....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

sábado, agosto 31, 2024

Un poema de María Paula Alzugaray

La ostra


I

No puedo oír la voz
aquietando la ruega de mi locura
retrocede es tribal de cables humanos
apelándome
con acordes mudos.
No consigo oír la voz.
Es cardumen de palabras aligeradas
vaciándome hasta el nombre.

He muerto con todas mis muertes.


II

Puedo comenzarme,
coronar
la inocencia: obelisco.
Pero el cuerpo va colgando.

-¿Diverge en sus proporciones la ostra?

Yo me he fraccionado en cada separación.



María Paula Alzugaray ( Argentina)
Publicado en "Eternidad en la fuga" ( 1999)
(este libro inédito estuvo publicado en internet, ya no tengo el enlace de esa página)


sábado, agosto 24, 2024

Un poema de Lucas Rodriguez Luis



Niño comienza a contemplar el mundo


Aterrado contemplo
frente a mi imagen gemela
cómo transcurren el pus y las horas,
entre mis labios esféricos,
y me siento como un retrato curioso,
circular como una cornada a tiempo;
no comprendo el porqué de mi viaje,
el porqué de este miedo.


Lucas Rodriguez Luis (España)
Publicado en el e-book "Queda lo Cotidiano" 

sábado, agosto 17, 2024

Un poema de Jorge Reis-Sá

Sabes, padre


sabes, padre
 
el pañuelo beige en las paredes de la desembocadura del río
cubría los árboles con su pelaje, al viento
la gorra azul, marinero de pelo rubio
susurraba pequeñas frases a las aguas silenciosas
tu sonrisa tan ligera, daba ternura a tu rostro
esos anteojos, tu pelo en las tardes de sol

o el barco encallado en la arena breve
al lado del castillo por donde paseábamos
yo tú mamá, dos o tres palabras y mi cuerpo
que se te acercaba a ustedes junto al camino

en estas paredes de la desembocadura del río, abiertos al mar
que volaba


Jorge Reis-Sá (Portugal)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
Del libro "A Palavra no Cimo das Águas".
Publicado en https://www.citador.pt/poemas/sabes-pai-jorge-reissa

sábado, agosto 10, 2024

Una canción de Carlos Maria Trindade

La tempestad


La gran nube oscura se va
disuélvese la locura de la tormenta
la marea retrocede ahora plana y lenta
las gaviotas abandonan la tierra sin demora

sobrevuelan en silencio sobre su roca
ya dormida de tanto vacío y espuma
mientras el sol que brilla nuevamente
besa allí toda la arena, ya sin miedo

Fui a ver
Fui a ver
la tempestad
vine a correr

Fui a ver
Fui a ver
la tempestad
vine a decirte

Destrozos de madera en la corriente
dejan ver lo que en otros tiempos fue una proa
pintada con cariño y muchos colores
al estilo de nuestra buena gente

Queda el drama de los que esperan en el acantilado
a quienes Dios ya destinó a la eternidad
y es una lección que contra Dios no existe voluntad
queda la furia calma de la enorme nostalgia


Carlos Maria Trindade ( Portugal)
Canción cantada por Madredeus , puede escucharse en https://www.youtube.com/watch?v=ZxQTyd3jvc0

sábado, agosto 03, 2024

Un texto de Augusto Monterroso

LA SIRENA INCONFORME


    (A mermaid - John William Waterhouse)


Usó todas sus voces, todos sus registros; en cierta forma se extralimitó; quedó afónica quién sabe por cuánto tiempo.

Las otras pronto se dieron cuenta de que era poco lo que podían hacer, de que el aburridor y astuto Ulises había empleado una vez más su ingenio, y con cierto alivio se resignaron a dejarlo pasar.

Ésta no; ésta luchó hasta el final, incluso después de que aquel hombre tan amado y deseado desapareció definitivamente.

Pero el tiempo es terco y pasa y todo vuelve.

Al regreso del héroe, cuando sus compañeras, aleccionadas por la experiencia, ni siquiera tratan de repetir sus vanas insinuaciones, sumisa, con la voz apagada, y persuadida de la inutilidad de su intento, sigue cantando.

Por su parte, más seguro de sí mismo, como quien había viajado tanto, esta vez Ulises se detuvo, desembarcó, le estrechó la mano, escuchó el canto solitario durante un tiempo según él más o menos discreto, y cuando lo consideró oportuno la poseyó ingeniosamente; poco después, de acuerdo con su costumbre, huyó. 

De esta unión nació el fabulosos Hygrós, o sea, “el Húmedo” en nuestro seco español, posteriormente proclamado patrón de las vírgenes solitarias, las pálidas prostitutas que las compañías navieras contratan para entretener a los pasajeros tímidos que en las noches deambulan por las cubiertas de sus vastos trasatlánticos, los pobres, los ricos y otras causas perdidas.




Augusto Monterroso (Guatemala)
Publicado en " La oveja negra y demás fábulas . Editorial Alfaguara (1997)