....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)

jueves, agosto 01, 2013

un poema de Mario Morales

SIN ORILLAS, AMOR, SIN ORILLAS



A lo lejos, el cielo, a lo lejos
              allá donde las aves se hunden en una soledada blanca.
Acá
LA TIERRA estéril,
               el lugar de la pérdida            el lugar del encuentro.

Encuentro en tu carne el olvido de la carne,
el silencio después del silencio        la fuente sin origen.
Encuentro tu boca sellada por mi boca como un astro muerto
que nada sabe       salvo incendiarlo todo      en un himno
                                                                     lejano y sin regreso.

Y es el agua loca del amor o la pena,
la soledad vencida por la soledad,
el anzuelo del exilio que nos confunde hasta ser
la antorcha irremisible que canta en la boca de los muertos.

Así encuentro la pérdida, y te encuentro
otra vez sagrada,      y otra vez lejana
                        como un cielo estéril donde el viento y el deseo
hacen de la tierra un sueño salvaje,      una palabra del ocaso.

Y somos la luz después de toda la muerte
                                                                  y de toda la luz.
HASTA DIOS        HASTA EL FUEGO SIN ORILLAS.

hasta el próximo poema, nada más que hasta el próximo poema,
                                                                                     amor mío.


Mario Morales (Argentina)
Publicado en el libro La distancia infinita (Editorial Fondo de Cultura Económica)

domingo, julio 28, 2013

caballos veloces del nuevo imperio


El procuró ser reconocido
exitoso en los noventa
prometió rescatar el dinero enterrado bajo el piano
Sus antiguos camaradas le rozaban la memoria
pero a él no le dolían
las campanas que  evocaban marejadas de sangre
disfrutaba sin culpas de la niña cautivada

Ella estaba loca, seducida
imaginaba las construcciones arrasadas
los movimientos controlados en pequeños habitáculos
el honor como método antiguo escarnecido
entre risas
dibujaba signos pesos en la espalda del mercenario

Él montaba abrigado
los caballos veloces del nuevo imperio
en vigilia y apuro
con terror de las tacuaras que podían perseguirlo
reatraparlo como cuervo predicante en esa posada de rejas
En la muerte
al fin lo supo
se está solo y desplumado
como un enemigo

miércoles, julio 24, 2013

un poema de Thelma Nava

Mujer inconveniente

Definitivamente no, señora mía,
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros
abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas
y espera con la crema puesta la cuota semanaria del
amor.
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido
como lo hago yo
tranquila y resignadamente con usted.

Thelma Nava (México)
Publicado en http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/thelma%20nava-175.pdf

sábado, julio 20, 2013

campo de batalla


Intentó saltar sobre el alambre de púas
y en la primera parada recordó la vejez
que tenía guardada en el papel de aluminio
polvoriento
con más fotos
en esa juventud ya atardecía su piel
roída de batallas que conformaban historia
sobre el campo
se detuvo enfriándose inevitablemente
el corazón
gota de plomo que se derramó
como una oración desde su boca

martes, julio 16, 2013

un poema de Richard Prior


El juego nocturno


Tomo mi asiento en la mesa, mezclo las cartas, arrojo
los dados y giro las cubiertas brillantes a través
de la superficie.
Los jugadores usan máscaras. La casa huele a quemado.
Mi pobre mano se revela en la segunda rueda
y estoy hecho para remover mi camisa, tiro una moneda
de 25 dentro  del frasco.
Los jugadores no hablan. Las paredes de la casa son delgadas.
a este punto estoy sudando, nadie más comparte
mi anticipación como la rueda derrapa, cliquea
y se enlentece.
Los jugadores se inclinan hacia adelante. El aire de la casa sabe a metal.
Tiro la última carta y encuentro que es una fotografía
mía, sentado en una mesa vacía. El día se rompe
como un jarrón caído.

Richard Prior (Canadá)
Publicado en  http://www.ditchpoetry.com/michaelprior.htm
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

viernes, julio 12, 2013

la eterna pelea


Hay sueños horribles de explicar
muy ecuménicos.
Una mujer lleva una serpiente entre sus manos
no es larga, es negra,
se enreda en cada cosa y saca su áspid para tocarme
Me escapo
La mujer se ríe, disfruta el miedo ajeno
Con esa lengua larga y asquerosa
la víbora se acerca a una biblioteca
Más ligera que el rezo
arroja al suelo el cd de Chico Buarque
Una angustia vibra en mí
algo me revela que el mal sale desde esa palma tibia
lo intuyo porque ese animal me precede en el tiempo
¿Quién es Chico, su enemigo?
Es la pregunta que no me quiero hacer, supersticiosa.
Pero hasta la turma de Mónica lo sabe.

lunes, julio 08, 2013

un poema de Reetika Vazirani


Independencia

 
Mussoorie, Uttar Pradesh, India, 1947

 
Cuando tenía 9 años, los británicos dejaron
India. El director dice “La Gran Revolución
lo empezó”. Repetimos
La Gran Revolución de 1857
en nuestras voces estridentes. Incluso
Akbar fue Grande, incluso Catherine,
Grande! Nos reímos nerviosamente sobre la Historia. Nos da
vuelta la espalda: vemos su cuello de granos rosas.

Perdón, los Británicos yéndose?  Le suplicamos.
“ Esto difícilmente sea un chiste o una prueba—
pónganse en guardia y estén alertas” nos espeta.
“ esto es sobre trenes y barcos
que ustedes aman y nombres de ciudades. Y por mi parte
yo estoy viejo, terminaré en una biblioteca,
comencé en el comercio”. Pero usted tiene que quedarse,
le decimos. El vivió aquí de la misma manera que hemos vivido

pero más tiempo. Él dice que estaba vivo
en Calcuta en 1890. No tuvo un
padre rico. Un tercer hijo, vino con
la Compañía de Té: él vio un aviso
en su oficina. La compañía construyó
las vías férreas para tomar el té “del hogar a Inglaterra”
de manera tal que Darjeeling y Assam
podrían ser sorbidos por todos, nosotros y ellos.

Ellos vendieron nuestro vecino del sur Ceylán
seda, pimienta, diamantes, algodón.
Hicimos un negocio por supuesto. En Inglaterra
sólo hay lana y sal y
snobs y clima nublado, Shakespeare.

 
Reetika Vazirani (India)
Publicado en http://www.poets.org/viewmedia.php/prmMID/15905
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

jueves, julio 04, 2013

la foto y los antílopes

(Orix en Namibia- National Geographic- Mikael Stiller)
 
 
Alguien creería que viven en destierro
pero sólo son vértigo sus astas
su errancia no tiene límites
los mapas desconocen sus trayectos
cada mañana es un día inesperado
traspasan las faenas pero no es holganza
los horarios echados al sol
la mirada perpetua amarrada al horizonte

ni peregrino ni viajero
podemos aprender
lo que nos ha sido vedado
los rayos de luz directos en el vientre
y no sentirnos solos
porque está el silencio, la luna
la alianza con el viento
el matrimonio inquebrantable de la sombra con la arena

los antílopes dan pasos y se alejan
tornándose pequeñas cicatrices
como aquellas aldeas sucesivas divergentes
el hombre quiere alterar los ritmos de sueño y de vigilia
arroja con envidia su lanza
la foto restringe la libertad
captura
            lentamente

               mata

 

domingo, junio 30, 2013

un poema de Enzia Verduchi

Señora Lexotan

Qué son seis miligramos
tres veces al día si con ello
se pueden anestesiar los sentimientos,
si controla la ansiedad del todo.
No ríes, no lloras, no percibes
ni el principio ni el fin del mundo.
Basta con abrir la boca:
el ama de casa no es indecisa
ante la gama del supermercado;
los adúlteros no discuten
la orfandad en el tálamo;
nada agrede al taxista
sólo el alto que obliga el rojo.
Señora Lexotán, con usted
no hay cabeza que perder.


Enzia Verduchi (México)
Publicado en http://www.poemaspoetas.com/enzia-verduchi/senora-lexotan
 

miércoles, junio 26, 2013

un poema de Claudia Hernández de Valle-Arizpe

Parque Forest

Ecuatoriano en un sector
español en el otro
marroquí en su explanada central.
Cada flanco una lengua diferente,
una comida distinta, un juego
para éste o aquel: allá el tenis,
aquí el futbol.
Venta de empanadas con azúcar
en el mismo lugar donde hace días
unos inmigrantes mataron a otro.

Ayer llegó la madre desde Quito
a recoger el cadáver.

Hoy domingo una familia come
berenjenas en caldo de tomate.
Con túnicas negras de la cabeza a los pies,
me sonríen las mujeres cuando me detengo
a ver su mantel y sus ollas sobre el césped.
Respira, respiro, y a lo lejos,
detrás de una loma, en el ala norte,

tres muchachas desnudas toman el sol.
En la senda más lóbrega
una pareja de viejos cecea
su eterna queja por este clima
y su odio hacia los moros “que están en todas partes”.

Entre las ramas de los tilos
el despropósito de cotorras trasatlánticas
advierte sobre las imparables,
benditas migraciones.


Claudia Hernández de Valle-Arizpe (México)
Publicado por http://www.revistasincope.com/site/2011/10/18/tres-poemas-%E2%80%A2-por-claudia-hernandez/

sábado, junio 22, 2013

algunos microcuentos de Carlos Seabra


365 - Hitchcock

A Olga le gustaba tanto vivir con seguridad momentos de miedo, que siempre colocaba fondos musicales de películas de Hitchcock al bañarse en la ducha.


350 - Madama

En el Congreso Nacional, ningún bloque tenía tantos diputados como la agenda de aquella madama.


291 - Falsificador

¡Qué injusticia!- pensaba el falsificador, preso con varios documentos de identidad. Fernando Pessoa tenía heterónimos y nunca fue a la cárcel.





Carlos Seabra (Brasil)
Publicados en su blog http://microcontosdocarlos.blogspot.com.ar/
Traducidos del portugués por Myriam Rozenberg

martes, junio 18, 2013

una canción de Renato Teixeira

Sé que el horizonte de este camino
No puede acabar en nada
Vos habrás de sonreir para mí
Pero las palabras no dirán
Si los vientos que nos llevarán
Vendrán

Sé que las apariencias no engañan
Cuando aparentemente inflaman
Mi mirada y tu mirada
Prefiero no me arrepentir
A simplemente no decir
Te amo

Y cuando el día nazca
Vos abrirás la ventana
Y dejarás el sol entrar
Y dejarás el sol entrar
Por la ventana

Renato Teixeira (Brasil)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg

viernes, junio 14, 2013

un poema de Marcia Arrieta

los viajantes

 

borramos los recuerdos o los recuerdos nos borran. nos volvemos el hámster, la tortuga, la carpa dorada, el asistente del mago, o la garza azul. asumimos la vida de los otros-doctores, maestros, abogados, poetas, músicos. inventamos personajes o nos volvemos personajes. personajes con sables claros, dragones, o árboles. somos todos enigmas. raramente hablamos.

 

Marcia Arrieta (Estados Unidos)
Publicado por http://www.blazevox.org/BX%20Covers/BXFall2012/marcia%20arrieta%20-%20Fall%2012.pdf
Traducido por Myriam Rozenberg

lunes, junio 10, 2013

la enfermedad desconocida


La farmacia de enfrente del hospital recibe a un cliente. Viene a comprar barbijos.

Cuenta que, separado por un tabique donde se encuentra internada su madre, hay un paciente que tose. Tose mucho, y los médicos que vienen a verlo, marchan vestidos como si fueran personajes de una película de catástrofe norteamericana, con uniformes blancos y unos cubrebocas con filtros.

El señor escuchó a los doctores preguntar a los familiares: ¿Tomaron las pastillas que les dijimos?

Es indudable que es algo contagioso. Pero ¿por qué no informan a los pacientes vecinos? ¿Y si hay una infección masiva dentro del nosocomio?

El farmacéutico comenta: Yo, que usted, pediría el traslado de su madre.

En eso estoy, contesta preocupado el cliente. Ante el temor, gasta el dinero en una caja de barbijos. Quizás no sirva para mucho, pero peor es no estar prevenido.

jueves, junio 06, 2013

un poema de Hal Sirowitz


Fingiendo

Fuimos a lo de Dan Lynch & escuchamos
a músicos Blancos fingiendo que eran
Negros. Y la gente que estaba al lado nuestro saltaba
para arriba & abajo, fingiendo que eran estrellas de rock.
Y puse mi mano en tu rodilla, fingiendo
que era tu amante. Permaneciste distante. Por qué
tenías que ser la única en insistir en ser tú misma?

Hal Sirowitz (Estados Unidos)
Publicado en http://www.thing.net/~grist/golpub/golmag/gol7/gsirowit.htm
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

domingo, junio 02, 2013

formalidades


Cuando se presentó el nuevo encargado de seguridad e higiene, anunció la realización por enésima vez de un simulacro de incendio.

Los comentarios que se hicieron fueron “Otra vez lo mismo”, “Estas cosas no sirven para nada”, “Solo nos hacen perder más tiempo”.

Entonces alguien preguntó si, en el simulacro, el personal de limpieza también tenía que participar.

“Obviamente”, contestó el encargado, “Se trata de reproducir situaciones reales”.

“Pues bien”, agregó ese alguien que había preguntado.”La última vez, las chicas de limpieza que están escondidas en un cuartito al fondo que ni siquiera tiene teléfono, salieron detrás de nosotros porque nos vieron huir, y una de ellas caminó por encima del supuesto foco. Si hubiera sido un siniestro real, la chica hoy sería cenizas.  No olvido la sorpresa de uno de los hombres de seguridad, cuando la vio emerger, atravesando el fuego imaginario , como si hubiera sido un mueble que no tenía obligación de desplazarse”.

“Buen dato” dijo con suficiencia el encargado de seguridad e higiene. El también ignoraba dónde estaba el cuartito donde descansaban las chicas y guardaban, además, los enseres de limpieza, que por otro lado, son perfectamente inflamables.

jueves, mayo 30, 2013

un poema de Shota Iatashvili


Un beso

Cuando tienes diabetes por deficiencia de palabras,
Tres cucharaditas de palabras
Pongo en tu sangre y las mezclo bien,
Al mismo tiempo irrumpo en respiración
De manera que la enfrío rápidamente y
Luego pongo el borde de la taza
En mis labios.

Mientras tanto tomo la taza
Con ambas manos,
Sujetándola fuertemente.

Y cuando coloco la taza vacía
Sobre el suelo y desde el fondo de ella
Escucho ciertos sonidos
Dubitativos sublevándose,
Siento en ellos
La dulzura
Lingüística
Del azúcar que agregué.

Shota Iatashvili (Georgia)
Publicado en http://www.poetryinternationalweb.net/pi/site/poem/item/11299/auto/A-KISS
Traducido al inglés por Donald Rayfield
Traducido al español por Myriam Rozenberg

domingo, mayo 26, 2013

pared de hospital


 
(foto: Hospital Santojanni- Myriam Rozenberg)

Su sueño era poder colocar la inscripción en la pared del hospital. Siempre que pasaba con el 4 se esforzaba por mirar lo que ya estaba escrito. Cuando a él le tocara, no iba a ser menos, nada de dejar pasar la oportunidad.

Por eso, pensando en el momento clave, llevó no sólo los documentos de su mujer sino también un marcador negro de trazo grande, indeleble.

No le importaba si había gente que le parecía vulgar. Una vez había escuchado a una señora decir que esas leyendas eran como las placas en las tumbas de los cementerios, despedidas definitivas en un cuadrado de mármol o bronce. Pero él disentía, ahí se recordaba a los muertos y esto era completamente diferente.

Mientras su mujer estaba sufriendo en la sala, él observaba dónde quedaría mejor, si sobre la pared más externa, si en la interna detrás de la rampa para sillas de ruedas, o en el hallcito de espera. Sería afuera, para que fuera más notoria, detrás de la escritura de ese padre que había puesto con un marcador y haciendo sombra que Aká nació Tiziano. Se detuvo también ante las otras leyendas: “Acá nació Valentín Tomás 17/11/12 a las 20:31 te amamos, papá, mamá, abus y tíos”, “ Acá nació Renata 13 noviembre 2012 Te amamos papá y mamá”.

Estaba nervioso, aún el médico no salían. En la salita de espera, junto a él, estaban reunidas unas chicas esperando a otra parturienta, la hermana de aquellas, que desde hace largas horas venía luchando para concretar el parto.

Parece que era difícil ser madre, y él meditaba, sería difícil ser padre también. Tener un trabajo que ahora no tenía, levantarse a la noche ante el llanto de su hija, cambiarle los pañales, cuidarla mientras la madre hacía la limpieza en la casa de la patrona, bañarla en el fuentón de lata.

Se rascaba la cabeza, reflexionando en todo esto cuando  apareció el médico por fin, avisando que la nena había nacido. Antes de entrar a ver a su mujer, corrió desesperado a grabar en el muro pintado de ocre: “Acá nació Uma, te amo, papá”.

Vio venir a las chicas que esperaban, una de ellas también buscaba un lugar donde escribir. Curioso, esperó a ver cuál sería ahora la inscripción, entonces leyó: “Mariela, dale, nena, nacé, tus tías”.

Evidentemente había gente con situaciones más complicadas, pensó, y corrió a abrazar a su mujer y a esa pequeña bebé que tantas alegrías le traería.

miércoles, mayo 22, 2013

un poema de María Kril


(Gallo, gallinas y pollos - Manuel Dominguez)

El ritual

Era normal matar una gallina.
Mi padre aparecía
y el cuchillo brillaba.
Ella entregaba el cuello
y caía enrojecida como una ciruela madura.
Agua caliente, vahos de horror,
saliva burbujeante,
globos que ascendían sin alas,
deshojada y desnuda frente a mis ojos.
La mortaja del aceite en la cocina;
no había rezos ni flores,
ni llanto, ni vacío,
sólo un ángel que limpiaba el patio.
Devoradores, todos aplaudían el ritual
y vestían la mesa de contentas ensaladas,
de cálidos zapallos y tomates.
Esperaban, ansiosos
envueltos en pan, la primer dentellada.

Y yo, en silencio,
como la novia que enciende el cuello,
comía muerte sin saberlo
y me llenaba de plumas la garganta.


María Kril (Argentina)
Publicado en La que mira la puerta (Ediciones Tren de la palabra)

sábado, mayo 18, 2013

como ese libro de poemas


Como ese libro de poemas.  Con portada impecable y leve decoloración en el lomo.
Hay una atracción en su interior-sólo funciona adentro de la casa- con precios irrisorios, accesibles.
Son rostros humanos los que salen de sus sillas, cautivados por esa rica variedad de poesía (plisados y arrugas de origami, sencillos y, al mismo tiempo, extravagantes).
Al penetrar en esas hojas, un jardín acogedor hace olvidar el exceso de barniz que albergó una vez en la envoltura.
Hoy segrega  el olor desagradable de lo que se desgasta.

martes, mayo 14, 2013

un poema de Moshe Dor


Topografìa


Mi tierra natal es
tu tierra del cuerpo:
tus pechos - las colinas
de Jerusalem
tu vientre - el valle costero,
y entre tus cosas a veces
la salinidad del Mar Muerto
y a veces
el dulce Kinneret.


Moshe Dor (Israel)
Publicado en http://pionline.wordpress.com/2012/12/06/interview-with-poet-moshe-dor-and-translator-barbara-goldberg/
Traducido del hebreo por  Barbara Goldberg
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg

viernes, mayo 10, 2013

un poema de Jorge Prieto

Ser libre

Ellos me trajeron.

Quisieron que mirara
para un lado
otras veces
al revés,
de reojo nada
y hacia adentro nunca.

Cuando les pareció
me vendieron.
Ni el precio me dejaron ver.


Jorge Prieto (Argentina)
Publicado en el libro Album de esperas y otros asuntos (Ediciones El mono armado).

lunes, mayo 06, 2013

un poema de Ibn Al Labanna


Al-Mutamid y su familia van al exilio

 

Olvidaré todo
excepto la mañana
al lado del Guadalquivir
cuando fueron llevados hacia los barcos
como los muertos a sus tumbas.

Multitudes que empujaban cubrían ambas orillas
para verlos, perlas preciosas,
sin rumbo en la espuma del río.

Las jovencitas dejaron caer sus velos
arañaron sus rostros,
y rasgaron sus vestiduras.

En el momento en que se fueron,
una conmoción  interminable liberó
una protesta atronadora
de despedidas y lamentos.

 

Ibn Al Labanna (Taifa de Mallorca )
Publicado en Poems for the Milennium Volume four (Universidad de California)
Traducido del árabe al inglés por Cola Franzen
Traducido del inglés al español por Myriam Rozenberg

jueves, mayo 02, 2013

un poema de María del Rosario Andrada

En las cuerdas invisibles
la araña
atrapa insectos de colores,
destroza sus cabezas,
cuelga como trofeos
                          lo que resta.
Aún el reptil jadea bajo el agua
y espera que la luz
                          señale
el momento exacto para emerger.
La noche es cálida, sofocante
y se prolonga en el infinito
sin pausa.
También el magma
se escurre
                silencioso,
incandescente
por las rocas.
                  Desde entonces el equilibrio
fue el desorden.
                   Dios bendijo los días y las noches
y sentenció al hombre.


María del Rosario Andrada (Argentina)
Publicado en el libro Ultimo resplandor (Ediciones del Dock).


lunes, abril 29, 2013

La violencia invertida

No hace mucho tiempo, durante la función de un circo en un país de América Latina, un domador fue atacado por un tigre.  Este le clavó las garras en el cuello, abriéndole un hueco tan grande como el canal de Panamá, y el domador comenzó a sangrar a borbotones hasta que finalmente murió.
En el momento del ataque, los espectadores comenzaron a gritar, las madres escondieron los ojos azorados de los niños para que no pudieran ver la aparición inesperada de la muerte en la arena. La gente, que tan valientemente porta armas para defenderse de la violencia urbana, hábito que defiende en los canales de televisión, escapó dando aullidos superiores a los proferidos por el felino.
Los diarios titularon frases similares a “HORROR EN EL CIRCO” en una tipografía morbosa, y los ciudadanos de bien se arremolinaron ante la morgue judicial para exigir que mataran a la bestia o que por lo menos le quitaran las garras, así aprendería.
De los golpes y castigos que recibía el tigre para ser domado, nunca nadie habló.

jueves, abril 25, 2013

un poema de Marie - Claire Blais


El mar en las manos

Oh, Música, todavía….todavía un poco de tiempo
Contigo todo en torno de mi silla como un hombre que grita
Contigo que me haces reír dentro de mis lágrimas,
Quiero ver los bosques plenos de cabelleras de niños,
Y esos niños tiernos,  mejillas contra las flores,  en todas partes dormidos
Sí, Música, todavía….todavía un poco de tiempo!

Oh, Música, jamás….jamás la sangre,
Deja que la noche plante la luna púrpura como un concierto
Deja cantar los anillos en los dedos de los novios
Y que todas las bocas que se echen a reír en dulces fragmentos,
Oh Música, oh!, No, nunca más sangre
Porque la Tierra es una bello violín de brazos tendidos, de brazos de amante
Al menos, Música, vela el rojo…un momento.

Oh, Música, Amor y perdón, clamor de las catedrales
Arde, arde,  punto culminante  celestial que ilumina los fines del mundo,
Oh, Música, todavía un poco de tiempo
Contigo en torno de mi silla como un hombre que ruega,
Sin saber cómo,
No, jamás, nunca jamás la sangre!


Marie - Claire Blais (Canadá)
Publicado en http://francais.agonia.net/index.php/poetry/1786776/La_Mer_Dans_Les_Mains
Traducido del francés por Myriam Rozenberg

domingo, abril 21, 2013

un poema de Moncef el Whaybi

El gato andaluz

A Rosa Alice Branco



Un gato andaluz que miraba a través de un cristal negro
Nos seguía toda la jornada a través de Granada
Deambulábamos en Albaiazin
El deambulaba
Subíamos las escaleras de piedra
Él hacía lo mismo
Descendíamos
Él  descendía
Atravesábamos el río Aldarou
Atravesaba
Subíamos la pendiente hacia la Alhambra
Él hacía lo mismo
Nos crecían las alas a partir de los arabescos de Abi Abdallah
Se proveía las alas
Fallábamos en transformarnos en pájaros
Él nos imitaba
Quién le habría hablado de nosotros a este gato andaluz?
Y por qué nos seguía?
Cuando regresamos para nuestra primer noche
Y cuando abrí la puerta
Vino a mi encuentro
Se frotó contra mí
Y se fue arrastrando una cola tan azul
Como la noche
Pero cuando desfondamos nuestra
Primera selva
E hicimos un colchón de follaje
Saltamos- en las tinieblas- de una rama a otra
Esta piel azul es la tuya o la mía?
Esta voz, es el eco de la gata o del
Néctar de las abejas?
Esta piel bajo el ombligo
Es la de un felino o de una ardilla?
Estábamos en el primer lenguaje de la arcilla
A deshacernos las luces de nuestros cuerpos
Y penetrábamos en las entrañas de la tierra
Fallábamos en transformarnos en pájaros
Cuando el gato andaluz abrió la puerta…


Moncef el Whaybi (Túnez)
Publicado en http://www.titexte.net/texte/afficher/4194
Traducido del árabe al francés por Abdelmajid Youcef
Traducido del francés al español por Myriam Rozenberg

miércoles, abril 17, 2013

retengan este nombre

 

 
Retengan este nombre: Saltsjoebaden.
¿Difícil de pronunciar? No sé, vivo en Suecia y los nombres largos brotan con facilidad desde mi boca.
 
Dice el diario que un tren colisionó con un edificio de viviendas en Saltsjoebaden.
Que anduvo solo, o mejor dicho, que una mujer que hace la limpieza lo accionó de modo involuntario.
 
No es cierto, comentan las malas lenguas. Ella lo robó. Hace años que se queja del país, de que nunca pasa nada, de que los días son siempre regulares, aburridos, tan monótonos, que es necesario un poco de velocidad, de aceleración, de premura.
 
Para quien da pasos lentos en la nieve, 80 km/ hora es una exageración. Con esa ligereza, sólo  trota el viento suprimiendo huellas.
 
El cuerpo de la mujer se encuentra lastimado, escindido en fracturas.
También hay brechas y rendijas en Saltsjoebaden.

sábado, abril 13, 2013

un poema de Santiago Kovadloff

Precisiones

Me gustan las puertas que gimen,
los goznes quejumbrosos,
las tablas del piso que ceden y crujen,
esas letras de hierro devoradas por la herrumbre,
el moho y su verdor, la ruina de lo diáfano.

Nada está a salvo de la vida.
Porque es vida
lo que cava, quiebra y oscurece;
vida la humedad,
los hongos que florecen
en los altos ángulos pasivos;
vida lo que roe, vida lo que hiere,
vida ese aliento ciego y sucio
que se filtra en la madera y la deshace,
en tu piel y la seca,
en el pétalo y lo agota.

Santiago Kovadloff (Argentina)
Publicado en Ruinas de lo diáfano ( Editorial Grupo Editor Latinoamericano)

martes, abril 09, 2013

conspiraciones


Primero una tanteó para ver si podíamos.  Yo sabía que sí. Es el momento, insinué. Entonces la invitada, viendo la vía libre, se sentó en el asiento de la ausente  y nos pusimos a hablar, a dialogar, a difamar a la mujer de negro.

Todas sabemos que hay cosas que no se pueden decir.  Es una cuestión de supervivencia. Como en otras épocas, cruzar miradas que se incendian y callar, porque el cuchillo viene en forma de video y el cadáver en el ropero lo fragua un inspector del fisco.  

No tienen la menor idea de lo que es la libertad y luchar por ella fuera de la iglesia.  La fe en los dioses es un asunto íntimo, que no nos fuercen a hacer saludos a la muerte en los campamentos.

Todo esto opinamos y, de pronto, los pasos de alguien en el pasillo activan una cierta apariencia del reflejo de Pavlov y en vez de expulsar saliva, la tragamos. Otra vez hundidas en el silencio.

 

viernes, abril 05, 2013

un poema de Graciela Aráoz

XXII

Me pidieron que cerrara la puerta.
Yo la abrí.
No puedo decir que no puedo.
Las palabras.
                           Un laberinto me recorrió.
Se hundió el río de la infancia
y yo ahí, abriendo la puerta,
el corazón, la boca.
Abriendo la lágrima que se secaba.
Y yo ahí, anochecida, roja de deseo.
No puedo decir que no puedo.
El lenguaje está de pie.
Y yo decido cerrar la puerta.


Graciela Aráoz (Argentina)
Publicado en el libro Diabla (Ediciones Ultimo Reino).

lunes, abril 01, 2013

un poema de Eileen Almeida Barbosa


Mi gente

Mi gente
Parece haber brotado
De esta tierra seca

Brotada de los volcanes
Nacida de una concha
Que el mar depositó en la arena

Mi  gente
Tiene arrugas de mirar lo lejano
Arrugas de reir
De sufrir
Y de morir
Las de morir son más bonitas
Prueban el renacer
En cada día


Eileen Almeida Barbosa (Cabo Verde)
Publicado en Destino de bai (Edición Saúde en portugués)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg