De a poco se apagan los timbales
No sirven para nada
pechos fríos
estos indios no se hicieron para el ataque
Mirad sus nombres
por cada uno de ellos pagarían millones
no por lo que piensan sus cabezas
sino por la forma en que utilizan las armas
Pero qué monstruoso
No alcanzaron los susurros
los jadeos ni los gritos
ni ese gringo infiltrado que prometía
dejar a los enemigos sin espada
No somos favoritos
repetían antes de la batalla como un conjuro
pidiéndole a los dioses que no los abandonaran
Pero el invasor nos acorraló de entrada
Alguno intentó custodiar la tierra
usando boleadoras
no hizo falta
los conquistadores corrían a la velocidad
de los fantasmas que habrían de gestar
Y así nos congregamos
Retazos de banderas sin ceremonias
las mujeres y los niños llorando
Los viejos espantan los sueños
de las viejas armaduras que una vez enfrentaron
analizando estrategias
sosteniendo hipótesis de travesías
recordando huesos partidos y otras crueldades
La guerra ya no es nuestra
Por eso lamemos la cabeza
la barba envejecida del cacique
una guadaña para ese cuerpo que adoramos
-lejanos tiempos
los indios
que se lanzaban en equipo-
Ahora lo iremos a descuartizar.
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