SIN ORILLAS, AMOR, SIN ORILLAS
A lo lejos, el cielo, a lo lejos
allá donde las aves se hunden en una soledada blanca.
Acá
LA TIERRA estéril,
el lugar de la pérdida el lugar del encuentro.
Encuentro en tu carne el olvido de la carne,
el silencio después del silencio la fuente sin origen.
Encuentro tu boca sellada por mi boca como un astro muerto
que nada sabe salvo incendiarlo todo en un himno
lejano y sin regreso.
Y es el agua loca del amor o la pena,
la soledad vencida por la soledad,
el anzuelo del exilio que nos confunde hasta ser
la antorcha irremisible que canta en la boca de los muertos.
Así encuentro la pérdida, y te encuentro
otra vez sagrada, y otra vez lejana
como un cielo estéril donde el viento y el deseo
hacen de la tierra un sueño salvaje, una palabra del ocaso.
Y somos la luz después de toda la muerte
y de toda la luz.
HASTA DIOS HASTA EL FUEGO SIN ORILLAS.
hasta el próximo poema, nada más que hasta el próximo poema,
amor mío.
Mario Morales (Argentina)
Publicado en el libro La distancia infinita (Editorial Fondo de Cultura Económica)
....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)
jueves, agosto 01, 2013
domingo, julio 28, 2013
caballos veloces del nuevo imperio
El procuró ser reconocido
exitoso en los noventaprometió rescatar el dinero enterrado bajo el piano
Sus antiguos camaradas le rozaban la memoria
pero a él no le dolían
las campanas que evocaban marejadas de sangre
disfrutaba sin culpas de la niña cautivada
Ella estaba loca, seducida
imaginaba las construcciones arrasadaslos movimientos controlados en pequeños habitáculos
el honor como método antiguo escarnecido
entre risas
dibujaba signos pesos en la espalda del mercenario
Él montaba abrigado
los caballos veloces del nuevo
imperioen vigilia y apuro
con terror de las tacuaras que podían perseguirlo
reatraparlo como cuervo predicante en esa posada de rejas
En la muerte
al fin lo supo
se está solo y desplumado
como un enemigo
miércoles, julio 24, 2013
un poema de Thelma Nava
Mujer inconveniente
Definitivamente no, señora mía,
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros
abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas
y espera con la crema puesta la cuota semanaria del
amor.
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido
como lo hago yo
tranquila y resignadamente con usted.
Thelma Nava (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/thelma%20nava-175.pdf
Definitivamente no, señora mía,
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros
abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas
y espera con la crema puesta la cuota semanaria del
amor.
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido
como lo hago yo
tranquila y resignadamente con usted.
Thelma Nava (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/thelma%20nava-175.pdf
sábado, julio 20, 2013
campo de batalla
Intentó saltar
sobre el alambre de púas
y en la primera
parada recordó la vejez que tenía guardada en el papel de aluminio
polvoriento
con más fotos
en esa juventud ya atardecía su piel
roída de batallas que conformaban historia
sobre el campo
se detuvo enfriándose inevitablemente
el corazón
gota de plomo que se derramó
como una oración desde su boca
martes, julio 16, 2013
un poema de Richard Prior
El juego nocturno
Tomo mi asiento en la mesa,
mezclo las cartas, arrojo
los dados y giro las cubiertas
brillantes a través de la superficie.
Los jugadores usan máscaras. La casa huele a quemado.
Mi pobre mano se revela en la segunda rueda
y estoy hecho para remover mi camisa, tiro una moneda
de 25 dentro del frasco.
Los jugadores no hablan. Las paredes de la casa son delgadas.
a este punto estoy sudando, nadie más comparte
mi anticipación como la rueda derrapa, cliquea
y se enlentece.
Los jugadores se inclinan hacia adelante. El aire de la casa sabe a metal.
Tiro la última carta y encuentro que es una fotografía
mía, sentado en una mesa vacía. El día se rompe
como un jarrón caído.
Publicado en http://www.ditchpoetry.com/michaelprior.htm
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
viernes, julio 12, 2013
la eterna pelea
Hay sueños horribles de explicar
muy ecuménicos.Una mujer lleva una serpiente entre sus manos
no es larga, es negra,
se enreda en cada cosa y saca su áspid para tocarme
Me escapo
La mujer se ríe, disfruta el miedo ajeno
Con esa lengua larga y asquerosa
la víbora se acerca a una biblioteca
Más ligera que el rezo
arroja al suelo el cd de Chico Buarque
Una angustia vibra en mí
algo me revela que el mal sale desde esa palma tibia
lo intuyo porque ese animal me precede en el tiempo
¿Quién es Chico, su enemigo?
Es la pregunta que no me quiero hacer, supersticiosa.
Pero hasta la turma de Mónica lo sabe.
lunes, julio 08, 2013
un poema de Reetika Vazirani
Independencia
India. El director dice “La Gran Revolución
lo empezó”. Repetimos
La Gran Revolución de 1857
en nuestras voces estridentes. Incluso
Akbar fue Grande, incluso Catherine,
Grande! Nos reímos nerviosamente sobre la Historia. Nos da
vuelta la espalda: vemos su cuello de granos rosas.
Perdón, los Británicos yéndose? Le suplicamos.
“ Esto difícilmente sea un chiste o una
prueba—pónganse en guardia y estén alertas” nos espeta.
“ esto es sobre trenes y barcos
que ustedes aman y nombres de ciudades. Y por mi parte
yo estoy viejo, terminaré en una biblioteca,
comencé en el comercio”. Pero usted tiene que quedarse,
le decimos. El vivió aquí de la misma manera que hemos vivido
pero más tiempo. Él dice que estaba vivo
en Calcuta en 1890. No tuvo un padre rico. Un tercer hijo, vino con
la Compañía de Té: él vio un aviso
en su oficina. La compañía construyó
las vías férreas para tomar el té “del hogar a Inglaterra”
de manera tal que Darjeeling y Assam
podrían ser sorbidos por todos, nosotros y ellos.
Ellos vendieron nuestro vecino del sur Ceylán
seda, pimienta, diamantes, algodón.Hicimos un negocio por supuesto. En Inglaterra
sólo hay lana y sal y
snobs y clima nublado, Shakespeare.
Publicado en http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/15905
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
jueves, julio 04, 2013
la foto y los antílopes
(Orix en Namibia- National Geographic- Mikael Stiller)
Alguien
creería que viven en destierro
pero sólo son
vértigo sus astassu errancia no tiene límites
los mapas desconocen sus trayectos
cada mañana es un día inesperado
traspasan las faenas pero no es holganza
los horarios echados al sol
la mirada perpetua amarrada al horizonte
ni peregrino ni
viajero
podemos aprenderlo que nos ha sido vedado
los rayos de luz directos en el vientre
y no sentirnos solos
porque está el silencio, la luna
la alianza con el viento
el matrimonio inquebrantable de la sombra con la arena
los antílopes dan
pasos y se alejan
tornándose pequeñas
cicatrices como aquellas aldeas sucesivas divergentes
el hombre quiere alterar los ritmos de sueño y de vigilia
arroja con envidia su lanza
la foto restringe la libertad
captura
lentamente
mata
domingo, junio 30, 2013
un poema de Enzia Verduchi
Señora Lexotan
Qué son seis miligramos
tres veces al día si con ello
se pueden anestesiar los sentimientos,
si controla la ansiedad del todo.
No ríes, no lloras, no percibes
ni el principio ni el fin del mundo.
Basta con abrir la boca:
el ama de casa no es indecisa
ante la gama del supermercado;
los adúlteros no discuten
la orfandad en el tálamo;
nada agrede al taxista
sólo el alto que obliga el rojo.
Señora Lexotán, con usted
no hay cabeza que perder.
Enzia Verduchi (México)
Publicado en http://www.poemaspoetas.com/enzia-verduchi/senora-lexotan
Qué son seis miligramos
tres veces al día si con ello
se pueden anestesiar los sentimientos,
si controla la ansiedad del todo.
No ríes, no lloras, no percibes
ni el principio ni el fin del mundo.
Basta con abrir la boca:
el ama de casa no es indecisa
ante la gama del supermercado;
los adúlteros no discuten
la orfandad en el tálamo;
nada agrede al taxista
sólo el alto que obliga el rojo.
Señora Lexotán, con usted
no hay cabeza que perder.
Enzia Verduchi (México)
Publicado en http://www.poemaspoetas.com/enzia-verduchi/senora-lexotan
miércoles, junio 26, 2013
un poema de Claudia Hernández de Valle-Arizpe
Parque Forest
Ecuatoriano en un sector
español en el otro
marroquí en su explanada central.
Cada flanco una lengua diferente,
una comida distinta, un juego
para éste o aquel: allá el tenis,
aquí el futbol.
Venta de empanadas con azúcar
en el mismo lugar donde hace días
unos inmigrantes mataron a otro.
Ayer llegó la madre desde Quito
a recoger el cadáver.
Hoy domingo una familia come
berenjenas en caldo de tomate.
Con túnicas negras de la cabeza a los pies,
me sonríen las mujeres cuando me detengo
a ver su mantel y sus ollas sobre el césped.
Respira, respiro, y a lo lejos,
detrás de una loma, en el ala norte,
tres muchachas desnudas toman el sol.
En la senda más lóbrega
una pareja de viejos cecea
su eterna queja por este clima
y su odio hacia los moros “que están en todas partes”.
Entre las ramas de los tilos
el despropósito de cotorras trasatlánticas
advierte sobre las imparables,
benditas migraciones.
Claudia Hernández de Valle-Arizpe (México)
Publicado por http://www.revistasincope.com/site/2011/10/18/tres-poemas-%E2%80%A2-por-claudia-hernandez/
Ecuatoriano en un sector
español en el otro
marroquí en su explanada central.
Cada flanco una lengua diferente,
una comida distinta, un juego
para éste o aquel: allá el tenis,
aquí el futbol.
Venta de empanadas con azúcar
en el mismo lugar donde hace días
unos inmigrantes mataron a otro.
Ayer llegó la madre desde Quito
a recoger el cadáver.
Hoy domingo una familia come
berenjenas en caldo de tomate.
Con túnicas negras de la cabeza a los pies,
me sonríen las mujeres cuando me detengo
a ver su mantel y sus ollas sobre el césped.
Respira, respiro, y a lo lejos,
detrás de una loma, en el ala norte,
tres muchachas desnudas toman el sol.
En la senda más lóbrega
una pareja de viejos cecea
su eterna queja por este clima
y su odio hacia los moros “que están en todas partes”.
Entre las ramas de los tilos
el despropósito de cotorras trasatlánticas
advierte sobre las imparables,
benditas migraciones.
Claudia Hernández de Valle-Arizpe (México)
Publicado por http://www.revistasincope.com/site/2011/10/18/tres-poemas-%E2%80%A2-por-claudia-hernandez/
sábado, junio 22, 2013
algunos microcuentos de Carlos Seabra
365 - Hitchcock
A Olga le gustaba tanto vivir con seguridad momentos de
miedo, que siempre colocaba fondos musicales de películas de Hitchcock al bañarse
en la ducha.
350 - Madama
En el Congreso Nacional, ningún bloque tenía tantos
diputados como la agenda de aquella madama.
291 -
Falsificador
¡Qué injusticia!-
pensaba el falsificador, preso con varios documentos de identidad. Fernando
Pessoa tenía heterónimos y nunca fue a la cárcel.
Carlos Seabra (Brasil)
Publicados en su blog http://microcontosdocarlos.blogspot.com.ar/Traducidos del portugués por Myriam Rozenberg
martes, junio 18, 2013
una canción de Renato Teixeira
Sé que el horizonte de este camino
No puede acabar en nada
Vos habrás de sonreir para mí
Pero las palabras no dirán
Si los vientos que nos llevarán
Vendrán
Sé que las apariencias no engañan
Cuando aparentemente inflaman
Mi mirada y tu mirada
Prefiero no me arrepentir
A simplemente no decir
Te amo
Y cuando el día nazca
Vos abrirás la ventana
Y dejarás el sol entrar
Y dejarás el sol entrar
Por la ventana
Renato Teixeira (Brasil)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
No puede acabar en nada
Vos habrás de sonreir para mí
Pero las palabras no dirán
Si los vientos que nos llevarán
Vendrán
Sé que las apariencias no engañan
Cuando aparentemente inflaman
Mi mirada y tu mirada
Prefiero no me arrepentir
A simplemente no decir
Te amo
Y cuando el día nazca
Vos abrirás la ventana
Y dejarás el sol entrar
Y dejarás el sol entrar
Por la ventana
Renato Teixeira (Brasil)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
viernes, junio 14, 2013
un poema de Marcia Arrieta
los viajantes
Traducido por Myriam Rozenberg
borramos los
recuerdos o los recuerdos nos borran. nos volvemos el hámster, la tortuga, la carpa
dorada, el asistente del mago, o la garza azul. asumimos la vida de los otros-doctores,
maestros, abogados, poetas, músicos. inventamos personajes o nos volvemos
personajes. personajes con sables claros, dragones, o árboles. somos todos enigmas. raramente hablamos.
Marcia
Arrieta (Estados Unidos)
Publicado por
http://www.blazevox.org/BX%20Covers/BXFall2012/marcia%20arrieta%20-%20Fall%2012.pdfTraducido por Myriam Rozenberg
lunes, junio 10, 2013
la enfermedad desconocida
La farmacia de enfrente del hospital recibe a un
cliente. Viene a comprar barbijos.
Cuenta que, separado por un tabique donde se
encuentra internada su madre, hay un paciente que tose. Tose mucho, y los
médicos que vienen a verlo, marchan vestidos como si fueran personajes de una
película de catástrofe norteamericana, con uniformes blancos y unos cubrebocas
con filtros.
El señor escuchó a los doctores preguntar a los
familiares: ¿Tomaron las pastillas que
les dijimos?
Es indudable que es algo contagioso. Pero ¿por qué
no informan a los pacientes vecinos? ¿Y si hay una infección masiva dentro del
nosocomio?
El farmacéutico comenta: Yo, que usted, pediría el traslado de su madre.
En
eso estoy, contesta
preocupado el cliente. Ante el temor, gasta el dinero en una caja de barbijos. Quizás
no sirva para mucho, pero peor es no estar prevenido.
jueves, junio 06, 2013
un poema de Hal Sirowitz
Fingiendo
a músicos Blancos fingiendo que eran
Negros. Y la gente que estaba al lado nuestro saltaba
para arriba & abajo, fingiendo que eran estrellas de rock.
Y puse mi mano en tu rodilla, fingiendo
que era tu amante. Permaneciste distante. Por qué
tenías que ser la única en insistir en ser tú misma?
Publicado en http://www.thing.net/~grist/golpub/golmag/gol7/gsirowit.htm
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
domingo, junio 02, 2013
formalidades
Cuando se presentó el nuevo encargado de seguridad
e higiene, anunció la realización por enésima vez de un simulacro de incendio.
Los comentarios que se hicieron fueron “Otra vez lo
mismo”, “Estas cosas no sirven para nada”, “Solo nos hacen perder más tiempo”.
Entonces alguien preguntó si, en el simulacro, el
personal de limpieza también tenía que participar.
“Obviamente”, contestó el encargado, “Se trata de reproducir
situaciones reales”.
“Pues bien”, agregó ese alguien que había
preguntado.”La última vez, las chicas de limpieza que están escondidas en un
cuartito al fondo que ni siquiera tiene teléfono, salieron detrás de nosotros
porque nos vieron huir, y una de ellas caminó por encima del supuesto foco. Si hubiera
sido un siniestro real, la chica hoy sería cenizas. No olvido la sorpresa de uno de los hombres de
seguridad, cuando la vio emerger, atravesando el fuego imaginario , como si hubiera sido un mueble que no tenía obligación de
desplazarse”.
“Buen dato” dijo con suficiencia el encargado de
seguridad e higiene. El también ignoraba dónde estaba el cuartito donde
descansaban las chicas y guardaban, además, los enseres de limpieza, que por
otro lado, son perfectamente inflamables.
jueves, mayo 30, 2013
un poema de Shota Iatashvili
Un beso
Cuando tienes diabetes por deficiencia de palabras,
Tres cucharaditas de palabrasPongo en tu sangre y las mezclo bien,
Al mismo tiempo irrumpo en respiración
De manera que la enfrío rápidamente y
Luego pongo el borde de la taza
En mis labios.
Mientras tanto tomo la taza
Con ambas manos,Sujetándola fuertemente.
Y cuando coloco la taza vacía
Sobre el suelo y desde el fondo de ellaEscucho ciertos sonidos
Dubitativos sublevándose,
Siento en ellos
La dulzura
Lingüística
Del azúcar que agregué.
Publicado en http://www.poetryinternationalweb.net/pi/site/poem/item/11299/auto/A-KISS
Traducido al inglés por Donald Rayfield
Traducido al español por Myriam Rozenberg
domingo, mayo 26, 2013
pared de hospital
(foto: Hospital Santojanni- Myriam Rozenberg)
Su sueño era poder colocar la inscripción en la pared del hospital. Siempre que pasaba con el 4 se esforzaba por mirar lo que ya estaba escrito. Cuando a él le tocara, no iba a ser menos, nada de dejar pasar la oportunidad.
Por eso, pensando
en el momento clave, llevó no sólo los documentos de su mujer sino también un
marcador negro de trazo grande, indeleble.
No le importaba
si había gente que le parecía vulgar. Una vez había escuchado a una señora
decir que esas leyendas eran como las placas en las tumbas de los cementerios,
despedidas definitivas en un cuadrado de mármol o bronce. Pero él disentía, ahí
se recordaba a los muertos y esto era completamente diferente.
Mientras su mujer
estaba sufriendo en la sala, él observaba dónde quedaría mejor, si sobre la
pared más externa, si en la interna detrás de la rampa para sillas de ruedas, o
en el hallcito de espera. Sería afuera, para que fuera más notoria, detrás de la
escritura de ese padre que había puesto con un marcador y haciendo sombra que Aká nació Tiziano. Se detuvo también ante las otras
leyendas: “Acá nació Valentín Tomás 17/11/12 a las 20:31 te amamos, papá, mamá,
abus y tíos”, “ Acá nació Renata 13 noviembre 2012 Te amamos papá y mamá”.
Estaba nervioso,
aún el médico no salían. En la salita de espera, junto a él, estaban reunidas
unas chicas esperando a otra parturienta, la hermana de aquellas, que desde
hace largas horas venía luchando para concretar el parto.
Parece que era
difícil ser madre, y él meditaba, sería difícil ser padre también. Tener un
trabajo que ahora no tenía, levantarse a la noche ante el llanto de su hija, cambiarle
los pañales, cuidarla mientras la madre hacía la limpieza en la casa de la
patrona, bañarla en el fuentón de lata.
Se rascaba la
cabeza, reflexionando en todo esto cuando
apareció el médico por fin, avisando que la nena había nacido. Antes de
entrar a ver a su mujer, corrió desesperado a grabar en el muro pintado de
ocre: “Acá nació Uma, te amo, papá”.
Vio venir a las chicas que esperaban, una de ellas también
buscaba un lugar donde escribir. Curioso, esperó a ver cuál sería ahora la
inscripción, entonces leyó: “Mariela,
dale, nena, nacé, tus tías”.
Evidentemente había gente con situaciones más complicadas,
pensó, y corrió a abrazar a su mujer y a esa pequeña bebé que tantas alegrías
le traería.
miércoles, mayo 22, 2013
un poema de María Kril
(Gallo, gallinas y pollos - Manuel Dominguez)
El ritual
Era normal matar una gallina.
Mi padre aparecía
y el cuchillo brillaba.
Ella entregaba el cuello
y caía enrojecida como una ciruela madura.
Agua caliente, vahos de horror,
saliva burbujeante,
globos que ascendían sin alas,
deshojada y desnuda frente a mis ojos.
La mortaja del aceite en la cocina;
no había rezos ni flores,
ni llanto, ni vacío,
sólo un ángel que limpiaba el patio.
Devoradores, todos aplaudían el ritual
y vestían la mesa de contentas ensaladas,
de cálidos zapallos y tomates.
Esperaban, ansiosos
envueltos en pan, la primer dentellada.
Y yo, en silencio,
como la novia que enciende el cuello,
comía muerte sin saberlo
y me llenaba de plumas la garganta.
María Kril (Argentina)
Publicado en La que mira la puerta (Ediciones Tren de la palabra)
sábado, mayo 18, 2013
como ese libro de poemas
Como ese libro de
poemas. Con portada impecable y leve decoloración
en el lomo.
Hay una atracción
en su interior-sólo funciona adentro de la casa- con precios irrisorios, accesibles.
Son rostros
humanos los que salen de sus sillas, cautivados por esa rica variedad de poesía
(plisados y arrugas de origami, sencillos y, al mismo tiempo, extravagantes).
Al penetrar en
esas hojas, un jardín acogedor hace olvidar el exceso de barniz que albergó una
vez en la envoltura.
Hoy segrega el olor desagradable de lo que se desgasta.
martes, mayo 14, 2013
un poema de Moshe Dor
Topografìa
Mi tierra natal es
tu tierra del cuerpo:tus pechos - las colinas
de Jerusalem
tu vientre - el valle costero,
y entre tus cosas a veces
la salinidad del Mar Muerto
y a veces
el dulce Kinneret.
Moshe Dor (Israel)
Publicado en http://pionline.wordpress.com/2012/12/06/interview-with-poet-moshe-dor-and-translator-barbara-goldberg/Traducido del hebreo por Barbara Goldberg
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
viernes, mayo 10, 2013
un poema de Jorge Prieto
Ser libre
Ellos me trajeron.
Quisieron que mirara
para un lado
otras veces
al revés,
de reojo nada
y hacia adentro nunca.
Cuando les pareció
me vendieron.
Ni el precio me dejaron ver.
Jorge Prieto (Argentina)
Publicado en el libro Album de esperas y otros asuntos (Ediciones El mono armado).
Ellos me trajeron.
Quisieron que mirara
para un lado
otras veces
al revés,
de reojo nada
y hacia adentro nunca.
Cuando les pareció
me vendieron.
Ni el precio me dejaron ver.
Jorge Prieto (Argentina)
Publicado en el libro Album de esperas y otros asuntos (Ediciones El mono armado).
lunes, mayo 06, 2013
un poema de Ibn Al Labanna
Al-Mutamid y su
familia van al exilio
Olvidaré todo
excepto la mañanaal lado del Guadalquivir
cuando fueron llevados hacia los barcos
como los muertos a sus tumbas.
Multitudes que empujaban cubrían ambas orillas
para verlos, perlas preciosas,
sin rumbo en la espuma del río.
Las jovencitas dejaron caer sus velos
arañaron sus rostros,
y rasgaron sus vestiduras.
En el momento en que se fueron,
una conmoción
interminable liberóuna protesta atronadora
de despedidas y lamentos.
Ibn Al Labanna
(Taifa de Mallorca )
Publicado
en Poems for the Milennium Volume four (Universidad de California)Traducido del árabe al inglés por Cola Franzen
Traducido del inglés al español por Myriam Rozenberg
jueves, mayo 02, 2013
un poema de María del Rosario Andrada
En las cuerdas invisibles
la araña
atrapa insectos de colores,
destroza sus cabezas,
cuelga como trofeos
lo que resta.
Aún el reptil jadea bajo el agua
y espera que la luz
señale
el momento exacto para emerger.
La noche es cálida, sofocante
y se prolonga en el infinito
sin pausa.
También el magma
se escurre
silencioso,
incandescente
por las rocas.
Desde entonces el equilibrio
fue el desorden.
Dios bendijo los días y las noches
y sentenció al hombre.
María del Rosario Andrada (Argentina)
Publicado en el libro Ultimo resplandor (Ediciones del Dock).
la araña
atrapa insectos de colores,
destroza sus cabezas,
cuelga como trofeos
lo que resta.
Aún el reptil jadea bajo el agua
y espera que la luz
señale
el momento exacto para emerger.
La noche es cálida, sofocante
y se prolonga en el infinito
sin pausa.
También el magma
se escurre
silencioso,
incandescente
por las rocas.
Desde entonces el equilibrio
fue el desorden.
Dios bendijo los días y las noches
y sentenció al hombre.
María del Rosario Andrada (Argentina)
Publicado en el libro Ultimo resplandor (Ediciones del Dock).
lunes, abril 29, 2013
La violencia invertida
No hace mucho tiempo, durante la función de un circo en un país de América
Latina, un domador fue atacado por un tigre.
Este le clavó las garras en el cuello, abriéndole un hueco tan grande
como el canal de Panamá, y el domador comenzó a sangrar a borbotones hasta que
finalmente murió.
En el momento del ataque, los espectadores comenzaron a gritar, las madres
escondieron los ojos azorados de los niños para que no pudieran ver la aparición
inesperada de la muerte en la arena. La gente, que tan valientemente porta
armas para defenderse de la violencia urbana, hábito que defiende en los
canales de televisión, escapó dando aullidos superiores a los proferidos por el
felino.
Los diarios titularon frases similares a “HORROR EN EL CIRCO” en una tipografía
morbosa, y los ciudadanos de bien se arremolinaron ante la morgue judicial para
exigir que mataran a la bestia o que por lo menos le quitaran las garras, así
aprendería.
De los golpes y castigos que recibía el tigre para ser domado, nunca nadie
habló.
jueves, abril 25, 2013
un poema de Marie - Claire Blais
El mar en las
manos
Contigo todo en torno de mi silla como un hombre que grita
Contigo que me haces reír dentro de mis lágrimas,
Quiero ver los bosques plenos de cabelleras de niños,
Y esos niños tiernos, mejillas contra las flores, en todas partes dormidos
Sí, Música, todavía….todavía un poco de tiempo!
Oh, Música, jamás….jamás la sangre,
Deja que la noche plante la luna púrpura como un conciertoDeja cantar los anillos en los dedos de los novios
Y que todas las bocas que se echen a reír en dulces fragmentos,
Oh Música, oh!, No, nunca más sangre
Porque la Tierra es una bello violín de brazos tendidos, de brazos de amante
Al menos, Música, vela el rojo…un momento.
Oh, Música, Amor y perdón, clamor de las catedrales
Arde, arde, punto
culminante celestial que ilumina los
fines del mundo,Oh, Música, todavía un poco de tiempo
Contigo en torno de mi silla como un hombre que ruega,
Sin saber cómo,
No, jamás, nunca jamás la sangre!
Marie -
Claire Blais (Canadá)
Publicado en http://francais.agonia.net/index.php/poetry/1786776/La_Mer_Dans_Les_MainsTraducido del francés por Myriam Rozenberg
domingo, abril 21, 2013
un poema de Moncef el Whaybi
El gato andaluz
A Rosa Alice Branco
Deambulábamos en Albaiazin
El deambulaba
Subíamos las escaleras de piedra
Él hacía lo mismo
Descendíamos
Él descendía
Atravesábamos el río Aldarou
Atravesaba
Subíamos la pendiente hacia la Alhambra
Él hacía lo mismo
Nos crecían las alas a partir de los arabescos de Abi Abdallah
Se proveía las alas
Fallábamos en transformarnos en pájaros
Él nos imitaba
Quién le habría hablado de nosotros a este gato andaluz?
Y por qué nos seguía?
Cuando regresamos para nuestra primer noche
Y cuando abrí la puerta
Vino a mi encuentro
Se frotó contra mí
Y se fue arrastrando una cola tan azul
Como la noche
Pero cuando desfondamos nuestra
Primera selva
E hicimos un colchón de follaje
Saltamos- en las tinieblas- de una rama a otra
Esta piel azul es la tuya o la mía?
Esta voz, es el eco de la gata o del
Néctar de las abejas?
Esta piel bajo el ombligo
Es la de un felino o de una ardilla?
Estábamos en el primer lenguaje de la arcilla
A deshacernos las luces de nuestros cuerpos
Y penetrábamos en las entrañas de la tierra
Fallábamos en transformarnos en pájaros
Cuando el gato andaluz abrió la puerta…
Moncef el Whaybi (Túnez)
Publicado en http://www.titexte.net/texte/afficher/4194
Traducido del árabe al francés por Abdelmajid Youcef
Traducido del francés al español por Myriam Rozenberg
Un gato andaluz que miraba a
través de un cristal negro
Nos seguía toda la jornada a
través de GranadaDeambulábamos en Albaiazin
El deambulaba
Subíamos las escaleras de piedra
Él hacía lo mismo
Descendíamos
Él descendía
Atravesábamos el río Aldarou
Atravesaba
Subíamos la pendiente hacia la Alhambra
Él hacía lo mismo
Nos crecían las alas a partir de los arabescos de Abi Abdallah
Se proveía las alas
Fallábamos en transformarnos en pájaros
Él nos imitaba
Quién le habría hablado de nosotros a este gato andaluz?
Y por qué nos seguía?
Cuando regresamos para nuestra primer noche
Y cuando abrí la puerta
Vino a mi encuentro
Se frotó contra mí
Y se fue arrastrando una cola tan azul
Como la noche
Pero cuando desfondamos nuestra
Primera selva
E hicimos un colchón de follaje
Saltamos- en las tinieblas- de una rama a otra
Esta piel azul es la tuya o la mía?
Esta voz, es el eco de la gata o del
Néctar de las abejas?
Esta piel bajo el ombligo
Es la de un felino o de una ardilla?
Estábamos en el primer lenguaje de la arcilla
A deshacernos las luces de nuestros cuerpos
Y penetrábamos en las entrañas de la tierra
Fallábamos en transformarnos en pájaros
Cuando el gato andaluz abrió la puerta…
Moncef el Whaybi (Túnez)
Publicado en http://www.titexte.net/texte/afficher/4194
Traducido del árabe al francés por Abdelmajid Youcef
Traducido del francés al español por Myriam Rozenberg
miércoles, abril 17, 2013
retengan este nombre
Retengan este nombre: Saltsjoebaden.
¿Difícil de pronunciar? No sé, vivo en Suecia y los nombres largos
brotan con facilidad desde mi boca.
Dice el diario
que un tren colisionó con un edificio de viviendas en Saltsjoebaden.
Que anduvo solo, o mejor dicho, que una mujer que hace la
limpieza lo accionó de modo involuntario.
No es cierto, comentan las malas lenguas. Ella lo robó. Hace
años que se queja del país, de que nunca pasa nada, de que los días son siempre
regulares, aburridos, tan monótonos, que es necesario un poco de velocidad, de
aceleración, de premura.
Para quien da pasos lentos en la nieve, 80 km/ hora es una exageración.
Con esa ligereza, sólo trota el viento suprimiendo
huellas.
El cuerpo de la mujer se encuentra lastimado, escindido en
fracturas.
También hay brechas y rendijas en Saltsjoebaden.
sábado, abril 13, 2013
un poema de Santiago Kovadloff
Precisiones
Me gustan las puertas que gimen,
los goznes quejumbrosos,
las tablas del piso que ceden y crujen,
esas letras de hierro devoradas por la herrumbre,
el moho y su verdor, la ruina de lo diáfano.
Nada está a salvo de la vida.
Porque es vida
lo que cava, quiebra y oscurece;
vida la humedad,
los hongos que florecen
en los altos ángulos pasivos;
vida lo que roe, vida lo que hiere,
vida ese aliento ciego y sucio
que se filtra en la madera y la deshace,
en tu piel y la seca,
en el pétalo y lo agota.
Santiago Kovadloff (Argentina)
Publicado en Ruinas de lo diáfano ( Editorial Grupo Editor Latinoamericano)
Me gustan las puertas que gimen,
los goznes quejumbrosos,
las tablas del piso que ceden y crujen,
esas letras de hierro devoradas por la herrumbre,
el moho y su verdor, la ruina de lo diáfano.
Nada está a salvo de la vida.
Porque es vida
lo que cava, quiebra y oscurece;
vida la humedad,
los hongos que florecen
en los altos ángulos pasivos;
vida lo que roe, vida lo que hiere,
vida ese aliento ciego y sucio
que se filtra en la madera y la deshace,
en tu piel y la seca,
en el pétalo y lo agota.
Santiago Kovadloff (Argentina)
Publicado en Ruinas de lo diáfano ( Editorial Grupo Editor Latinoamericano)
martes, abril 09, 2013
conspiraciones
Primero una tanteó para ver si podíamos. Yo sabía que sí. Es el momento, insinué. Entonces
la invitada, viendo la vía libre, se sentó en el asiento de la ausente y nos pusimos a hablar, a dialogar, a difamar
a la mujer de negro.
Todas sabemos que hay cosas que no se pueden decir. Es una cuestión de supervivencia. Como en
otras épocas, cruzar miradas que se incendian y callar, porque el cuchillo
viene en forma de video y el cadáver en el ropero lo fragua un inspector del
fisco.
No tienen la menor idea de lo que es la libertad y luchar por ella fuera de
la iglesia. La fe en los dioses es un
asunto íntimo, que no nos fuercen a hacer saludos a la muerte en los
campamentos.
Todo esto opinamos y, de pronto, los pasos de alguien en el pasillo activan
una cierta apariencia del reflejo de Pavlov y en vez de expulsar saliva, la
tragamos. Otra vez hundidas en el silencio.
viernes, abril 05, 2013
un poema de Graciela Aráoz
XXII
Me pidieron que cerrara la puerta.
Yo la abrí.
No puedo decir que no puedo.
Las palabras.
Un laberinto me recorrió.
Se hundió el río de la infancia
y yo ahí, abriendo la puerta,
el corazón, la boca.
Abriendo la lágrima que se secaba.
Y yo ahí, anochecida, roja de deseo.
No puedo decir que no puedo.
El lenguaje está de pie.
Y yo decido cerrar la puerta.
Graciela Aráoz (Argentina)
Publicado en el libro Diabla (Ediciones Ultimo Reino).
Me pidieron que cerrara la puerta.
Yo la abrí.
No puedo decir que no puedo.
Las palabras.
Un laberinto me recorrió.
Se hundió el río de la infancia
y yo ahí, abriendo la puerta,
el corazón, la boca.
Abriendo la lágrima que se secaba.
Y yo ahí, anochecida, roja de deseo.
No puedo decir que no puedo.
El lenguaje está de pie.
Y yo decido cerrar la puerta.
Graciela Aráoz (Argentina)
Publicado en el libro Diabla (Ediciones Ultimo Reino).
lunes, abril 01, 2013
un poema de Eileen Almeida Barbosa
Mi gente
Parece haber brotado
De esta tierra seca
Brotada de los volcanes
Nacida de una conchaQue el mar depositó en la arena
Mi gente
Tiene arrugas de mirar lo lejanoArrugas de reir
De sufrir
Y de morir
Las de morir son más bonitas
Prueban el renacer
En cada día
Eileen Almeida Barbosa (Cabo Verde)
Publicado en
Destino de bai (Edición Saúde en portugués)Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
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