vistieron el manto de una india. Esta la quiero para mí, dijo el corsario Lipika.

La Madre María José no levantó los ojos en toda la noche. Lo mismo hicieron las otras cinco compañeras. La pasearon de mano en mano, la besaban, la acariciaban, la montaron encima de un perro negro. La emborracharon. La jugaron a los dados y a las cartas.

En la noche hicieron aparición los juegos de san Telmo. María Josefa tomó un rosario de pétalos de rosa y lo arrojó a la mar. El cielo se tiño de rojo. Los piratas dormían.
Luciérnagas en la mar. El San José florecía con los pájaros del amanecer.


Tarsicio Valencia (Colombia)
Publicado en Festival de poesía de Medellin

lunes, agosto 08, 2011

un poema de Ludovic Janvier

Bajo tu grito

No sólo tu grito sino el sí bajo tu grito
no sólo el sí sino el cielo bajo el sí
no sólo el cielo sino el eco bajo el cielo
no sólo el eco pero la noche bajo el eco
no sólo la noche pero la sed bajo la noche
no sólo la sed sino el azul bajo la sed
no sólo el azul sino la sombre bajo el azul
no sólo la sombra sino la risa bajo la sombra
y bajo la risa el campo en pleno verano

Ludovic Janvier (Francia)
Publicado en http://terresdefemmes.blogs.com/mon_weblog/2007/01/ludovic_janvier.html
Traducido del francés por Myriam Rozenberg

viernes, agosto 05, 2011

un poema de Alberto Barrera Tyszka

Mujeres

Hay mujeres que se llevan las manos a la cabeza.
Sus manos parecen tijeras. O pájaros
cuyo único sur es la angustia.

Conocí a una que perdió a un hijo en una alberca.
Un niño de seis años que flotaba
como la colilla de un cigarro en un vaso de vodka.

Hay mujeres que se llevan las manos a la cabeza.
Sus manos no son nubes.

A veces las veo pasar como si nada les pasara.
Un precipicio debajo de la sangre.
Un rencor de cebollas y de ortografía.
(El amor es una inocencia inútil.)

Hay mujeres que se llevan las manos a la cabeza.
Sus manos son tijeras. Nunca nubes.

Sé también de una Alejandra que fue violada
siete veces.
Un mordisco de metal.
Un reptil que se entierra en tu vientre.
Un cuchillo que te orina.
Siete veces.

Hay mujeres que se llevan las manos a la cabeza.

Tal vez tan sólo esperan atajar un grito sobre el aire.
Tal vez tan sólo cavan un túnel en su almohada.


Alberto Barrera Tyszka (Venezuela)
Publicado en http://www.letraslibres.com/index.php?art=7752&rev=2

martes, agosto 02, 2011

un poema de Sidonio Muralha

Ultimo de “Tres poemas para Cecilia Meireles”

Corría feliz. E incauta.
Y el viento su trenza destrenzaba
mientras un sonido de flauta
ondeaba.

Cuantos años pasaron para que
su cabello de oro y espiga
se cubriera de nieve? Si
alguien lo sabe que lo diga.

O no lo diga. Para qué decirlo?
Si hay algún cabello al viento
ya no es su cabello;

es el de otra niña incauta
que no sabe que cada olvido
tiene escondido un sonido de flauta.

Sidonio Muralha (Portugal)
Publicado en http://www.verinverso.com/search/label/Sid%C3%B3nio%20Muralha
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

sábado, julio 30, 2011

un poema de Rosa Alice Branco

Pasos sin memoria

Miro por la ventana y no veo el mar. Las gaviotas
andan por ahí y la hierba se va secando en el varal. A la mañana temprano,
el mar todavía no vino. Vino el pan, vino la lumbre
y el diario. La saliva con que te he de decir buen día.
Las palabras son las primeras en llegar. Lo que queda de ellas
suaviza el papel. Pan caliente con el sueño de ayer
y los sueños de hoy. Se prepara el día, los pasos
de ir y venir. Estoy cada día más cerca. Me miras
como si supieses lo que he de saber enseguida.
En esta ciudad nunca es mediodía. Hay siempre una dulzura
de otras horas. Y recuerdos sueltos. Déjalas salir
de dentro del vestido, deja sueltas las olas del mar.
La ventana está vacía. Mi hijo camina en la playa
y tú descifras las gaviotas. Camina frente a mí
sin dejarlas prendidas. Me pierdo como todas las madres,
todos los amantes. Invento pasos y palabras
para dormir. A esta hora mi abuela enrollaba el rosario
en las manos. Yo estaba dentro de las cuentas, dentro del sueño
que rondaba el rezo. Durante mucho tiempo estuve afuera.
Ahora caminamos juntos. Sin memoria.


Rosa Alice Branco (Portugal)
Publicado en Jornal de poesia
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

miércoles, julio 27, 2011

un poema de Noémia de Sousa

Aforismo

Había una hormiga
compartiendo conmigo el aislamiento
y comiendo juntos.

Estábamos iguales
con dos diferencias:

No era interrogada
y por descuido podían pisarla.

Pero a los dos intencionalmente
podían desacreditarnos
pero no podían
ponernos de rodillas.


Noémia de Sousa(Mozambique)
Publicado en http://www.antoniomiranda.com.br/poesia_africana/mocambique/nomia_de_sousa.html
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

domingo, julio 24, 2011

un poema de Miriam Ulinover

Un remedio

A veces, cuando una infección
Aparece en el ojo de una niña
Mi abuela trae de su Makhzor
Un maravillo tallo de remedio:

“Cuando el hambre haga vacilar a la ciudad,
Querida niña, protege tus ojos
Dándole cebada a una cierva
Para mantenerte segura de los orzuelos”

Abuela, quizás tengas
Mas remedios en tu libro de rezos?
Quizás puedas proteger mis ojos
De grandes y cálidas lágrimas?


Miriam Ulinover (Polonia)
Publicado en http://www.thedrunkenboat.com/ulinover.html
Traducido del yiddish al inglés por Kathryn Hellerstein
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, julio 21, 2011

paisajes en simultáneo


Afuera está lloviendo.
Es viernes santo y la ciudad dormita.
Y mientras esto escribo
una abeja recolecta polen de una flor en Biessenhofen, Alemania.
un camboyano corre carreras con su carreta de bueyes
una devota pandit reza en el templo del dios Rama
una mujer empuja su balsa cargada de agua potable en una aldea de Indonesia
un soldado rebelde libio camina con una sola pierna por la ruta que une Ajdabiya y Brega
el sol se levanta sobre el río Ob al este de Moscú.

lunes, julio 18, 2011

un texto de Kate Greenstreet

13 de diciembre

Ella considera un campo. Ella considera un campo y lo compra. Que tenga el fruto de sus manos.

Bajamos desde las montañas. Arboles amarillos, arboles verdes. Estaba dejando la Tierra pero antes de que lo hiciera, tenía que deshacerme de todos los animales. El principal, mi principal modelo de comportamiento era mi serpiente. Se había adherido a la planta de mi pie, pero se había vuelto aparentemente peligrosa y tenía miedo de que me mordiera si tenía la oportunidad. Mi hermana estaba allí y dije: “Antes de irme, tengo que deshacerme de todos mis animales”, pensando que tal vez ella podría ayudarme. Dije: “Mi caballo, mi sapo, mi serpiente…” pero no mencioné que estaba preocupada acerca de cómo dejar mi serpiente en forma segura. Como me estaba despertando, pensé en ir a un lugar donde pudieran darle a la serpiente una inyección para que perdiera el conocimiento o incluso matarla antes de que intentaran sacarla de mi pie. Lo que parecía ser una buena idea, pero inconveniente.


Kate Greenstreet (Estados Unidos)
Publicado en http://www.poetryfoundation.org/poem/241710
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

viernes, julio 15, 2011

un poema de Eduardo Chirinos

Raritan Blues

Para Margarita Sánchez

Aquí no hay bulla ni miseria,
sólo un bosque de árboles mojados y cientos de ardillas
correteando vivaces o escarbando una nuez.
A lo lejos un puente
una interminable fila de automóviles retorna a sus hogares
y nubes balando ante un perro pastor y amarillo.
¿Eres tú quien camina en las riberas del Raritan?
Recuerdo un río triste y marrón donde las ratas
disputan su presa con los perros
y aburridos gallinazos espulgándose las plumas bajo el sol.
Ni bulla ni miseria.
El río fluye educado como en una tarjeta postal
y nos habla igual que hace siglos, congelándose y
descongelándose,
viendo crecer a sus orillas cabañas, iglesias, burdeles,
plantas refinadoras de petróleo.
Escucho el vasto rumor del Raritan, el silencio de los patos,
de los enormes gansos salvajes.
Han venido desde Ontario hasta New Brunswick,
con las primeras nieves volarán al sur.
Dicen que el río es la vida y el mar la muerte.
He aquí mi elegía:
un río es un río
y la muerte un asunto que no nos debe importar.

Eduardo Chirinos (Perú)
Publicado en http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Diario/06_14_10_08.html

martes, julio 12, 2011

la forma versátil de las gotas

Como si tanto viaje no bastara, estamos ahora en las cataratas
Vayamos en bote dijo.
Estuvimos en el cañón del Colorado
¿Qué puede ser peor
que estar colgado en las alturas?

La selva oculta el horizonte.
Solos entre el agua
incomoda darse cuenta que la felicidad es fugaz
como la forma versátil de las gotas.

A borde de este bote somos seis
y sonreímos con asombro cuando se hace visible
aquello que los seres de ciudad apenas percibimos:
ruidos, ojos de animales que nos miran pasar tan extrañados,
pájaros que huyen de nuestra violenta presencia.

Cuando apenas en un rato naufraguemos
y yo choque contra el muro de una piedra
¿Habré de recordar
que sentía compasión
por la belleza
y que tenía un profundo rencor
por lo inmutable?

sábado, julio 09, 2011

un poema de Mark Strand


                                            (Miriam Kosarenski-Solsticio de verano)

Despejado en la luz de septiembre

Un hombre se para debajo de un árbol, mirando una pequeña casa no muy lejana. Aletea sus brazos como si fuera un pájaro, quizás señalando a alguien que no podemos ver. Podría estar gritando, pero debido a que no escuchamos nada, probablemente no. Ahora el viento envía un estremecimiento a través del árbol, y aplasta el césped. El hombre cae sobre sus rodillas, una vez nuevamente aleteando sus brazos. Lo que él hace no tiene nada que ver conmigo. Su desesperación no es mi desesperación. Yo no me paro debajo de los árboles y miro casas pequeñas. No tengo perro.

Mark Strand (Estados Unidos)
Publicado en Boston Review
http://www.bostonreview.net/BR36.2/mark_strand_poetry.php
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

miércoles, julio 06, 2011

un poema de Chinua Achebe

Una madre en un campo de refugiados

Ninguna Virgen con el niño podría conmover
Su ternura por un hijo
Pronto debería olvidar…
El aire estaba tan pesado con los olores de diarrea,
De niños no lavados con costillas macilentas
Y traseros desecados balanceándose con pasos dificultosos
Detrás de vientres vacíos reventados. Otras madres allí
Hace rato han parado de cuidar, pero no ésta:
Sostiene una sonrisa fantasmal entre sus dientes,
Y en sus ojos la memoria
Del orgullo de una madre….ello lo había bañado
Lo había masajeado con las palmas desnudas.
Ella tomó de su atado de posesiones
Un peino roto y peinó
El cabello color ladrillo que quedaba en su cráneo
Y luego-zumbando en sus ojos-comenzó cuidadosamente a separarlo
En su antigua vida esto era tal vez
Un pequeño acto cotidiano sin consecuencias
Antes de su desayuno y escuela, ahora ella lo hizo
Como poniendo flores en una tumba diminuta.


Chinua Achebe (Nigeria)
Publicado en http://www.universeofpoetry.org/nigeria_p2.shtml
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg