Las rocas intercambian
los hombres y mujeres cuyos nombres
tenían la forma del camino
Nada extrajeron de ellos
ni una injuria ni un insulto ni un secreto
Con la picota
arrancando las piedras a los muros
y la transparencia
limpiando la espuma desarmada
este vértigo de catacumbas
ha entrado al amanecer de lo caduco.
Antigua forma del acero que no se oxida
el discurso en laberinto
se encripta entre los dobleces de la jornada
se enlaza en esta huida
demorada
despedazada
hace 20 años.
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