Apenas nunca y siempre
Construímos en el viento
una casa de huesos de ballena.
Insectos de fuego
en las noches de noviembre.
Y al besarnos
se apagó una estrella gris.
Nosotros
que de siempre y nunca hambientos
éramos apenas dos pequeñas piedras
acunamos al lobo
con el agua
de un río de montaña.
Lo demás
fue el tiempo
de un solo largo día.
Gerardo David Curiá ( Argentina)
Publicado en el libro El damero de los sueños ( Ediciones La mariposa y la iguana)
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