Matisse, también
Matisse, también, cuando los dedos dejaron de trabajar
Trabajó más y más audazmente, sus colores primarios celebraron
Los matrimonios de la inocencia y la gloria, la inocencia y la gloria
Monet cuando las cataratas cubrieron sus ojos
Pintó volutas de furia, y cuando su vista se recuperó
Pintó nenúfares, Picasso afirmó
Yo no busco, encuentro, y se adhirió a esa historia
Sobre sí mismo e hizo que la historia se cumpliera.
Malditos los padres. Estamos hablando de rebeldía.
Alicia Ostriker (Estados Unidos)
Publicado en Poetry Foundation
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
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