....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

lunes, septiembre 30, 2013

un poema de Zachary Schomburg


El hechizo animal

Alguien me contó una vez que los animales son personas hechizadas, y si te enamoras de ellas, el encanto desaparece. Recientemente me enamoré de un cisne trompetero negro. La observé plegar las plumas de su cuello por horas, la contemplé picoteando insectos desde su pecho. Estaba seguro que sería una hermosa novia, pero ella era siempre un cisne trompetero negro. Una vez cepillé el pelo de un caballo por 3 años consecutivos hasta que se desplomó muerto. Lo cierto es que no hay tal hechizo.  El mundo es siempre como es, y siempre como parece. Y el amor es sólo nuestra propia voz amable que susurramos dentro de nuestra propia sangre.

Zachary Schomburg (Estados Unidos)
Publicado en http://www.poetryfoundation.org/poem/245188#
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, septiembre 26, 2013

una canción de Manuca Almeida


Pop zen

Todo lo que vos tenés no es tuyo
Todo lo que vos guardes
No te pertenece ni nunca te pertenecerá
Todo lo que vos tenés no es tuyo
Todo lo que vos guardes
Pertenece al tiempo que todo lo transformará

Sólo es tuyo aquello que das ( x 4)

Todo aquello que vos no te diste cuenta
Todo lo que no quisiste mirar
Es como el tiempo que dejaste pasar
Todo aquello que vos escondiste
Todo lo que no quisiste mostrar
Dejá que el tiempo con tiempo lo va a revelar

Sólo es tuyo aquello que vos das (x 4)

Y el beso que vos diste, es tuyo
Es tu beso ( x 2)


Manuca Almeida (Brasil)
Intérprete: Arnaldo Antunes
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

domingo, septiembre 22, 2013

no le tienen fe


-¿Te enteraste  lo que hizo Fernando?
-Sìii, ni me lo cuentes: se compró una moto. Yo le dije que estaba loco.
-A mí me da miedo, se va a terminar matando…
-Apenas cobró el sueldo, fue derechito a la agencia.
-El es bastante torpe, ¡se va a matar!
-Le pregunté si sabía manejarla, me dijo que no.
-Te lo firmo, eso va a acabar mal, él tiene tendencia a sufrir accidentes. Fijate la otra vez, andando a caballo, se cayó y se lastimó toda la frente. Tenía el ojo en compota.
-¡Es increíble! Yo le dije: ¡con esa plata te comprabas un auto!
-Ma si…que se mate, si es lo que quiere. Es un inconsciente.
-Qué ganas de gastar plata en estupideces…
-Lo conozco, lo conozco, va a tener problemas con esa moto. ¿Cuánto te juego?

miércoles, septiembre 18, 2013

un poema de Matt Simpson

Una rosa de otoño










Tanto, lo sé, depende de mí.
Seamos positivos, me dices.
No siempre fácil cuando, desprovisto de elección,
la capacidad de venir e ir cuando se quiera,
me endurezco en un resentimiento melancólico como un niño
encerrado y castigando al mundo con enojos.

Cuando lo intento funciona,
parece una cosa simple para hacer.

Esta mañana descubro sobre mi escritorio una rosa
traída del jardín, una rosa de Octubre,
y a su lado una carta de amor tímida avergonzándome,
agradeciéndome por ser amable.

Matt Simpson (Gran Bretaña)
Publicado en http://www.argotistonline.co.uk/Simpson%20poems.htm
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

sábado, septiembre 14, 2013

un poema de Merle Feld


Estuvimos de pie juntos

Mi hermano y yo estuvimos en el Sinaí
El guardó un diario
de lo que vio
de lo que escuchó
de todo lo que significó para él

Deseo haber tenido un registro
de lo que me pasó allí

Parece que cada vez que quiero escribir
no puedo
siempre estoy sosteniendo un bebé
uno propio
o uno de un amigo
siempre sosteniendo un bebé
por eso mis manos nunca están libres
para escribir

Y luego
según pasa el tiempo
los datos personales
los datos rigurosos
los quién qué cuándo dónde por qué
se escurren de mí
y todo con lo que me queda es el
sentimiento

Pero los sentimientos son sólo sonidos
la vocal ladrando desde un mudo

Mi hermano está tan seguro de lo que escuchó
después de todo tiene un registro de ello
consonante tras consonante tras consonante

Si lo recordáramos juntos
podríamos recrear el tiempo santo
echando chispas

Merle Feld ( Estados Unidos)
Publicado en Sarah's Daughters Sing: A Sampler of Poems by Jewish Women (Editado por Henny Wenkart )
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

martes, septiembre 10, 2013

algunos microcuentos de Edson Rossatto


Hicieron el test de compatibilidad. Feliz, él festejó los 9,7. Ella no se sacaba los 0,3 de la cabeza.



Entró por una puerta y salió por la otra. Realmente odiaba tomar el subte de San Pablo en la hora pico.



Militó ardientemente contra el gobierno hasta volverse gobierno y reprimir las militancias en su contra.



Edson Rossatto (Brasil)
Publicado en su página http://www.cemtoquescravados.com/
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

viernes, septiembre 06, 2013

un poema de Francisco Carvalho


Burocracia

Ellos te advierten que la aurora fue abolida
por tiempo indeterminado.
Ellos te comunican que el trigo y el viento
van a ser exportados para el arco iris.
Ellos te aconsejan a olvidar
el cuerpo ensangrentado de los acontecimientos.
Ellos te enseñan que el rocío no cae
sobre aquellos que siembran dudas.
Ellos te mandan a vaciar las palabras
de toda la posible reminiscencia.
Ellos te fiscalizan desde lo alto de los edificios
separados en algún dragón lunar.
Ellos te dan un ataúd azul
y te ordenan que es tiempo de morir.

Francisco Carvalho (Brasil)
Publicado en http://www.letraselivros.com.br/livros/textos-escolhidos.html?Name=Value
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

lunes, septiembre 02, 2013

un poema de Muriel Rukeyser


Ser judío en el siglo veinte

Ser judío en el siglo veinte
Es haber recibido un regalo. Si tú lo rechazas
Deseando ser invisible, eliges
La muerte del espíritu, la locura absoluta.
Aceptando, toma la vida entera. Agonías completas:
Tu profundidad nocturna en sangre laberíntica
De aquellos que resisten, fracasan y resisten; y Dios
Reducido a un rehén entre rehenes.
El regalo es un suplicio. No sólo la silenciosa
Tortura, el aislamiento; o la tortura de la carne
Que puede sobrevenir además. Sino también el deseo que acepta,
El espíritu entero y fértil como garantía
Para cada libertad humana, sufriendo para ser libre,
Atreviéndose a vivir para lo imposible.

Muriel Rukeyser (Estados Unidos)
Publicado en
http://rinabeana.com/poemoftheday/index.php/2009/10/18/to-be-a-jew-in-the-twentieth-century-by-muriel-rukeyser/
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, agosto 29, 2013

eterna juventud


El futuro pertenece a los jóvenes.
Eso dice a mulher de preto cada vez que grita a los cuatro puntos cardinales.
No comprendo a la mujer forrada en encaje.
Me dicen que no la escuche, que me limite a observar sus señas, sus ofensas dibujadas.
Con embeleso, una jauría de cuerpos lozanos le tapa la boca.
Ella ladra también, demostrándoles que su cara fértil por el bótox carga la experiencia de los años púberes.
Dolor y odio.
Eso es la juventud al fin de todo.

domingo, agosto 25, 2013

Por la ventana


Por la ventana

 

La ramita de árbol que entró por la ventana

me pegó en la nariz

 

como si yo no tuviera con qué defenderme

 

miércoles, agosto 21, 2013

poemas de Elva Macías

 
 
Los pasos del que viene

I
Danza nocturna de cascos en la piedra,
el joven Wang
cabalga con la lanza de su padre
a la primera cacería.
Ah, tal es su suerte,
cacería inicial:
un jabalí de presa
y el murmullo del grillo.


II
En la tribulación,
en la discordia,
mis dos hermanas no fueron desposadas.
La más joven murió
y la mayor no tuvo quien prodigara su soledad
con versos y canciones.
En mi vieja habitación
el viento entró para llevarse
el dolor que ya no me pertenece.


III
Murió sin fin
la vieja Low Yan
amenazada de ser eterna errante:
carecía de deudos rezadores.


IV
Quién fuera aquel que se perdió en las dunas,
a quien el sol tomó en un abrazo.
Kuan Yin, de rostro femenino,
Lun Yi, mis reducidos pies...
Se fue rayando el Gobi
sin tributarme más que este delirio,
aceptada condena.

Ay, el lamento de mi voz.
¿En dónde estuvo el volumen de mis ojos?
Aquella tarde me creí ciega.
La melodía cesó.
Ya no está aquel que volvía por las tardes
con la presa en las manos.
Ya no canta Sun las seis canciones.
Errante, en el vino y la flor,
no supo contenerse en mi mirada.
Ay, el dolor que me dejó.


V
Paseo la mirada por el estanque,
como un pez dorado lo recorro.


VI
En el té de jazmín
dejo mis ojos.
En el tazón que humea
y se apacigua
dejo mis ojos de mañana.
En el aroma de ayer
que tiene un sorbo,
en la porcelana de los días festivos
dejo absortos mis ojos.


VII
Entre mariposas
y sauces bien nacidos se desliza:
hoja desprendida en el estanque,
y es el agua una tibia limadura


VIII
Olor de insectos es el pozo,
tan sólo dije ah...
y la humedad arrebató mi voz.


IX
En la terraza
las aves duermen
cubiertas con suaves lienzos.
Mi soledad es una pequeña ciudad sitiada.


X
Nada se agita en este verde prado.
Ni la melancolía por el guerrero más audaz,
ni la precisión de Li Jua
en su lenta gimnasia.
Su cuerpo,
una estatuilla,
un dios sin pretensiones.
Inicia un solo movimiento
tapando la luna con la mano.
Mansión de mármol es la luna.
La otra mano se une
acariciando la esfera,
jade blanco en sus largas uñas.
Una pierna se contrae,
lenta pesquiza,
sus brazos se prolongan
en languidez de pesos desiguales.
Un violento virar
desde su planta lo sacude
pero no altera el ritmo
del paisaje.


XI
Toma la voz del grillo
que durmió el verano en mis solapas.


XII
Escribo a Chan Min Shu
un poema de despedida.
Pekín está cubierto de nieve,
ella pinta perdices,
las perdices escriben en la nieve.


XIII
Interrupieron mi labor
mínimos matices
modificando el tedio.
Desde mi regazo
las cuentas se dispersaron,
rodaron hasta la ofrenda última del día:
de inciensos y oraciones
cubro su partida,
se torne seda la muralla
a su paso,
notas de dulzaina
su regreso.


XIV
Anticipo mis pasos
al canto de las primeras aves,
un rumor se agranda
en el envés de las hojas
y en el trajín de los insectos.
Al amanecer,
el puente de piedra indaga
sobre viejos exilios
y mi alma deja de ser un filamento.


XV
Ceremonia al despertar el año.
Ruido de cigarras prisioneras
anuncia los pasos del que viene.
De estandartes y signos precedido,
precedido también de sacerdotes y letrados,
capitanes bajo la púrpura del palio.
En ese prisma del tiempo,
en esa furia
marcada de batallas,
su figura se mueve
con el paso suntuoso
de un pavorreal a punto de iniciar la danza:
Tsao-Tsao, general y señor de las cosechas
y el buen vino.



Elva Macías (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/elva%20macias-174.pdf
 

sábado, agosto 17, 2013

un poema de Jacqueline Osherow


Sitio del cementerio judío, Raciaz, Polonia

¿Por qué preocuparse de que haya un bosque aquí
Donde solía estar el cementerio?
Abetos, abedules, pinos, marcas agradables.
Y la hija del granjero local
Que camina frecuentemente entre estas maderas
Puede mostrarte donde solían estar las marcas.
Te señalará restos de las capas de cemento,
Las cuales (de acuerdo a mi suegro)
Estaban hechas para parecer ropa de cama sobre las tumbas:
Unas pequeñas matas sobre los árboles diseminados,
Desparramando sus raíces entre los huesos,
Quienes probablemente disfruten la compañía de los vivos.
Y en cuanto a las marcas, las marcas robadas,
Mi pensamiento son los huesos, no se olviden de ellos
Ellos saben - ¿no es cierto? - quiénes son.

Jacqueline Osherow (Estados Unidos)
Publicado en Dead Men's Praise (Editorial Grove Press)
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

martes, agosto 13, 2013

un poema de Isaac Felipe Azofeifa


XL

 

Esa imagen inmóvil mientras mueves
hilo y aguja tan acompasada
-mente
se compone y ordena sobre el rayo
que la tarde te envía.
El sol es un carrete dándote hilos.
En su espuma dorada te reclinas
y piensas
un tranquilo pensar mientras descansas.

La tarde mientras tanto cae y apaga
su débil fuego,
y tu imagen se queda para siempre,
-con la espuma dorada que te envuelve,-
inmóvil, mientras
hilo y aguja cosen sueño y sueño
para la bandera
del grato amor sereno que han fundado
hilo y aguja y sol y tú, esta tarde.

 
Isaac Felipe Azofeifa (Costa Rica)
Publicado en Cien poemas de amor (Editorial Universidad Estatal a distancia)

 

viernes, agosto 09, 2013

un poema de Esther Jansma


(Playa San Fernando- Juan Ruiz Ibañez)



Este aquí

Estás caminando sobre la playa: el mar, el horizonte.
el sonido que llena el cuenco de la tierra
hasta la orilla- no, más pequeño.

Insertaste tus zapatos en la arena, cuero.
montañas erosionadas, uno deja una huella
detrás de la otra- no, diferente.

Estás en algún lado, no importa dónde.
siempre en el borde, este tiempo entre
la tierra y el agua, es sobre ahora- no,

Estás recostado en tu vientre. La arena canta por sí misma a partir de ahora,
como el agua, ondulada. Eliges la costilla más pequeña.
montaña. Eliges el grano más pequeño. Tierra.

Esther Jansma (Holanda)
Publicado en http://www.poetryinternationalweb.net/pi/site/poem/item/4263/auto/This-here
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

lunes, agosto 05, 2013

un poema de Alejandro Pidello

María del Agua y las preguntas que tendré que dudé

La niña de la rebelión viaja como nosotros en los trene
tiene ojos tan verdes de pino y salta por sus respuestas
diarias
de discípula palmadita.
Las respuestas
que se estrellan desnudas en forma de aprendiz como
             olor de animales
La casa que viaja altísima!
Sobre el agua más toba
brillan
sus preguntas de si el río, que nos vuelve siempre a los
cuenteros
italianos, de si acaso
la construccuón de los juncos
"mañana después de tocarnos toda la piel quemaremos
                             un kilo de colegios"
La niña era la bruja entrenada de los camalotes.
Se paró conmigo en Ipacaraí
muy llena de caña
porque está mojado el Paraguay y es casi el fin del
                                        siglos XIX por los
caminos perdidos
del agua guaraní del agua junta
" que halla tantas historias
que debemos volvermos en la lluvia colorada del país y
                                                               del pan nuestro
nuestra historia cada cien años"


Alejandro Pidello (Argentina)
Publicado en el libro El Diablo in albis (Ediciones Libros de Alejandría)

jueves, agosto 01, 2013

un poema de Mario Morales

SIN ORILLAS, AMOR, SIN ORILLAS



A lo lejos, el cielo, a lo lejos
              allá donde las aves se hunden en una soledada blanca.
Acá
LA TIERRA estéril,
               el lugar de la pérdida            el lugar del encuentro.

Encuentro en tu carne el olvido de la carne,
el silencio después del silencio        la fuente sin origen.
Encuentro tu boca sellada por mi boca como un astro muerto
que nada sabe       salvo incendiarlo todo      en un himno
                                                                     lejano y sin regreso.

Y es el agua loca del amor o la pena,
la soledad vencida por la soledad,
el anzuelo del exilio que nos confunde hasta ser
la antorcha irremisible que canta en la boca de los muertos.

Así encuentro la pérdida, y te encuentro
otra vez sagrada,      y otra vez lejana
                        como un cielo estéril donde el viento y el deseo
hacen de la tierra un sueño salvaje,      una palabra del ocaso.

Y somos la luz después de toda la muerte
                                                                  y de toda la luz.
HASTA DIOS        HASTA EL FUEGO SIN ORILLAS.

hasta el próximo poema, nada más que hasta el próximo poema,
                                                                                     amor mío.


Mario Morales (Argentina)
Publicado en el libro La distancia infinita (Editorial Fondo de Cultura Económica)

domingo, julio 28, 2013

caballos veloces del nuevo imperio


El procuró ser reconocido
exitoso en los noventa
prometió rescatar el dinero enterrado bajo el piano
Sus antiguos camaradas le rozaban la memoria
pero a él no le dolían
las campanas que  evocaban marejadas de sangre
disfrutaba sin culpas de la niña cautivada

Ella estaba loca, seducida
imaginaba las construcciones arrasadas
los movimientos controlados en pequeños habitáculos
el honor como método antiguo escarnecido
entre risas
dibujaba signos pesos en la espalda del mercenario

Él montaba abrigado
los caballos veloces del nuevo imperio
en vigilia y apuro
con terror de las tacuaras que podían perseguirlo
reatraparlo como cuervo predicante en esa posada de rejas
En la muerte
al fin lo supo
se está solo y desplumado
como un enemigo

miércoles, julio 24, 2013

un poema de Thelma Nava

Mujer inconveniente

Definitivamente no, señora mía,
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros
abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas
y espera con la crema puesta la cuota semanaria del
amor.
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido
como lo hago yo
tranquila y resignadamente con usted.

Thelma Nava (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/thelma%20nava-175.pdf

sábado, julio 20, 2013

campo de batalla


Intentó saltar sobre el alambre de púas
y en la primera parada recordó la vejez
que tenía guardada en el papel de aluminio
polvoriento
con más fotos
en esa juventud ya atardecía su piel
roída de batallas que conformaban historia
sobre el campo
se detuvo enfriándose inevitablemente
el corazón
gota de plomo que se derramó
como una oración desde su boca

martes, julio 16, 2013

un poema de Richard Prior


El juego nocturno


Tomo mi asiento en la mesa, mezclo las cartas, arrojo
los dados y giro las cubiertas brillantes a través
de la superficie.
Los jugadores usan máscaras. La casa huele a quemado.
Mi pobre mano se revela en la segunda rueda
y estoy hecho para remover mi camisa, tiro una moneda
de 25 dentro  del frasco.
Los jugadores no hablan. Las paredes de la casa son delgadas.
a este punto estoy sudando, nadie más comparte
mi anticipación como la rueda derrapa, cliquea
y se enlentece.
Los jugadores se inclinan hacia adelante. El aire de la casa sabe a metal.
Tiro la última carta y encuentro que es una fotografía
mía, sentado en una mesa vacía. El día se rompe
como un jarrón caído.

Richard Prior (Canadá)
Publicado en  http://www.ditchpoetry.com/michaelprior.htm
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

viernes, julio 12, 2013

la eterna pelea


Hay sueños horribles de explicar
muy ecuménicos.
Una mujer lleva una serpiente entre sus manos
no es larga, es negra,
se enreda en cada cosa y saca su áspid para tocarme
Me escapo
La mujer se ríe, disfruta el miedo ajeno
Con esa lengua larga y asquerosa
la víbora se acerca a una biblioteca
Más ligera que el rezo
arroja al suelo el cd de Chico Buarque
Una angustia vibra en mí
algo me revela que el mal sale desde esa palma tibia
lo intuyo porque ese animal me precede en el tiempo
¿Quién es Chico, su enemigo?
Es la pregunta que no me quiero hacer, supersticiosa.
Pero hasta la turma de Mónica lo sabe.

lunes, julio 08, 2013

un poema de Reetika Vazirani


Independencia

 
Mussoorie, Uttar Pradesh, India, 1947

 
Cuando tenía 9 años, los británicos dejaron
India. El director dice “La Gran Revolución
lo empezó”. Repetimos
La Gran Revolución de 1857
en nuestras voces estridentes. Incluso
Akbar fue Grande, incluso Catherine,
Grande! Nos reímos nerviosamente sobre la Historia. Nos da
vuelta la espalda: vemos su cuello de granos rosas.

Perdón, los Británicos yéndose?  Le suplicamos.
“ Esto difícilmente sea un chiste o una prueba—
pónganse en guardia y estén alertas” nos espeta.
“ esto es sobre trenes y barcos
que ustedes aman y nombres de ciudades. Y por mi parte
yo estoy viejo, terminaré en una biblioteca,
comencé en el comercio”. Pero usted tiene que quedarse,
le decimos. El vivió aquí de la misma manera que hemos vivido

pero más tiempo. Él dice que estaba vivo
en Calcuta en 1890. No tuvo un
padre rico. Un tercer hijo, vino con
la Compañía de Té: él vio un aviso
en su oficina. La compañía construyó
las vías férreas para tomar el té “del hogar a Inglaterra”
de manera tal que Darjeeling y Assam
podrían ser sorbidos por todos, nosotros y ellos.

Ellos vendieron nuestro vecino del sur Ceylán
seda, pimienta, diamantes, algodón.
Hicimos un negocio por supuesto. En Inglaterra
sólo hay lana y sal y
snobs y clima nublado, Shakespeare.

 
Reetika Vazirani (India)
Publicado en http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/15905
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, julio 04, 2013

la foto y los antílopes

(Orix en Namibia- National Geographic- Mikael Stiller)
 
 
Alguien creería que viven en destierro
pero sólo son vértigo sus astas
su errancia no tiene límites
los mapas desconocen sus trayectos
cada mañana es un día inesperado
traspasan las faenas pero no es holganza
los horarios echados al sol
la mirada perpetua amarrada al horizonte

ni peregrino ni viajero
podemos aprender
lo que nos ha sido vedado
los rayos de luz directos en el vientre
y no sentirnos solos
porque está el silencio, la luna
la alianza con el viento
el matrimonio inquebrantable de la sombra con la arena

los antílopes dan pasos y se alejan
tornándose pequeñas cicatrices
como aquellas aldeas sucesivas divergentes
el hombre quiere alterar los ritmos de sueño y de vigilia
arroja con envidia su lanza
la foto restringe la libertad
captura
            lentamente

               mata