I
Uno es el hombre que llega
dos los policías
tres los hombres que cargan al muerto
cuatro las partes en que dividen la tierra.
Se hacen cosas que antes dejaban perplejos
por ejemplo
para una vieja que cena
toca el barón el violín
-¿es que hay riqueza en la posguerra?-
y calla de pronto ante el extranjero.
Son tiempos de escasez:
el médico sabe
que no se malgastan las palabras
ni siquiera en diagnósticos.
El que llega pretende averiguar
y los que están
afirman que un forastero
de virtudes no comprende.
Uno es el hombre que muere
dos los que mantienen silencio
tres quienes salen del cementerio
cuatro las partes en que dividen la tierra.
II
Y cuando el escritor desecha la ficción
el público se inquieta.
Incluso entre los cuerpos que aún se queman
mejor que la verdad es la neblina
y los cuentos de cowboys
que hacen justicia en lejanos territorios.
Aquí las ambiciones son endebles:
tener un pasaporte
reír en el teatro
vender bebidas en el mercado negro
y anhelar que no te toque la gangrena.
Pero el escritor escribe ahora realidad
y bajo la bruma ve
entonces
-es previsible-
se quedan solos
él y su conciencia.
III
De pie sobre el terreno
sólo un gato lo reconoce.
Después es él
mejor decir
la nueva forma que adoptó.
En la vuelta al mundo
allí donde el mundo se da vuelta
las cosas se ven pequeñas como puntos
que nada significan
las vidas se ven opuestas, invertidas
quizás sean realmente los anversos.
También abajo
donde los huecos se parecen a trincheras
y el agua sucia conoce
el pellejo de las venas
-¿dónde está el pulmón para que oxigene?-
él no es el niño que Holly conoció
ni el joven solidario que Anna idolatraba
simplemente un tercer hombre.
....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)
domingo, diciembre 27, 2009
mejor que la verdad es la neblina
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