Ángel de Paul
Klee
Muchas veces fui el
ángel de Paul Kleeen la escalera profunda. Huérfano.
Donde otra luz no llega
que veladuras de quinqué
quemadas vidrieras de mariposas
atrapadas o la vibración
de una abeja que perdió el rumbo
tal vez.
Muchas veces fui el
ángel de Paul Klee y sobresaltaba
mi pecho un dolor de espinas
abiertas en penumbra. Escuchaba
la voz de otro ángel
el ángel púrpura ( el ángel
de los andrajos que reparte
ungüento a los desamparados).
Entonces mi dolor asomaba
girasol y se volvía a
atenuary suspendida mis horas.
Y no sabía que sabía
que toda piedad es triste.y no sabía si arrojarme
a los callejones sin fin
o quedarme aquí en
el escalón azorado donde
Paul Klee me había pintado.
Beatriz Vallejos (Argentina)
Publicado en el libro El collar de arena (Editorial Municipal de Rosario).
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