(niña en Sudán - foto de agencia Reuters)
La guerra se ha llevado todo
pero ahora tiene algo:
un osito verde
como han de ser los ositos en otros continentes
no negro como ella
En Sudán los colores se ponen en la ropa
para desdramatizar el cuerpo
Qué suerte
el funcionario de Unicef
le ha traído un regalo
Y ella esconde su sonrisa
con la cabeza tejida del muñeco
porque está prohibido reírse todavía
Tiene miedo de que piernas y brazos
sean descosidos de su tela
Quedan veintidós mil minas sobre el terreno
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