Y tú mientras yo dormía
Y tú, mientras yo dormía,
dónde habías partido?
Cuál fábula de pájaro
desviabas de mi boca?
Para cuál poema
y para cuál futuro?
Porque nos había sido dado
conocer nada más
que la desaparición de toda respuesta,
provistos del genio único de la soledad,
corrimos delante de nosotros
para repartir a los pobres
el recuerdo inmaculado de la ternura.
Mimi Kinet (Bélgica)
Publicado en La Maison de la Poésie
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
....soy de la rosa y la mar... soy el escaramujo
(Silvio Rodríguez)
viernes, diciembre 26, 2008
por costumbre
I
Ayer fue el ojo del panóptico
Una virtud
...................rotunda
aprehender del distraído
...........................................sus detalles.
La gota de humedad
....................................que hizo su cauce
en el cuerpo del perdido.
Nadie vio
...................cambiarse su forma, labrarse
....................................................................en acertijos
convertida en aliento,
.....................................en embeleso,
............................................................en sudor de su reja.
Sólo el ojo equidistante
.........................................le permite
............................................................ser
al preso
......................................un hambre, un deseo.
II
El ojo del panóptico corre peligro.
Quien diría
....................se cebó
se creyó inabarcable.
......................................-La opresión sin embargo no cesa-
Confundió su oficio: ser ojo
..............................................con ser panóptico.
El mármol no es el palacio:
...............................................es el piso.
Ahora el ex ojo del panóptico
....................................................espía
sin conciencia.................................................por costumbre
en países pequeños,
donde existe la fantasía de
................................................ un
......................................................corte
de una limitada
............................resolución
.................................................una puerta que involucra lo finito.
Ayer fue el ojo del panóptico
Una virtud
...................rotunda
aprehender del distraído
...........................................sus detalles.
La gota de humedad
....................................que hizo su cauce
en el cuerpo del perdido.
Nadie vio
...................cambiarse su forma, labrarse
....................................................................en acertijos
convertida en aliento,
.....................................en embeleso,
............................................................en sudor de su reja.
Sólo el ojo equidistante
.........................................le permite
............................................................ser
al preso
......................................un hambre, un deseo.
II
El ojo del panóptico corre peligro.
Quien diría
....................se cebó
se creyó inabarcable.
......................................-La opresión sin embargo no cesa-
Confundió su oficio: ser ojo
..............................................con ser panóptico.
El mármol no es el palacio:
...............................................es el piso.
Ahora el ex ojo del panóptico
....................................................espía
sin conciencia.................................................por costumbre
en países pequeños,
donde existe la fantasía de
................................................ un
......................................................corte
de una limitada
............................resolución
.................................................una puerta que involucra lo finito.
lunes, diciembre 22, 2008
como se debe
De la sombra se espera solamente un regreso.
Cruzo las vías de ese tren
para arrancar las amargas hierbas de la historia.
Si subo esa escalera
voy a destruirle al hombre su dolor
el párpado verde que hace cerco.
Yo sé que hay cosas suyas y mías que están lejos:
lo que no soy
lo que no es.
Enredada
su marcha
con mi boca
no hay nada que decir.
La palabra no es el ansia de esta hora.
Así transcurre el ritual de cada viernes.
Él llega con tanta exactitud
hambriento.
Yo entro al sábado
como Dios manda
como se debe:
prendiendo velas.
Cruzo las vías de ese tren
para arrancar las amargas hierbas de la historia.
Si subo esa escalera
voy a destruirle al hombre su dolor
el párpado verde que hace cerco.
Yo sé que hay cosas suyas y mías que están lejos:
lo que no soy
lo que no es.
Enredada
su marcha
con mi boca
no hay nada que decir.
La palabra no es el ansia de esta hora.
Así transcurre el ritual de cada viernes.
Él llega con tanta exactitud
hambriento.
Yo entro al sábado
como Dios manda
como se debe:
prendiendo velas.
domingo, noviembre 30, 2008
un poema de Myriam Moscona
Carta de Naturalización
Las hijas de extranjeras
nacimos con agujas minuciosas.
En tiempos nobles
visitamos museos de París.
Entramos al Louvre a buscar a la Gioconda.
También nosotras crecimos en la adversidad
y sonreímos con rictus previsibles.
Si la guerra nos empujó de otros continentes
un soplo nos condena a duplicar nuestra visión.
Permanecemos a perpetuidad.
Nos debatimos entre estancias y partidas.
Deseamos dar a luz a la intemperie
para que la sangre caiga en tierra firme
hasta que las raíces se pierdan en la historia.
Myriam Moscona (México)
Publicado en Revista Ping Pong
Las hijas de extranjeras
nacimos con agujas minuciosas.
En tiempos nobles
visitamos museos de París.
Entramos al Louvre a buscar a la Gioconda.
También nosotras crecimos en la adversidad
y sonreímos con rictus previsibles.
Si la guerra nos empujó de otros continentes
un soplo nos condena a duplicar nuestra visión.
Permanecemos a perpetuidad.
Nos debatimos entre estancias y partidas.
Deseamos dar a luz a la intemperie
para que la sangre caiga en tierra firme
hasta que las raíces se pierdan en la historia.
Myriam Moscona (México)
Publicado en Revista Ping Pong
sábado, noviembre 08, 2008
un poema de Yvette Centeno

El nombre
Di.
Di el nombre.
Escoge
las sílabas.
Indica
las letras
con tu marca
de fuego.
Las cenizas
en breve apagarán
esa rara
existencia.
Yvette Centeno (Portugal)
Publicado en su blog Literatura e arte
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
Di.
Di el nombre.
Escoge
las sílabas.
Indica
las letras
con tu marca
de fuego.
Las cenizas
en breve apagarán
esa rara
existencia.
Yvette Centeno (Portugal)
Publicado en su blog Literatura e arte
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
un poema de Annie Finch
Luna
Entonces eres tú lo denso en todas partes que se mueve,
la materia oscura que ellos todavía no han pisado?
No, no lo soy. Soy sólo el sol brillante
a veces disimulada por la oscuridad.
Pero en tu belleza- sí, yo sé que lo ves-
No hay disimulo, no hay luz constante.
Annie Finch ( Estados Unidos)
Publicado en Famous Poets and Poems
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
Entonces eres tú lo denso en todas partes que se mueve,
la materia oscura que ellos todavía no han pisado?
No, no lo soy. Soy sólo el sol brillante
a veces disimulada por la oscuridad.
Pero en tu belleza- sí, yo sé que lo ves-
No hay disimulo, no hay luz constante.
Annie Finch ( Estados Unidos)
Publicado en Famous Poets and Poems
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
viernes, noviembre 07, 2008
drives me crazy
En el saloon toman sus tragos los hombres. Se miran y se miden. Afuera hay viento, ruedan los hatos de paja. Alguien canta, otro silba una canción que suena a country.
El me mira, me guiña un ojo. Cuandos todos duermen, salgo.
Con mi vestido ceñido cabalgo sobre un caballo desbocado en el lejano oeste.
El me mira, me guiña un ojo. Cuandos todos duermen, salgo.
Con mi vestido ceñido cabalgo sobre un caballo desbocado en el lejano oeste.
domingo, octubre 19, 2008
Un texto de Michèle Sales

Avenida del mar
No hay escritura sin lectura. Siempre la precede. Leer para escribir, escribir aquello que alguien leerá, la cadena. Las voces se cruzan, se hablan, se responden, se prolongan. Sólo un aliento a veces, un giro, un cielo sugerido.
Michèle Sales (Francia)
Avenue de la mer ( fragmento)
Publicado en remue.net
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
Avenue de la mer ( fragmento)
Publicado en remue.net
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
lunes, octubre 13, 2008
Un poema de Claire Malroux
No hables del negro
el negro es un color que ve
materia intensa y anhelante
punta de un diamante
que atrae hacia la densidad
de la hondura
Habla más bien de la transparencia ciega
de la goma del vacío
El hueco sería un cubo de muros blancos
una esfera de espejos
donde la sombra gira
y mendiga una gota de sangre
sobre los reflejos de la nube…
Claire Malroux (Francia)
Publicado en Poezibao
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
el negro es un color que ve
materia intensa y anhelante
punta de un diamante
que atrae hacia la densidad
de la hondura
Habla más bien de la transparencia ciega
de la goma del vacío
El hueco sería un cubo de muros blancos
una esfera de espejos
donde la sombra gira
y mendiga una gota de sangre
sobre los reflejos de la nube…
Claire Malroux (Francia)
Publicado en Poezibao
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
miércoles, septiembre 10, 2008
El techo de la tierra
Hoy hice cumbre.
Estoy en el borde del Himalaya.
Años y años escalando la montaña.
Me faltó el aire y seguí.
Tuve frío y seguí.
Me puse enferma y seguí.
Muchas veces me pregunté por qué lo hacía.
Era esto lo que realmente deseaba?
Por qué subía si me quedaba rígida
ante los experimentos de la naturaleza:
obtener sustancias, destilar agua,
extraer compuestos…todo para qué?
Y sin embargo, volvía a intentarlo, a cada instante.
Mis amigos me gritaban que se podía
pero yo no alcanzaba a escucharlos.
La que escalaba era yo
y sólo yo conocía
los precipicios
las hendiduras
los pasadizos
los huecos que tientan
los vacíos que llaman.
Entre tanta soledad
tuve una amiga que
calentó mis pies cuando se escarchaban
arrulló mi sueño
y se mantuvo alerta para protegerme del peligro.
Me abandonó hace poco:
hizo conmigo el último esfuerzo,
me ayudó a trepar pero ella quedó sin vida.
La vi irse exánime sin gemir, sin quejarse.
Después quedaba para mí
caminar estos pocos metros y plantar bandera.
Ahora veo los cielos de los pueblos pequeños
y no distingo a los hombres diminutos.
Esta sensación de tanta altura embriaga.
Voy a bajar, porque amo la planicie
y amo a los hombres y mujeres llanos.
Ya aprendí que se puede llegar un día
al techo de la tierra
y retornar con esa paz que dejan
las misiones cumplidas.
Estoy en el borde del Himalaya.
Años y años escalando la montaña.
Me faltó el aire y seguí.
Tuve frío y seguí.
Me puse enferma y seguí.
Muchas veces me pregunté por qué lo hacía.
Era esto lo que realmente deseaba?
Por qué subía si me quedaba rígida
ante los experimentos de la naturaleza:
obtener sustancias, destilar agua,
extraer compuestos…todo para qué?
Y sin embargo, volvía a intentarlo, a cada instante.
Mis amigos me gritaban que se podía
pero yo no alcanzaba a escucharlos.
La que escalaba era yo
y sólo yo conocía
los precipicios
las hendiduras
los pasadizos
los huecos que tientan
los vacíos que llaman.
Entre tanta soledad
tuve una amiga que
calentó mis pies cuando se escarchaban
arrulló mi sueño
y se mantuvo alerta para protegerme del peligro.
Me abandonó hace poco:
hizo conmigo el último esfuerzo,
me ayudó a trepar pero ella quedó sin vida.
La vi irse exánime sin gemir, sin quejarse.
Después quedaba para mí
caminar estos pocos metros y plantar bandera.
Ahora veo los cielos de los pueblos pequeños
y no distingo a los hombres diminutos.
Esta sensación de tanta altura embriaga.
Voy a bajar, porque amo la planicie
y amo a los hombres y mujeres llanos.
Ya aprendí que se puede llegar un día
al techo de la tierra
y retornar con esa paz que dejan
las misiones cumplidas.
domingo, agosto 24, 2008
Noches y bálsamos

En casa de eucaliptos moramos.
Cuando estabas dormido
vi a una mujer saltar con una pértiga.
Deseaba que llegara pero cayó.
Tres noches después no pude respirar.
La pértiga saltaba sobre mí y así llegué.
Vapores en el pecho y en la cabeza.
En campos de eucaliptos tendremos dos mieladas.
Cuando estabas dormido
vi a una mujer saltar con una pértiga.
Deseaba que llegara pero cayó.
Tres noches después no pude respirar.
La pértiga saltaba sobre mí y así llegué.
Vapores en el pecho y en la cabeza.
En campos de eucaliptos tendremos dos mieladas.
sábado, agosto 09, 2008
Un poema de Olga Orozco
Cantos a Berenice XVII
Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer
y no puedas recordar hacia atrás, como la Reina Blanca, déjame en el aire la sonrisa.
Tal vez seas ahora tan inmensa como todos mis muertos
y cubras con tu piel noche tras noche la desbordada noche del adiós:
un ojo en Achernar, el otro en Sirio,
las orejas pegadas al muro ensordecedor de otros planetas,
tu inabarcable cuerpo sumergido en su hirviente ablución, en su Jordán de estrellas.
Tal vez sea imposible mi cabeza, ni un vacío mi voz,
algo menos que harapos de un idioma irrisorio mis palabras.
Pero déjame en el aire la sonrisa:
la leve vibración que azogue un trozo de este cristal de ausencia,
la pequeña vigilia tatuada en llama viva en un rincón,
una tierna señal que horade una por una las hojas de este duro calendario de nieve.
Déjame tu sonrisa
a manera de perpetua guardiana,
Berenice.
Olga Orozco (Argentina)
Publicado en Relámpagos de lo invisible.
Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer
y no puedas recordar hacia atrás, como la Reina Blanca, déjame en el aire la sonrisa.
Tal vez seas ahora tan inmensa como todos mis muertos
y cubras con tu piel noche tras noche la desbordada noche del adiós:
un ojo en Achernar, el otro en Sirio,
las orejas pegadas al muro ensordecedor de otros planetas,
tu inabarcable cuerpo sumergido en su hirviente ablución, en su Jordán de estrellas.
Tal vez sea imposible mi cabeza, ni un vacío mi voz,
algo menos que harapos de un idioma irrisorio mis palabras.
Pero déjame en el aire la sonrisa:
la leve vibración que azogue un trozo de este cristal de ausencia,
la pequeña vigilia tatuada en llama viva en un rincón,
una tierna señal que horade una por una las hojas de este duro calendario de nieve.
Déjame tu sonrisa
a manera de perpetua guardiana,
Berenice.
Olga Orozco (Argentina)
Publicado en Relámpagos de lo invisible.
jueves, julio 31, 2008
Ay Menina!
Con los ojos abiertos, para siempre mirarme, esta noche.
Pequeña, nenita, la que pudo ser Fidelia y fue más de mil veces fiel con otro nombre.
Adónde irán tus pies, tus bigotes, tus ganas de comer?
Ya voy a procesar, y escribirte lo que te merecés.
Desde esta noche, Menina, los ojos de la noche te abren el siempre.
jueves, julio 17, 2008
viernes, junio 06, 2008
broches
Hay que cerrar. (Clampear recuerdo de las clases. Una rata y un broche en la base de su cola. Salta, contornea). Ahora cierro o clampeo por seis horas. Luego abro. Lo de adentro recorre pabellones, espirales o sus fuegos, y lanza hacia el vacío un prodigio urdido en ocre. Entonces duele.
jueves, junio 05, 2008
miércoles, junio 04, 2008
de frente
¿En dónde se escondió mi cuerpo alterno? ¿Adónde deportaron los costados? Sólo hay frente, la espalda se disuelve. Las cartas se desnudan boca arriba, con sus números y signos. No se puede girar.
viernes, mayo 30, 2008
adormecida
En la sala hay una mujer adormecida. El primer sonido son palabras. Tiembla, gime para darse fuerzas. Los hombres van de blanco. Así, imagino, debe declararse la agonía.
De la puerta que se abre- es un murmullo- entra mi padre, mirando conmovido la memoria de mis piezas.
De la puerta que se abre- es un murmullo- entra mi padre, mirando conmovido la memoria de mis piezas.
miércoles, mayo 21, 2008
lo inevitable
amnesia
A cada hora un sueño, a cada hora ganas de vaciarme. En la anestesia no, ni una imagen vuela, ni formas ni fulgor. No hay luz allí, solo la amnesia naciendo del ombligo.
Yo estoy para dormirte Myriam dijo ella. Y después de eso, quedó la nada y sus despojos.
martes, mayo 20, 2008
sed
Este dolor no se termina.
Verás que sí dijo ella mientras me mojaba con una gasa.
Tengo sed, tengo una necesidad de agua que inunde las calles, que se derrame desde mi boca más abajo.
Ásperos los labios, las manos de mi madre son la fuente, que hacen de cada gota el mar.
Verás que sí dijo ella mientras me mojaba con una gasa.
Tengo sed, tengo una necesidad de agua que inunde las calles, que se derrame desde mi boca más abajo.
Ásperos los labios, las manos de mi madre son la fuente, que hacen de cada gota el mar.
lunes, mayo 19, 2008
fiesta
Y entonces acudí a tu fiesta y todo era comida, danzas, tragos. Yo estaba feliz, comprendía el gesto. La fiesta era en mi honor. A tu salud dijiste. En una mesa larga un hombre hecho de juncos se reía con su palabra de hiena. La bilis seguía afuera, desde mi cuerpo hacia una bolsa y se drenaba.
sábado, mayo 17, 2008
uno
Acostada en la cama del hospital
entró un cura joven, de barbita.
Mi madre le comentó sobre mi operación
y sus complicaciones
hacía pocas horas.
Dolorida y aletargada como estaba
no intenté decirle
que yo no era católica.
Me tendió la mano con fuerza
me sonrió
y recordé lo que yo ya sabía:
que uno es Dios
y que no me abandonaba.
¿Qué importa
la forma que eligió
para manifestarse?
entró un cura joven, de barbita.
Mi madre le comentó sobre mi operación
y sus complicaciones
hacía pocas horas.
Dolorida y aletargada como estaba
no intenté decirle
que yo no era católica.
Me tendió la mano con fuerza
me sonrió
y recordé lo que yo ya sabía:
que uno es Dios
y que no me abandonaba.
¿Qué importa
la forma que eligió
para manifestarse?
jueves, mayo 01, 2008
Desde una casa nacen ladrillos.
No quieren dejar de avisar:
esto sigue
a pesar de los ahogados
esto avanza
porque hay brazos y piernas.
En el regazo
se unen los dedos viejos
callosos por el portland.
En las yemas
se desdibujan los sueños
se concretan.
Para leer el resto del futuro
corresponde la línea de la vida
queda la mano.
No quieren dejar de avisar:
esto sigue
a pesar de los ahogados
esto avanza
porque hay brazos y piernas.
En el regazo
se unen los dedos viejos
callosos por el portland.
En las yemas
se desdibujan los sueños
se concretan.
Para leer el resto del futuro
corresponde la línea de la vida
queda la mano.
sábado, abril 19, 2008
Un poema de Rosabetty Muñoz
El río de la noche
El río de la noche es otro
atravesado y solo en la ciudad que duerme.
Le gusta que le lleve naranjas y poemas
que no le tema y le tema
arrullándome con alemanes hermosos
que miraban el cielo para construir su casa
y hombres tristes que se perdieron tierra adentro.
“La vida les debe lo innombrable”
y me abre los brazos oscuros.
“Podrías dormirte dulcemente”.
Me habla como a una amapola
que tiembla en el viento.
Pero amanece y no es el mismo.
El río de la noche no me reconoce
entre todas las muchachas
que cruzan el puente.
Rosabetty Muñoz (Chile)
Publicado en Mula Verde
El río de la noche es otro
atravesado y solo en la ciudad que duerme.
Le gusta que le lleve naranjas y poemas
que no le tema y le tema
arrullándome con alemanes hermosos
que miraban el cielo para construir su casa
y hombres tristes que se perdieron tierra adentro.
“La vida les debe lo innombrable”
y me abre los brazos oscuros.
“Podrías dormirte dulcemente”.
Me habla como a una amapola
que tiembla en el viento.
Pero amanece y no es el mismo.
El río de la noche no me reconoce
entre todas las muchachas
que cruzan el puente.
Rosabetty Muñoz (Chile)
Publicado en Mula Verde
domingo, abril 13, 2008
un poema de Isabelle Jullian

Extranjera (5)
Ella come
tomates
con aceite de oliva
y pan negro
todos los días.
Ella no sabe
adornar su mesa
con carnes asadas
legumbres aromáticas
salsas delicadas.
Ella mantuvo
la costumbre
de un vaso
tomates
con aceite de oliva
y pan negro
todos los días.
Ella no sabe
adornar su mesa
con carnes asadas
legumbres aromáticas
salsas delicadas.
Ella mantuvo
la costumbre
de un vaso
de buen vino
en la comida de la noche.
Ella adormece
los pinchazos
del pasado
y de los cactus
con el vino.
El gato,
que, solo,
conoce la extrañeza
de la extranjera;
firma con su pata
los papeles
que ella escribe
tarde
durante la noche.
en la comida de la noche.
Ella adormece
los pinchazos
del pasado
y de los cactus
con el vino.
El gato,
que, solo,
conoce la extrañeza
de la extranjera;
firma con su pata
los papeles
que ella escribe
tarde
durante la noche.
domingo, abril 06, 2008
un poema de Ulrike Gerbig
El príncipe sapo
Un sapo es sólo un sapo
no es un príncipe
una pared es solo una pared
no es una puerta
un sapo muerto es sólo un sapo muerto
deja una mancha
una mancha es sólo una mancha
un poco de lío para limpiar
un sapo muerto es la esencia de la mancha
la mancha es el recordatorio de la verdad
la verdad es sólo la verdad
no es un deseo
un deseo es sólo un deseo
para un príncipe
un príncipe es sólo un sueño
un beso es sólo un beso
un sueño es sólo un sueño
no se atrapa
un cuento de hadas es sólo un cuento
apenas contado
Ulrike Gerbig (Alemania)
Publicado en PoemHunter.com
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
Un sapo es sólo un sapo
no es un príncipe
una pared es solo una pared
no es una puerta
un sapo muerto es sólo un sapo muerto
deja una mancha
una mancha es sólo una mancha
un poco de lío para limpiar
un sapo muerto es la esencia de la mancha
la mancha es el recordatorio de la verdad
la verdad es sólo la verdad
no es un deseo
un deseo es sólo un deseo
para un príncipe
un príncipe es sólo un sueño
un beso es sólo un beso
un sueño es sólo un sueño
no se atrapa
un cuento de hadas es sólo un cuento
apenas contado
Ulrike Gerbig (Alemania)
Publicado en PoemHunter.com
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
diálogo
Siempre conduciendo, llevamos la canción en nuestra boca. Los otros miran raro. Somos todos de la UBA, un poco más de conchetaje en el Colegio. Ellos parecen menos, son más callados. Uno murmura inglés conmigo, fuimos compañeros hace años. Tiene apellido de insecto, pero hace música. En el hotel los dos grupos no hablamos. Vuelan miguitas, catapultas desde las mesas, ése es nuestro diálogo. Un día cortamos la calle, somos piqueteros en el sur, antes de tiempo. Teke teke toca toca, esta hinchada está re loca. Y la costumbre se hace fuerza, o quizás vencemos, cuando los otros nos responden somos todos redonditos de ricota.
sábado, marzo 15, 2008
domingo, marzo 09, 2008
La poesía según Vinicius de Moraes
Dícese que el poeta es un creador, o mejor, un estructurador de lenguas, y siendo así, de civilizaciones. Homero, Virgilio, Dante, Chaucer, Shakespeare, Camões, los poetas anónimos del Cantar del Mío Cid viven a base de esas afirmaciones. Puede ser. Pero para el burgués común la poesía no es cosa que se pueda cambiar usualmente por dinero, colgar en la pared como un cuadro, colocar en un jardín como una escultura, poner en un tocadiscos como una sinfonía, transportar a la tela como un cuento, una novela o un romance, ni exhibir como un guión cinematográfico, un ballet o una pieza de teatro. Modigliani- que si estuviese vivo sería multimillonario como Picasso -, podía, en la época en que moría de hambre, cambiar una tela por un plato de comida: muchos artistas plásticos lo hicieron antes o después que él. Pero encuentro difícil que un poeta pueda jamás conseguir su filet a cambio de un soneto o una balada. Por eso me parece que la mayor belleza de este arte modesto y heroico es su aparente inutilidad. Eso da al verdadero poeta fuerzas para no comprometerse jamás con los dueños de la vida. Su único patrón es su propia vida: la vida de los hombres en su larga lucha contra la naturaleza y contra sí mismos para realizarse en amor y tranquilidad.
Vinicus de Moraes (Brasil)
Sobre poesía (fragmento)
Publicado en Para viver um grande amor (Editorial Companhia das letras)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
martes, febrero 26, 2008
El amor según Vinicius de Moraes
Por si no queda claro, estuve en Río de Janeiro. Ando leyendo a Vinicius. Y lo comparto.
Vinicius de Moraes (Brasil)
De El amor por entre el verde (fragmento)
Publicado en el libro Para viver um grande amor (Editorial Companhia das letras)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
Es un milagro encontrar, en este infinito laberinto de desengaños amorosos, el ser verdaderamente amado... Me olvido de aquella parejita en el parque para perderme por un momento en la observación triste, pero fría, de ese extraño baile de desencuentros, en que frecuentemente aquella que debía ser de aquél, acaba por bailar con otro porque lo esperado nunca llega; y éste, mientras, pasó por ella sin que ella lo supiese, sus manos sin querer se tocaron, ellos se miraron a los ojos por un instante y no se reconocieron.
Y es entonces que me olvido de todo y voy a mirar en los ojos de mi bienamada, como si nunca la hubiese visto antes. Es ella, Dios del cielo, es ella! Cómo la encontré, no sé. Cómo llegó hasta aquí, no vi. Pero es ella, yo sé que es ella porque hay un rastro de luz cuando ella pasa; y cuando ella me abre los brazos yo me crucifico en ellos bañado en lagrimas de ternura; y sé que mataría fríamente a quien quiera causarle daño; y quisiera que muriésemos juntos y fuésemos enterrados con las manos dadas, y nuestros ojos que no se descomponen quedasen para siempre abiertos mirando mucho más allá de las estrellas.
Y es entonces que me olvido de todo y voy a mirar en los ojos de mi bienamada, como si nunca la hubiese visto antes. Es ella, Dios del cielo, es ella! Cómo la encontré, no sé. Cómo llegó hasta aquí, no vi. Pero es ella, yo sé que es ella porque hay un rastro de luz cuando ella pasa; y cuando ella me abre los brazos yo me crucifico en ellos bañado en lagrimas de ternura; y sé que mataría fríamente a quien quiera causarle daño; y quisiera que muriésemos juntos y fuésemos enterrados con las manos dadas, y nuestros ojos que no se descomponen quedasen para siempre abiertos mirando mucho más allá de las estrellas.
Vinicius de Moraes (Brasil)
De El amor por entre el verde (fragmento)
Publicado en el libro Para viver um grande amor (Editorial Companhia das letras)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
domingo, febrero 24, 2008
un texto de Vinicius de Moraes
Rio. Cidade maravilhosa. Y un fragmento del texto "El día de mi padre" de Vinicius de Moraes.
Si Clodoaldo Pereira da Silva Moraes y yo intercambiamos diez palabras durante su vida, fue mucho. Buen día, como estás, hasta la vuelta- a veces ni eso. Hay personas con quienes las palabras son innecesarias. Nos entendíamos y amábamos calladamente, mi padre y yo. Tal vez por el hecho de que su figura me emocionara tanto, evité siempre pisar con él el terreno de las cosas emocionales, pues estoy seguro de que, si comenzásemos a hablar, caeríamos los dos en llanto, tan grandes eran en nosotros los motivos para llorar: todo lo que podía haber sido y no fui; todo lo que querríamos dar el uno al otro, y a los que nos eran más queridos, y no podíamos; el orgullo de un padre poeta inédito por su hijo publicado y premiado y el deseo en ese hijo de que fuese lo contrario...-tantas cosas que hacían que nuestros ojos no se demoraran demás cuando se encontraban y tornaban nuestras palabras difíciles. Porque la intención justamente, era de abrazarme con él , sentirle la barba con la mía, acariciarle los pocos cabellos y lamentarnos juntos sobre nuestra ineptitud para construir nuestro mundo palpable.
Vinicius de Moraes (Brasil)
Extraído del texto El día de mi padre
Publicado en el libro Para viver um grande amor (Editorial Companhia das letras)
Traducido del portugués por Myriam Rozenberg
viernes, febrero 22, 2008
en Estocolmo
Yo estuve en Suecia, y éramos 4. Me encerraba con mis largas trenzas a hacerme rubia. Es una manera rara de recordar la historia. Dejé tantos amigos perdidos en la infancia pero la memoria insiste y excava en las ruinas. Me acuerdo de la reina que danza, de la mujer confiada en ángeles, de la chiquita que llora, del hombre atravesando el río y de los amantes con sus besos de fuego. Ay de esa niña y sus cintas, confidente del sol, en Estocolmo.
miércoles, febrero 13, 2008
atravesar el tiempo

(Across the universe - George Mendoza)
Una canción para un final, un show sorpresa, sobre los techos. Las palabras brotan como una lluvia interminable hacia una taza de papel. Ahora, en las estrellas viajan, a 300.000 kilómetros por segundo.
La mano de 6 años, escribe mi nombre sobre el dorso. Sus voces me pertenecen, mi infancia es suya. Abro diccionarios para entender. El mundo ha cambiado, para todos.
Hay que atravesar el tiempo. Millones de soles sabrán lo que es emocionarse como este diamante que alumbra sobre los pómulos. La tierra bendice su humedad y la comparte.
sábado, febrero 09, 2008
dos mundos
-Camilo fue mejor que el Che- me dice.
Ahora suena un cha cha chá, y dejo al hombre que quiere que me enoje. ¿Un revolucionario más que otro?
El ron me lleva a bailar en la terraza. ¿Verá don Ernest esta danza de turistas sobre el techo? ¿Podrá escribir en el hotel o tendrá que huir hasta Cojímar? ¿Dónde se sentirán más fuertes las campanas?
Obispo y Mercaderes, ¿es ésta la ilusión que da la esquina? ¿El encuentro antagónico de ambos mundos?
No sé, mejor pienso en Ernesto, mi patria y ésta, que hizo suya, son los únicos universos que se enfrentan.
En el sur del continente hay muerte y los badajos no dejan de golpear.
Ahora suena un cha cha chá, y dejo al hombre que quiere que me enoje. ¿Un revolucionario más que otro?
El ron me lleva a bailar en la terraza. ¿Verá don Ernest esta danza de turistas sobre el techo? ¿Podrá escribir en el hotel o tendrá que huir hasta Cojímar? ¿Dónde se sentirán más fuertes las campanas?
Obispo y Mercaderes, ¿es ésta la ilusión que da la esquina? ¿El encuentro antagónico de ambos mundos?
No sé, mejor pienso en Ernesto, mi patria y ésta, que hizo suya, son los únicos universos que se enfrentan.
En el sur del continente hay muerte y los badajos no dejan de golpear.
viernes, febrero 08, 2008
romanticismo
Las casas que rodean al estadio están que arden. Vibran al compás de las canciones. El mexicano acaba de llegar a los boleros y las chicas tienen lágrimas, se doblan.
Las casas oyen que él acaricia su rodilla por debajo de la mesa pero es curioso, está en silencio, son las chicas las que cantan.
-El sabe que siempre lo escuchamos- dice una de ellas-. Si venimos al estadio, si pagamos la eternidad de este momento, y vale caro, es para que él escuche.
Un ejército reclama un romanticismo viejo que en la almohada de su casa se les niega.
Las casas oyen que él acaricia su rodilla por debajo de la mesa pero es curioso, está en silencio, son las chicas las que cantan.
-El sabe que siempre lo escuchamos- dice una de ellas-. Si venimos al estadio, si pagamos la eternidad de este momento, y vale caro, es para que él escuche.
Un ejército reclama un romanticismo viejo que en la almohada de su casa se les niega.
miércoles, febrero 06, 2008
sobrevivientes
Una grita I will survive. La otra Resistiré. ¿Pero qué tienen que soportar tantas mujeres? De los labios no se desvencijan, se dan impulso, es un conjuro contra la desdicha. ¿Cómo rehacerse cambiando los deseos? ¿Cómo estar tibia sobre el hueco de la almohada? Ellas cierran filas, saben que una es el ejemplo de la otra. La congoja se destrenza. Duele, cuesta y se puede, huir de las tinieblas sin Orfeo.
puede ser roto
Ay Tina, cómo te odié esa tarde. Él se acordó de vos, de tu cabello rubio, exótico. Se desplegó en el aliento, un tiempo como hojas, ido. Y yo no estaba allí, ni siquiera invisible, abstracta entre memorias de barrio. Era entonces la ruta, y es cierto Tina que un corazón puede ser roto.
lunes, febrero 04, 2008
veinte libras

Hoy he delatado a mi amigo, mi cerebro,
por veinte libras.
Con la mitad hacía un viaje a América.
Gasté la plata dando de beber a desconocidos
que se me colgaron del brazo
llamándome rey
justo en el sitio en que no queremos monarquía.
No es que el ciego me haya visto
es que yo me vi guardándome el dinero
de la delación
y estoy tratando de callar la voz
que martilla la conciencia.
Quise ser un hombre
demostrar mi valentía frente a una mujer
agallas que no tuve para matar al inglés a sangre fría
y así quedé expulsado del ejército de Irlanda.
Ahora me buscan mis antiguos compañeros.
En medio de la niebla
vislumbran que fui yo el informante.
Es que no sabía lo que hacía.
Lloro como un niño
porque soy sólo músculo y no tuve plan
para salvarme.
La madre y dios me conceden su perdón
en plena iglesia.
Voy a morir y no seré el último que caiga.
Empieza un siglo de venganzas
de luchas clandestinas
y se llenará de más cadáveres la tierra
hasta que un día sea
católica y republicana.
por veinte libras.
Con la mitad hacía un viaje a América.
Gasté la plata dando de beber a desconocidos
que se me colgaron del brazo
llamándome rey
justo en el sitio en que no queremos monarquía.
No es que el ciego me haya visto
es que yo me vi guardándome el dinero
de la delación
y estoy tratando de callar la voz
que martilla la conciencia.
Quise ser un hombre
demostrar mi valentía frente a una mujer
agallas que no tuve para matar al inglés a sangre fría
y así quedé expulsado del ejército de Irlanda.
Ahora me buscan mis antiguos compañeros.
En medio de la niebla
vislumbran que fui yo el informante.
Es que no sabía lo que hacía.
Lloro como un niño
porque soy sólo músculo y no tuve plan
para salvarme.
La madre y dios me conceden su perdón
en plena iglesia.
Voy a morir y no seré el último que caiga.
Empieza un siglo de venganzas
de luchas clandestinas
y se llenará de más cadáveres la tierra
hasta que un día sea
católica y republicana.
domingo, febrero 03, 2008
Un poema de Marie - Claire Bancquart
La paz sangrada
Invasión o inundación? El papel cuelga sobre el muro. El marco guarda mal
una fotografía de pariente difunto.
Ella se bambolea sobre el yeso mojado.
La muerte va a moverse en su tumba.
Tú retienes tu aliento. Te acuerdas de los tiempos de guerra
durante tu infancia. Casas abiertas
sobre las cicatrices de los muebles.
La paz firmada, tú atravesabas en tren
la mitad de Europa que levantaba muñones de muros sin fronteras.
No hay más paisaje
que esta cólera en ruinas. Ningún dios
sino estos lares mutilados, que vuelven aquí
cuchicheando que la herida
está de guardia siempre en carne viva, en el cielo
lista para descender sobre los hombres.
La paz sangrada.
Marie - Claire Bancquart (Francia)
publicado en Marie Claire Bancquart
traducido del francés por Myriam Rozenberg
Invasión o inundación? El papel cuelga sobre el muro. El marco guarda mal
una fotografía de pariente difunto.
Ella se bambolea sobre el yeso mojado.
La muerte va a moverse en su tumba.
Tú retienes tu aliento. Te acuerdas de los tiempos de guerra
durante tu infancia. Casas abiertas
sobre las cicatrices de los muebles.
La paz firmada, tú atravesabas en tren
la mitad de Europa que levantaba muñones de muros sin fronteras.
No hay más paisaje
que esta cólera en ruinas. Ningún dios
sino estos lares mutilados, que vuelven aquí
cuchicheando que la herida
está de guardia siempre en carne viva, en el cielo
lista para descender sobre los hombres.
La paz sangrada.
Marie - Claire Bancquart (Francia)
publicado en Marie Claire Bancquart
traducido del francés por Myriam Rozenberg
viernes, febrero 01, 2008
un poema de Laura Kasischke

La segunda semana de mayo
Qué compraremos con el dinero de Judas?
Quién vivirá en la casa de Hitler? Qué
haremos con este velo robado
a la novia asesinada, esta
sábana hurtada al niño durmiente?
Compraré caramelos, dice la querida.
Creceré aquí, la prímula canta.
La levedad de la seda en una brisa
Qué compraremos con el dinero de Judas?
Quién vivirá en la casa de Hitler? Qué
haremos con este velo robado
a la novia asesinada, esta
sábana hurtada al niño durmiente?
Compraré caramelos, dice la querida.
Creceré aquí, la prímula canta.
La levedad de la seda en una brisa
perfumada, blanda
como cashmere, rosa pálido.
Dónde podremos construir
como cashmere, rosa pálido.
Dónde podremos construir
la casa de la primavera,
la única construida
en una clara conciencia, la única
en la que ningún inocente
civil ha sido muerto jamás?
Sí, imagina.
Cada día
en una cocina limpia, cada noche en una almohada
la única construida
en una clara conciencia, la única
en la que ningún inocente
civil ha sido muerto jamás?
Sí, imagina.
Cada día
en una cocina limpia, cada noche en una almohada
Puritana.
Pero es Mayo, y la lila
Pero es Mayo, y la lila
susurra a la wisteria,
La sombra de quién usaré
este año en la fiesta de estudiantes?
La chalina blanca de quién
cosida desde la última respiración de una virgen
es ésta?
La sombra de quién usaré
este año en la fiesta de estudiantes?
La chalina blanca de quién
cosida desde la última respiración de una virgen
es ésta?
Laura Kasischke (Estados Unidos)
Publicado en Michigan Today Poetry
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
jueves, enero 31, 2008
mirarse adentro

Para el folklore, hay que mirarse adentro.
Sólo así la tierra se forja melodía: indios se hacen equinoccio con los grillos, gauchos demoran los facones, mujeres se cuartean suspirando sutilezas en bagualas, gringos con sus manos logran devenir el deseo carne, maíz y trigo.
Para mirarse adentro, hay que invertir los ojos, bajar los párpados, entonces sí la tierra percute al bombo y empieza la canción.
miércoles, enero 30, 2008
gorrión en la pared
Un gorrión se posa en la pared. El hombre que lo mira es el mismo que a mí me ignora. Yo no canto así. Yo nombro por tu trino el cielo de París, mujeres en el puerto, mendigos y acordeones. Tampoco me lamento, con mis pies descalzos soy distinta, un otro animal que vuela. El hombre ahora me puso en la palma de su mano, y si quiere el cielo derrumbarse, que lo haga, en un himno de jirones bien azules.
como una recta
En la voz de Bethania, Vinicius canta:
tristeza não tem fim, felicidade sim...
Habla del carnaval.
Pero aquí no hay fiestas populares, días para convertirse en otro, y hacer del deseo la máscara de la realidad, aunque breve, efímera.
En estas tierras la felicidad no tiene fin porque jamás tuvo principio.
tristeza não tem fim, felicidade sim...
Habla del carnaval.
Pero aquí no hay fiestas populares, días para convertirse en otro, y hacer del deseo la máscara de la realidad, aunque breve, efímera.
En estas tierras la felicidad no tiene fin porque jamás tuvo principio.
lunes, enero 28, 2008
la tea
Venida a menos, envejecida, la cantante va, como invitada especial, al show de la estrellita.
-Nunca estuvimos peleadas - dicen ambas, para que el público no desconfíe.
Antes de subir al escenario la cantante apaga su tea, sabe que no puede legarla, porque ese fuego sagrado es intransmisible.
-Nunca estuvimos peleadas - dicen ambas, para que el público no desconfíe.
Antes de subir al escenario la cantante apaga su tea, sabe que no puede legarla, porque ese fuego sagrado es intransmisible.
domingo, enero 27, 2008
intimidades

No es un diario íntimo. Pero parece. Con cada canción que saca, con cada nuevo disco, el público sabe qué le pasa. Si está sola, si se separó, si tuvo hijos.
En su último hit, ella entona: desde que me dejaste, sé que voy a morir.
El club de fans se estremece pero se prepara: vende rifas, hace colectas.
La diva se merece las más bellas coronas.
En su último hit, ella entona: desde que me dejaste, sé que voy a morir.
El club de fans se estremece pero se prepara: vende rifas, hace colectas.
La diva se merece las más bellas coronas.
sábado, enero 26, 2008
enseñanzas

Es turquesa ¿no?
Te pregunté
porque quise estar segura
no olvidarme
que esa tarde siempre iba a ser turquesa
-hasta el color tiene una complejidad inabarcable-.
Me puse luego a trabajar en círculos
a crear más mundos
-no sólo el verbo sale de la boca-.
Después callé
porque me gusta escucharte contar
con esa inhalación
la historia de cómo
con esfuerzo
multiplicaste los panes y los peces.
Me diste el libro
y supe entonces que no hay persona
que no juegue de a ratos.
Partí en tanta beatitud
que tuve que entrar donde los mercaderes
para volver al tiempo.
La tarde me golpeó con su calor
y repetía:
voy a enseñarte.
Te pregunté
porque quise estar segura
no olvidarme
que esa tarde siempre iba a ser turquesa
-hasta el color tiene una complejidad inabarcable-.
Me puse luego a trabajar en círculos
a crear más mundos
-no sólo el verbo sale de la boca-.
Después callé
porque me gusta escucharte contar
con esa inhalación
la historia de cómo
con esfuerzo
multiplicaste los panes y los peces.
Me diste el libro
y supe entonces que no hay persona
que no juegue de a ratos.
Partí en tanta beatitud
que tuve que entrar donde los mercaderes
para volver al tiempo.
La tarde me golpeó con su calor
y repetía:
voy a enseñarte.
sábado, enero 19, 2008
pereza
Me preguntaron si escribir microrrelatos no era pereza, flojera de animarse a componer algo más extenso.
-Mmmm, quizás- contesté con un bostezo.
Y me acomodé en la cama, dándoles la espalda.
-Mmmm, quizás- contesté con un bostezo.
Y me acomodé en la cama, dándoles la espalda.
jueves, enero 17, 2008
territorio promisorio
Un territorio promisorio.
Eso dicen las cartas. Eso cuentan las letras encorvadas, tinta que se corre con el paso de los dedos, sombras y fantasmas.
¿Qué habrá detrás del mar?
¿ Será verdad?
¿La paz en avenidas, la ausencia de soldados?
Es otro idioma raro, no hablan de batallas, ni de balas, ni de heridas. En la noche no andan los cosacos. Pogrom es una palabra dura, no tiene sentido ni razón.
Eso dicen las cartas. Eso cuentan las letras encorvadas, tinta que se corre con el paso de los dedos, sombras y fantasmas.
¿Qué habrá detrás del mar?
¿ Será verdad?
¿La paz en avenidas, la ausencia de soldados?
Es otro idioma raro, no hablan de batallas, ni de balas, ni de heridas. En la noche no andan los cosacos. Pogrom es una palabra dura, no tiene sentido ni razón.
viernes, enero 11, 2008
un poema de Raquel Lanseros
INVOCACIÓN
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
Raquel Lanseros (España)
De Diario de un destello, Ed. Rialp, Madrid, 2006
publicado en Las afinidades electivas
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
Raquel Lanseros (España)
De Diario de un destello, Ed. Rialp, Madrid, 2006
publicado en Las afinidades electivas
domingo, enero 06, 2008
la belleza en occidente

(Tú me completas - María Eugenia Iturria)
Un hombre y sus señales de humo
no vas a llegar
no vas a llegar
y ella sin temblores, alas en los pies, alcanza el cielo
ten cuidado con mis labios
porque ellos nunca se equivocan
se humedecen
después un vaso que se llena
shhh quiero escuchar tu corazón
mientras él describe un túnel
de este lado está todo iluminado
ella se alimenta de su voz y piensa
sé que tu mano busca por debajo
por donde reverbero
ten cuidado con mis labios
porque ellos nunca se equivocan
se humedecen
después un vaso que se llena
shhh quiero escuchar tu corazón
mientras él describe un túnel
de este lado está todo iluminado
ella se alimenta de su voz y piensa
sé que tu mano busca por debajo
por donde reverbero
entonces lame la cajita de cristal
que se va abriendo para despertar su música
y así rezando, de rodillas,
comprende el viaje que hace el sol
para encontrar la belleza en occidente.
que se va abriendo para despertar su música
y así rezando, de rodillas,
comprende el viaje que hace el sol
para encontrar la belleza en occidente.
miércoles, enero 02, 2008
de trenes
Ella es pequeña, trepa al vagón. En una canasta guardan los sandwiches. El destino es Buenos Aires. Desde un pueblo de Córdoba: Ucacha.
¿Por qué si se viaja en tren hay llantos, despedidas?
¿Por qué nunca hay regreso?
¿Por qué el padre, en el andén, se vuelve niño, agita su mano y se va encogiendo?
La nena llora en el regazo de la madre. Su hermano ve pasar las vacas y los campos, y nada nombra.
Al llegar a la estación, una bóveda enorme, de colores y cristal, es la primera visión de cielo.
¿Por qué si se viaja en tren hay llantos, despedidas?
¿Por qué nunca hay regreso?
¿Por qué el padre, en el andén, se vuelve niño, agita su mano y se va encogiendo?
La nena llora en el regazo de la madre. Su hermano ve pasar las vacas y los campos, y nada nombra.
Al llegar a la estación, una bóveda enorme, de colores y cristal, es la primera visión de cielo.
lunes, diciembre 31, 2007
Las mujeres del fresco
Hay tres mujeres minoicas en el fresco.
Sacuden sus manos.
Hablan o quizás el movimiento
es una danza.
El pintor no supo
que tantos siglos después
yo me vería reflejada
en el dibujo de aquella
la muchacha de la izquierda.
Porque las dos restantes miran sin dudar
a la derecha como supongo
lo harían todas las mujeres de ese tiempo.
Yo, rebelde, distinta, insatisfecha,
les daría, desde entonces,
para siempre
la espalda.
Con este poema obtuve este año el primer premio de poesía en el certamen organizado por la Universidad Tecnológica Nacional Regional Delta (UTNRD), con auspicio de la Editorial Sudamericana.
Casi, casi, una declaración de principios.
Mañana será otro año y seguiremos escribiendo, aunque no hace falta decirlo.
Felicidades para todos/as!
Sacuden sus manos.
Hablan o quizás el movimiento
es una danza.
El pintor no supo
que tantos siglos después
yo me vería reflejada
en el dibujo de aquella
la muchacha de la izquierda.
Porque las dos restantes miran sin dudar
a la derecha como supongo
lo harían todas las mujeres de ese tiempo.
Yo, rebelde, distinta, insatisfecha,
les daría, desde entonces,
para siempre
la espalda.
Con este poema obtuve este año el primer premio de poesía en el certamen organizado por la Universidad Tecnológica Nacional Regional Delta (UTNRD), con auspicio de la Editorial Sudamericana.
Casi, casi, una declaración de principios.
Mañana será otro año y seguiremos escribiendo, aunque no hace falta decirlo.
Felicidades para todos/as!
jueves, diciembre 27, 2007
la explosión
Hoy he volado por los aires
sentí en carne propia cómo el cuerpo
se iba transformando en fragmentos
cómo se alejaban de mí
los brazos, las piernas y cada órgano
arrastrados por una fuerza inexplicable.
Entonces comprendí
ya no metafóricamente
cómo este país
se destrozaba
cada parte adecuándose a un mayor espacio
sin importarles
que estábamos mejor
cuando funcionábamos en unidad.
Todavía escucho los gritos de los demás
los quejidos que pronuncio por inercia
como esa palabra ay que frecuento
aferrándome a la vida.
Ya no traten de reunirme
es imposible
porque primero los hermanos
deberán reconocerse
y perdonarse
y me temo que, para ello,
hace falta diálogo y mucho, mucho tiempo.
sentí en carne propia cómo el cuerpo
se iba transformando en fragmentos
cómo se alejaban de mí
los brazos, las piernas y cada órgano
arrastrados por una fuerza inexplicable.
Entonces comprendí
ya no metafóricamente
cómo este país
se destrozaba
cada parte adecuándose a un mayor espacio
sin importarles
que estábamos mejor
cuando funcionábamos en unidad.
Todavía escucho los gritos de los demás
los quejidos que pronuncio por inercia
como esa palabra ay que frecuento
aferrándome a la vida.
Ya no traten de reunirme
es imposible
porque primero los hermanos
deberán reconocerse
y perdonarse
y me temo que, para ello,
hace falta diálogo y mucho, mucho tiempo.
miércoles, diciembre 26, 2007
Golpes en la puerta

Mi padre es judío, mi madre es católica. Festejamos siempre todas las fiestas. Por eso no debió extrañarme que el 24 de diciembre, a la hora de la cena, escuchara golpes en la puerta.
“Debe ser Papa Noel” me dije.
Abrí y no encontré a nadie. Ni siquiera estaban los regalos a los pies del árbol.
Cuando volví a la mesa me pareció distinguir que alguien bebía de mi copa. Nuevamente hubo ruidos en la puerta. Me dirigí hacia ella, con miedo, esta vez, de abrir. Advertí que pasaban una nota por debajo.
“ Perdón, me equivoqué de día. Pero como es costumbre, no iba a retirarme sin brindar. Buenas noches. Felicidades. Eliahu”.
“Debe ser Papa Noel” me dije.
Abrí y no encontré a nadie. Ni siquiera estaban los regalos a los pies del árbol.
Cuando volví a la mesa me pareció distinguir que alguien bebía de mi copa. Nuevamente hubo ruidos en la puerta. Me dirigí hacia ella, con miedo, esta vez, de abrir. Advertí que pasaban una nota por debajo.
“ Perdón, me equivoqué de día. Pero como es costumbre, no iba a retirarme sin brindar. Buenas noches. Felicidades. Eliahu”.
lunes, diciembre 24, 2007
un poema de Else Lasker - Schüler

A DIOS
No te opones ni a las buenas ni a las malas estrellas;
todos sus caprichos fluyen.
En mi frente duele el surco,
la profunda corona con la luz sombría.
todos sus caprichos fluyen.
En mi frente duele el surco,
la profunda corona con la luz sombría.
Y mi mundo está en calma...
No te opones a mi capricho.
Dios, ¿dónde estás?
No te opones a mi capricho.
Dios, ¿dónde estás?
Quisiera escuchar de cerca tu corazón,
ponerme en el lugar de tu más remota cercanía,
cuando, transfiguradas de oro en tu Reino,
brotando de una luz mil veces feliz,
susurren todas las buenas y las malas fuentes.
ponerme en el lugar de tu más remota cercanía,
cuando, transfiguradas de oro en tu Reino,
brotando de una luz mil veces feliz,
susurren todas las buenas y las malas fuentes.
Else Lasker-Schüler (Alemania)
Del libro Baladas hebreas publicado por Alción Editora y reproducido en Poéticas
Traducido por Oscar Caeiro
domingo, diciembre 23, 2007
un texto de Luisa Valenzuela
Príncipe 2
Ese príncipe practica su beso que despierta. Reconoce ser único en dicha habilidad y pretende afinarla al máximo. Su éxito no es total. No importa: es extremadamente apuesto, joven, tiene tiempo.
Considera que su éxito no es total y absoluto no porque las doncellas que besa no despierten, no. Todo lo contrario. Sabe llegarse con gran sigilo hasta las castas alcobas y cuando encuentra a las doncellas sumidas en el más profundo de los sueños, las besa. Y las doncellas despiertan. Demasiado. Se vuelven exigentes, despiertan a la vida, al mundo, a sus propios deseos y apetencias; empiezan los reclamos.
No es así como él las quiere.
Insiste en su empeño porque algún día le tocará la verdadera prueba, la definitiva. Sabe que en algún lugar del desaforado reino yace una princesa hermosa, irremisiblemente dormida, que lo está esperando para su salvación. La salvación de ella y también la de él. Simultáneas, equivalentes.
Entregado a la búsqueda, el príncipe de nuestra historia besa por acá y besa por allá sin prestar demasiada atención a los resultados. Besa y se va, apenas un poco inquieto. Los años no pasan para él mientras persiste en su búsqueda. Él sigue igual de joven y apuesto, pero su beso obtiene resultados cada vez más profundos. Sigue buscando tan sólo en apariencia, desinteresado por dichos resultados.
Y cuando por fin encuentra a la bella princesa durmiente, la misma que lo espera desde siempre para ser despertada por él, no la toca. Sin besarla ni nada, sin siquiera sacarla de su facetado sarcófago de cristal, la hace transportar a palacio con infinitas precauciones. Allí la ubica en una estancia cerrada a resguardo del sol y desde lejos la contempla, inmóviles ella y él, distantes. Ella es una joya. Ella es hermosa y yace en su sarcófago como pidiendo el beso. Al príncipe el beso que despierta se le seca en la boca, se le seca la boca, todo él se seca porque nunca ha logrado aprender cómo despertar lo suficiente sin despertar del todo.
“La respeto”, les dice a quienes quieran escucharlo.
Y ellos aprueban.
Luisa Valenzuela (Argentina)
Del libro Cuentos completos y uno más (Editorial Alfaguara)
Ese príncipe practica su beso que despierta. Reconoce ser único en dicha habilidad y pretende afinarla al máximo. Su éxito no es total. No importa: es extremadamente apuesto, joven, tiene tiempo.
Considera que su éxito no es total y absoluto no porque las doncellas que besa no despierten, no. Todo lo contrario. Sabe llegarse con gran sigilo hasta las castas alcobas y cuando encuentra a las doncellas sumidas en el más profundo de los sueños, las besa. Y las doncellas despiertan. Demasiado. Se vuelven exigentes, despiertan a la vida, al mundo, a sus propios deseos y apetencias; empiezan los reclamos.
No es así como él las quiere.
Insiste en su empeño porque algún día le tocará la verdadera prueba, la definitiva. Sabe que en algún lugar del desaforado reino yace una princesa hermosa, irremisiblemente dormida, que lo está esperando para su salvación. La salvación de ella y también la de él. Simultáneas, equivalentes.
Entregado a la búsqueda, el príncipe de nuestra historia besa por acá y besa por allá sin prestar demasiada atención a los resultados. Besa y se va, apenas un poco inquieto. Los años no pasan para él mientras persiste en su búsqueda. Él sigue igual de joven y apuesto, pero su beso obtiene resultados cada vez más profundos. Sigue buscando tan sólo en apariencia, desinteresado por dichos resultados.
Y cuando por fin encuentra a la bella princesa durmiente, la misma que lo espera desde siempre para ser despertada por él, no la toca. Sin besarla ni nada, sin siquiera sacarla de su facetado sarcófago de cristal, la hace transportar a palacio con infinitas precauciones. Allí la ubica en una estancia cerrada a resguardo del sol y desde lejos la contempla, inmóviles ella y él, distantes. Ella es una joya. Ella es hermosa y yace en su sarcófago como pidiendo el beso. Al príncipe el beso que despierta se le seca en la boca, se le seca la boca, todo él se seca porque nunca ha logrado aprender cómo despertar lo suficiente sin despertar del todo.
“La respeto”, les dice a quienes quieran escucharlo.
Y ellos aprueban.
Luisa Valenzuela (Argentina)
Del libro Cuentos completos y uno más (Editorial Alfaguara)
martes, diciembre 18, 2007
cálculos
Ando mal de la panza
-para variar-
tengo cálculos en la vesícula.
Sí, cálculos:
fechas, montos, edades,
matemática y álgebra sin resoluciones
aglomerados en bilis
convertidos en piedras
pegándome golpes a la derecha del diafragma.
Soy la única persona
que se repudia a sí misma
y sin embargo
jamás he sido adúltera de mí
-para variar-
tengo cálculos en la vesícula.
Sí, cálculos:
fechas, montos, edades,
matemática y álgebra sin resoluciones
aglomerados en bilis
convertidos en piedras
pegándome golpes a la derecha del diafragma.
Soy la única persona
que se repudia a sí misma
y sin embargo
jamás he sido adúltera de mí
lunes, diciembre 17, 2007
un texto de Gerardo Augotr

(Duraznero en flor- Vincent Van Gogh)
CAMBIO DE ROLES
Una pareja de ancianos, ambos de ochenta y dos años, vivían en las afueras de la ciudad, en una casa con amplio fondo. Ella se dedicaba a las tareas domésticas de la casa. Él, al cuidado de las flores y los frutales del amplio parque del fondo de la vivienda.
Cierto día, el anciano advirtió que un duraznero de la propiedad tenía ochenta y dos duraznos en sus ramas, asoció cada durazno a cada año de su vida. Pensó que esto era un presagio y que la lectura que le tenía que dar al mismo le vaticinaba que cada fruta que cayera, por estado de madurez, sería un año menos que faltaría para su muerte. De esta forma, y por obra del ciclo de la naturaleza, semana tras semana fueron cayendo los frutos y también, semana tras semana, el anciano se iba obsesionando con el tiempo que le quedaba de vida.
Una mañana, la anciana, cansada de percibir la angustia de su marido, observó que sólo quedaba un durazno en la planta. Entonces fue a un bazar y compró la réplica de un durazno, en material de cerámica, esperó que éste estuviera descansando a la hora de la siesta, y, valiéndose de una escalera de madera, ató con hilo invisible el ficticio durazno a una rama del duraznero.
Cada día, con los primeros rasgos de la claridad, el hombre salía presuroso y miraba el árbol. Al cabo de un mes, le llamó la atención que el durazno no cayera. Se acercó, y con un palo de larga dimensión lo movió, y se dio cuenta del engaño cuando la imitación se rompió al estrellarse contra el suelo. Con los restos cerámicos en sus manos se dirigió al interior del hogar y llamó a su mujer. Esta no le respondió. Sentada en un sillón, dormía el sueño eterno.
Gerardo Augotr (Argentina)
Del libro El tiempo es ahora (Ediciones Tirso)
sábado, diciembre 15, 2007
dígitos

En ese país pasaban cosas raras. El gobierno decía que no había inflación, ni desocupación, ni hambre, ni gente sin vivienda. El organismo que medía estos índices señalaba que los números no se movían, que todos eran apenas de un dígito.
Los viejos, reunidos en asamblea, exigieron hablar con el presidente.
-A partir de ahora –propusieron- queremos que la edad esté atada a estos valores, que se estanquen, que nunca crezcan.
-A partir de ahora –propusieron- queremos que la edad esté atada a estos valores, que se estanquen, que nunca crezcan.
El presidente accedió. Durante casi un año la edad no aumentó, se mantenía fija, sin cambio alguno. Para cumplir con su promesa, el día antes de cada cumpleaños, el presidente pedía al ministerio de salud que aplicara a los ancianos una inyección que no doliera. Morían felices, por fin dignificados.
viernes, diciembre 14, 2007
la partida

No voy a irme todavía
la casa es grande
cruje la madera y tengo que arreglarla.
Podría marcharme por las rutas
detrás de las estrellas y tus muslos
pero me atrapan la noche silenciosa
los gritos convulsivos de mi hermano
la rutina que me asedia con su desesperanza.
No puedo irme aún
detrás de la gordura de mi madre
está su amor
y su propia destrucción.
Ese peso es el vínculo fuerte que me ata.
Cuando ella muera
la casa será fuego y será tumba.
Entonces sí
partiremos con mi hermano
a rodar por los caminos
hacia instantes que traigan
cenizas más livianas
hasta que todo se haga simple
y respirable.
sábado, diciembre 08, 2007
dos poemas de Graciela Ester Zanini
María
en esta tierra injuriada
que sin preguntas sorbe ávida
la sangre de sus hijos
bajo un cielo enfermo
vaciado de mercedes
mudo a plegaria o sacrificio
planea majestuosa la rapiña de Roma
no es miedo lo que vuelve mi paso vacilante
tristeza es
congoja sin medida
hay dentro de mí una música extraña
y obstinados alrededor
los ruidos que la piedad produce
cómo decir
necesito el amor que puedan darme
y todo su silencio
-
en esta infinuitud
la implacable armonía de tus hechos
se reveló noción de desmesura
a tus pies me confieso culpable de ignorancias
nadie me dijo que vendrías
sólo el desvelo de un pájaro
o el errar taciturno de mi esposo
inquietaron la estera de casada
y creció el nombre bendito para siempre
al amparo precario de estos brazos
años después la visión de muchos a tu espalda
me dejó la certeza de verte asesinado
y el imposible sueño de llamarte mi hijo
abre la noche luz que no se extingue
larga es la jornada hacia el tiempo del Hombre
Graciela Ester Zanini (Argentina)
Del libro " Del rey desnudo" (Editorial Sudamericana)
en esta tierra injuriada
que sin preguntas sorbe ávida
la sangre de sus hijos
bajo un cielo enfermo
vaciado de mercedes
mudo a plegaria o sacrificio
planea majestuosa la rapiña de Roma
no es miedo lo que vuelve mi paso vacilante
tristeza es
congoja sin medida
hay dentro de mí una música extraña
y obstinados alrededor
los ruidos que la piedad produce
cómo decir
necesito el amor que puedan darme
y todo su silencio
-
en esta infinuitud
la implacable armonía de tus hechos
se reveló noción de desmesura
a tus pies me confieso culpable de ignorancias
nadie me dijo que vendrías
sólo el desvelo de un pájaro
o el errar taciturno de mi esposo
inquietaron la estera de casada
y creció el nombre bendito para siempre
al amparo precario de estos brazos
años después la visión de muchos a tu espalda
me dejó la certeza de verte asesinado
y el imposible sueño de llamarte mi hijo
abre la noche luz que no se extingue
larga es la jornada hacia el tiempo del Hombre
Graciela Ester Zanini (Argentina)
Del libro " Del rey desnudo" (Editorial Sudamericana)
martes, diciembre 04, 2007
la torre
Sentada arriba de la torre
no hay nada más que cielo
a la vista de los demás no estoy
Haciendo mucha fuerza
llevo los ladrillos
hacia adelante
después como resguardo
voy atrás
deseando las diagonales del alfil
esa extrañeza
de mirar
constantemente
a los costados
no hay nada más que cielo
a la vista de los demás no estoy
Haciendo mucha fuerza
llevo los ladrillos
hacia adelante
después como resguardo
voy atrás
deseando las diagonales del alfil
esa extrañeza
de mirar
constantemente
a los costados
domingo, diciembre 02, 2007
un poema de Claudine Helft
(Garden in rose - Robyn Bellospirito)
Poema del extranjero y la rosa
Amigo, tu alma es el hogar de la mía
desde hace tantos siglos, y nuestras cenizas
roturaron las estrellas de los mismos cielos.
Y diremos
no hay diferencia.
Tus palabras son mi palabra en lengua de profeta,
tu rostro, ese faro donde se refleja el mío.
Y tú dirás que la paz no es nada más que este amor
que va de tierra en tierra a plantar las rosas en secreto
inmenso como un cuerpo en la palma de una mano.
Claudine Helft (Francia)
Publicado en Maison de la poésie
Traducido del francés por Myriam Rozenberg
sábado, diciembre 01, 2007
un poema de Karen Gershon
Raza
Cuando retorné a mi pueblo natal
creyendo que nadie se preocuparía
por quién era yo y qué pensaba
fue como si el pueblo captara
un eco de mí por todos lados
supieron mi historia por mi rostro
y quién era yo siempre solitaria
Como cada judío viviente he visto
en mi imaginación
la cámara de gas y las fosas comunes
el cuerpo desconocido que era el mío
y encontré en cada cara alemana
detrás de la máscara la marca de Caín
No haré sus pensamientos míos
por odiar gente de su raza.
Karen Gershon (Alemania-Inglaterra)
Publicado en Holocaust Memorial Day Trust
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
Cuando retorné a mi pueblo natal
creyendo que nadie se preocuparía
por quién era yo y qué pensaba
fue como si el pueblo captara
un eco de mí por todos lados
supieron mi historia por mi rostro
y quién era yo siempre solitaria
Como cada judío viviente he visto
en mi imaginación
la cámara de gas y las fosas comunes
el cuerpo desconocido que era el mío
y encontré en cada cara alemana
detrás de la máscara la marca de Caín
No haré sus pensamientos míos
por odiar gente de su raza.
Karen Gershon (Alemania-Inglaterra)
Publicado en Holocaust Memorial Day Trust
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
mirando pasar

Voy a planear un nuevo robo
como todos los días.
Tener dinero es lo único que importa.
Si hay que vender al hijo
lo vendemos:
todo tiene su precio.
Un poco de paz al lado del río
mirando pasar
a los idiotas.
Felices ellos que no me ven
que nos ignoran.
Adormecidos
como las piernas de mi socio
al contacto del agua helada.
Ni siquiera logran saber si sufro.
Mis brazos ya son fuertes
mi voz es grave
y como en uno de esos pases rápidos
donde se le arranca el bolso a una mujer desprevenida
he procreado.
Quizás el niño me perdone y
me enseñe por fin a ser un hombre.
como todos los días.
Tener dinero es lo único que importa.
Si hay que vender al hijo
lo vendemos:
todo tiene su precio.
Un poco de paz al lado del río
mirando pasar
a los idiotas.
Felices ellos que no me ven
que nos ignoran.
Adormecidos
como las piernas de mi socio
al contacto del agua helada.
Ni siquiera logran saber si sufro.
Mis brazos ya son fuertes
mi voz es grave
y como en uno de esos pases rápidos
donde se le arranca el bolso a una mujer desprevenida
he procreado.
Quizás el niño me perdone y
me enseñe por fin a ser un hombre.
disculpas
A quienes me han dejado comentarios este último mes en el blog, les pido disculpas por no contestarles. Ando con una serie de complicaciones. Les prometo hacerlo más tranquila en un par de semanas.
Gracias por pasar de todos modos !
Gracias por pasar de todos modos !
miércoles, noviembre 21, 2007
el error
Pidió disculpas por el error- el cirujano se había equivocado-. Ahora el anciano tenía dos dedos menos del pie derecho y los otros, del izquierdo, gangrenados. Además estaba ciego. La diabetes se había apoderado de él y ya sin fuerzas, rezaba a cada instante por su muerte.
lunes, noviembre 12, 2007
los cambios de la historia

-Eso está por verse- dijo la maestra al alumno.
Después de haberle encontrado los machetes prolijamente escondidos sobre las rodillas, él mintió que eran apenas los resúmenes, que él había estudiado.
Lo hizo pasar al frente.
-Mire el mapa. Señale la capital de Montenegro.
Mientras un sudor frío le corría por la espalda maldijo los cambios de la historia.
“Quince años atrás, esta pregunta no existía” pensó. Y no pudo contestarla.
Después de haberle encontrado los machetes prolijamente escondidos sobre las rodillas, él mintió que eran apenas los resúmenes, que él había estudiado.
Lo hizo pasar al frente.
-Mire el mapa. Señale la capital de Montenegro.
Mientras un sudor frío le corría por la espalda maldijo los cambios de la historia.
“Quince años atrás, esta pregunta no existía” pensó. Y no pudo contestarla.
miércoles, noviembre 07, 2007
dos poemas sobre Tiempo de gitanos

Dos maneras distintas de abordar el impacto de un film. Sobre Tiempo de gitanos de Emir Kusturica, dos textos desde los extremos del continente americano.
Dom za vesanje
Si me advirtieras mañana
fulminado por un rayo
descuida: será un espejismo
Si me sorprendieras dejando
de ser quien esperabas que yo fuera
descuida: será otro espejismo
Si me sorprendieras dejando
de ser quien yo esperaba ser
descuida: será otro
(o el mismo)
Si hallaras un gato dentro de mi casa
descuida: será una liebre
Si reconocieras a un hijo mío
naciendo de mi mujer
descuida: lo venderé al bastardo
Si sólo se tratase, mi pavo
de que planearas blanco
angélico
descuida: volarías
Si rescataras de un vuelo
el tul de una novia
descuida: es que levita
mi madre.
Si me advirtieras mañana
fulminado por un rayo
descuida: será un espejismo
Si me sorprendieras dejando
de ser quien esperabas que yo fuera
descuida: será otro espejismo
Si me sorprendieras dejando
de ser quien yo esperaba ser
descuida: será otro
(o el mismo)
Si hallaras un gato dentro de mi casa
descuida: será una liebre
Si reconocieras a un hijo mío
naciendo de mi mujer
descuida: lo venderé al bastardo
Si sólo se tratase, mi pavo
de que planearas blanco
angélico
descuida: volarías
Si rescataras de un vuelo
el tul de una novia
descuida: es que levita
mi madre.
Rolando Revagliatti (Argentina)
El sueño de Perhan
Cuando el gallo cante
pondrán una moneda de oro en cada uno de sus ojos muertos
el sol saldrá antes de que termine la danza
con el séptimo día lo llorarán
con trompetas y coquetería por última vez
El sueño de Perhan nunca termina
noche a noche la luna se introduce dentro de su cama
llenando su cabeza con historias de caos inimaginables
es sólo cuando despierta que Perhan se para sobre sus propios pies
y se contempla a sí mismo volando sobre las autopistas
tarareando una minúscula canción gitana.
martes, octubre 30, 2007
grito en la avenida

(Guayasamin - El grito)
Vi- viiiiiii.........
Gritó como un oscuro manantial
queriendo escaparse de una cueva
una voz sin trinos
quebrándose
desesperada.
Giré hacia todos lados
busqué con la mirada
el ocaso de tanta exclamación.
Y de nuevo
Vi- viiiiii.......
Oración que no llegó, me dije,
húmeda neblina
atorada de llanto
que arrastra el arenal
hacia el letargo del norte.
Avancé y el clamor no se repitió.
Quedó el mandato que supe descifrar
tras ese nombre de mujer
que como un pecado inconfesable
nunca se hizo visible.
Gritó como un oscuro manantial
queriendo escaparse de una cueva
una voz sin trinos
quebrándose
desesperada.
Giré hacia todos lados
busqué con la mirada
el ocaso de tanta exclamación.
Y de nuevo
Vi- viiiiii.......
Oración que no llegó, me dije,
húmeda neblina
atorada de llanto
que arrastra el arenal
hacia el letargo del norte.
Avancé y el clamor no se repitió.
Quedó el mandato que supe descifrar
tras ese nombre de mujer
que como un pecado inconfesable
nunca se hizo visible.
martes, octubre 16, 2007
un poema de Ina Kontvainytė
Sabiduría
“Joven”, pregunté, “qué sabe usted del amor?”
entonces contestó en modismos y suspiros, en palabras incontables
( y muchas fantásticas mentiras) el por qué, el cómo,
la felicidad, el dolor.
No del todo convencida, hice una pregunta más.
Dije, “ Señor mayor, qué sabe usted del amor?
Pero él sólo respondió. “ Es demasiado pronto para contarlo
pero si lo desea, pregúnteme de nuevo. Mañana”
Ina Kontvainytė (Lituania)
En poetry portal
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
“Joven”, pregunté, “qué sabe usted del amor?”
entonces contestó en modismos y suspiros, en palabras incontables
( y muchas fantásticas mentiras) el por qué, el cómo,
la felicidad, el dolor.
No del todo convencida, hice una pregunta más.
Dije, “ Señor mayor, qué sabe usted del amor?
Pero él sólo respondió. “ Es demasiado pronto para contarlo
pero si lo desea, pregúnteme de nuevo. Mañana”
Ina Kontvainytė (Lituania)
En poetry portal
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
madreselva

I
Mi abuelo silbaba una fragancia voluptuosa.
II
Mi abuela sabía que en el umbral el amor desgarraba las páginas en blanco.
III
Escribir como una confesión que se hace a una pared añeja.
IV
Un muro que no pronuncia se deja avasallar por ramas intranquilas.
V
Trepa, se arrastra sobre la imperfección de los ladrillos.
VI
Arcilla que hace torres de cápsulas herméticas.
VII
Abrirse como el hilo de agua que se escapa en las acequias.
VIII
El corazón es líquido ambulante que murmura.
IX
Es el rumor de una canción que se desgaja.
X
En voz de Libertad la madreselva sigue viva.
Mi abuelo silbaba una fragancia voluptuosa.
II
Mi abuela sabía que en el umbral el amor desgarraba las páginas en blanco.
III
Escribir como una confesión que se hace a una pared añeja.
IV
Un muro que no pronuncia se deja avasallar por ramas intranquilas.
V
Trepa, se arrastra sobre la imperfección de los ladrillos.
VI
Arcilla que hace torres de cápsulas herméticas.
VII
Abrirse como el hilo de agua que se escapa en las acequias.
VIII
El corazón es líquido ambulante que murmura.
IX
Es el rumor de una canción que se desgaja.
X
En voz de Libertad la madreselva sigue viva.
lunes, octubre 15, 2007
un poema de Sandra Costa

Por dónde comenzar?
Por dónde comenzar cuando el color del poema
es un rumor de sal que se aferra a mis dedos?
Cuando el brillo de la luna es un hilo de aroma a salitre
que yerra explora se espanta y se deshace
en la claridad marítima de mis senos?
Cuando el perfume de las magnolias es un posible cómplice del viento
que se abriga en nos mis tus ojos en una lágrima de ternura?
Por dónde comenzar?...
Por dónde comenzar cuando el color del poema
es un rumor de sal que se aferra a mis dedos?
Cuando el brillo de la luna es un hilo de aroma a salitre
que yerra explora se espanta y se deshace
en la claridad marítima de mis senos?
Cuando el perfume de las magnolias es un posible cómplice del viento
que se abriga en nos mis tus ojos en una lágrima de ternura?
Por dónde comenzar?...
jueves, octubre 11, 2007
brevedades de octubre
(56 mm - Francisco José Ruiz Kunzi)
I
Sigue haciendo equilibrio, el vacío se encuentra en la garganta.
II
La pregunta no brota: por qué me has abandonado?
III
Enarbolando su vestido blanco, la novia y la alianza con el espíritu que vuela.
IV
De rodillas en el piso, dios: el único final.
V
No tiene cómo acariciar. En cada mano, nacieron cruces.
VI
Un cuerpo extraño se enlaza a un tronco muerto. Ahora son dos las lápidas.
VII
Piedra sobre piedra el olvido es una construcción.
VIII
Habrá algo más que esa arena rubia con rostro de hombre?
IX
Volverse santa: otra versión de tanta entrega.
X
Y el mar no llega con su disfraz azul.
Sigue haciendo equilibrio, el vacío se encuentra en la garganta.
II
La pregunta no brota: por qué me has abandonado?
III
Enarbolando su vestido blanco, la novia y la alianza con el espíritu que vuela.
IV
De rodillas en el piso, dios: el único final.
V
No tiene cómo acariciar. En cada mano, nacieron cruces.
VI
Un cuerpo extraño se enlaza a un tronco muerto. Ahora son dos las lápidas.
VII
Piedra sobre piedra el olvido es una construcción.
VIII
Habrá algo más que esa arena rubia con rostro de hombre?
IX
Volverse santa: otra versión de tanta entrega.
X
Y el mar no llega con su disfraz azul.
jueves, octubre 04, 2007
un poema de Paola Malavasi
Tsunami
Ya ha pasado la ola, se los ha llevado. Nosotros
no los seguimos.
Hay tanto por hacer, ahora tenemos que movernos
como conviene a los vivos
aferrados al aire, como paja elevada
por el viento, atravesada, sin voluntad por el sol.
Una piedra nos ahoga, pero somos ágiles, ves?
Debemos movernos, hacer. Bebemos.
El agua corre por nuestra garganta.
Brillantes, lúcidos, no nos llamemos muertos
ni siquiera esta noche,
sólo algo contagiados.
Paola Malavasi (Italia)
Del libro Tsunami en www.poesia.it
Traducida del italiano por Fabián Cerezo
Ya ha pasado la ola, se los ha llevado. Nosotros
no los seguimos.
Hay tanto por hacer, ahora tenemos que movernos
como conviene a los vivos
aferrados al aire, como paja elevada
por el viento, atravesada, sin voluntad por el sol.
Una piedra nos ahoga, pero somos ágiles, ves?
Debemos movernos, hacer. Bebemos.
El agua corre por nuestra garganta.
Brillantes, lúcidos, no nos llamemos muertos
ni siquiera esta noche,
sólo algo contagiados.
Paola Malavasi (Italia)
Del libro Tsunami en www.poesia.it
Traducida del italiano por Fabián Cerezo
miércoles, septiembre 26, 2007
argumentando dentro
Suave y curva, lenta al tacto y al oído, la noche está siempre tendida a los extremos.
(Angélica Gorodischer - Doquier)
Afuera me esperaba la ciudad.
(Angélica Gorodischer - Doquier)
(Angélica Gorodischer - Doquier)
Afuera me esperaba la ciudad.
(Angélica Gorodischer - Doquier)
Creí que el mundo era circular
que chismes habrían de acceder
hasta el oído
detalles de peleas danzas duelos
amores se aprehendían sentado
en este banco inmóvil
no soy lo que sé
soy más lo que no sé
lo que no controlo soy más
el que todos ignoran
se mueve por la noche
recorre las calles recompuesto
como si nunca piernas
atadas a su colcha
El quieto el movedizo
son dos argumentando dentro
de mí quedaron los celos la angustia
la pasión hasta que siempre enero
barre los dolores vi
que el día es mucho más luminoso que la noche
que existe ahí acá allá
y allende un centro
cuatro puntos cardinales.
lunes, agosto 20, 2007
Segunda trilogía

(Torre de Babel - Brueghel)
(basada en algunas canciones de Edith Piaf)
C'est pas seulement ma voix qui chante.
C'est l'autre voix, une foule de voix.
(Cri du Coeur- Edith Piaf)
(Cri du Coeur- Edith Piaf)
porque sé que hay otras voces
abandonándose en mí
desesperándose en mí
desmoronándose en mí
sonidos de desconfianza intolerable
de desesperanza
de enfermedades mezquinas
de miedos obstinados a abrirse paso entre callejones obstruidos
parlamentos que salen del cerebro
reflujos de otras vidas que se agobiaron antes
adelantos de inquietudes venideras
todas las palabras estallan
esta noche
y es tanto el bullicio
tanta la algazara
que soy una más en la torre de Babel
que se dispersa
y no comprende.
Fais comme si, mon amour
(Fais comme si - Edith Piaf)
(Fais comme si - Edith Piaf)
si hicieras como si
entonces las lágrimas
no.
entonces las lágrimas
no.
Laissez-vous faire, Milord
Et prenez bien vos aises
Vos peines sur mon cœur
Et vos pieds sur une chaise
(Milord- Edith Piaf)
(Milord- Edith Piaf)
Circe o Penélope
qué más da?
mujer al fin
reposo del guerrero
la espada entrando en mí
y yo bebiendo la sangre de los muertos
para que no te toquen
para que no te duelan
para que puedas un día descansar
sobre mis años
escalones que ascienden transparentes
hacia tus velos
para volver a hacerte hombre
qué más da?
mujer al fin
reposo del guerrero
la espada entrando en mí
y yo bebiendo la sangre de los muertos
para que no te toquen
para que no te duelan
para que puedas un día descansar
sobre mis años
escalones que ascienden transparentes
hacia tus velos
para volver a hacerte hombre
sábado, agosto 18, 2007
en el monte
A Gerardo Lewin
¿Es que hay un lugar después de ti, después de mí,
después de nosotros?
¿Un sitio más allá para decir soy libre? ¿Ya soy feliz?
Estoy en el desierto,
solo,
con memoria de plagas,
sin maná,
con gente que nada comprende.
Apenas una voz me habla.
Quizás su verbo
sea simplemente mi tierra prometida
un grano de paz entre pupilas de arena.
¿Cómo estar contento
cuándo el piso se mueve
y las formas de los mares cambian
para que yo subsista?
La voz me habla.
La amo.
Y temo.
con gente que nada comprende.
Apenas una voz me habla.
Quizás su verbo
sea simplemente mi tierra prometida
un grano de paz entre pupilas de arena.
¿Cómo estar contento
cuándo el piso se mueve
y las formas de los mares cambian
para que yo subsista?
La voz me habla.
La amo.
Y temo.
Primera trilogía

( basada en las canciones de Dolly Parton)
Why you take for instance this old broken heart
If you will just replace the missing parts
You would be surprised to find how good it really is
Take it and you never will be sorry that you did
(The Bargain Store - Dolly Parton)
(The Bargain Store - Dolly Parton)
Compré un corazón usado en el Mercado de pulgas.
Le faltaban unas partes.
No me importó.
Cada mañana conecto mi bomba a su miocardio.
Respira, renuncia a su cicatriz y a su cansancio.
Con la sangre de su aorta llena los huecos
de mi joven corazón.
Palpito débil
cuando él se desenchufa.
Y entonces soy un corazón usado que puede venderse
en el Mercado de pulgas.
Soy..................................sólo..................................partes.
Le faltaban unas partes.
No me importó.
Cada mañana conecto mi bomba a su miocardio.
Respira, renuncia a su cicatriz y a su cansancio.
Con la sangre de su aorta llena los huecos
de mi joven corazón.
Palpito débil
cuando él se desenchufa.
Y entonces soy un corazón usado que puede venderse
en el Mercado de pulgas.
Soy..................................sólo..................................partes.
And I want you to be the last one to touch me
(The last one to touch me - Dolly Parton)
Ella se equivoca:
no estoy cerrada.
Digo que sé qué hago.
Las consecuencias.
Por efímero que sea el verano
la risa es una fábula en el aire.
Todo lo que venga después no es otro hombre:
una manera nueva de romper las esperas.
Para iluminar
este monólogo que devora sus sombras
otra luz quizás.
no estoy cerrada.
Digo que sé qué hago.
Las consecuencias.
Por efímero que sea el verano
la risa es una fábula en el aire.
Todo lo que venga después no es otro hombre:
una manera nueva de romper las esperas.
Para iluminar
este monólogo que devora sus sombras
otra luz quizás.
You know exactly what it takes to keep me satisfied
(Touch your woman – Dolly Parton)
(Touch your woman – Dolly Parton)
No es necesario hablar.
Como por arte de magia
las palabras pueden desaparecer.
Algo así como un gato
que se hace entender con el movimiento de sus bigotes
sin maullidos, sin ronroneos.
Todo lo que preciso
es la llama que raspa
que levanta mi pellejo
y me ve como soy
y me perdona.
Como por arte de magia
las palabras pueden desaparecer.
Algo así como un gato
que se hace entender con el movimiento de sus bigotes
sin maullidos, sin ronroneos.
Todo lo que preciso
es la llama que raspa
que levanta mi pellejo
y me ve como soy
y me perdona.
domingo, agosto 12, 2007
la presentación del Alfabeto
Estas son algunas fotos de la presentación de mi primer libro. Fue un hermoso encuentro. Debería hacer una crónica más precisa, pero me he quedado sin palabras.
Quiero agradecerle a los seis poetas que me acompañaron en la mesa, y leyeron mis poemas.
Resaltaron cada verso, cada figura, cada metáfora.
Gracias a Gerardo Augotr, Gerardo Lewin, Inés Manzano, Alejandro Mendez Casariego, Graciela Tustanoski y Clara Vasco por sus lecturas, por su aliento y compañía.
También agradezco a todos/as los que vinieron y me acompañaron, amigos y compañeros de todos los pasos de mi vida.
Y a los amigos de internet, que me leen y me escriben y me dan la oportunidad de hacer llegar mis textos a diferentes geografías. Son gestos que valoro muchísimo. No siempre se encuentra gente tan generosa.
Les mando un beso a todos/as!!
Myriam y Alejandro Mendez Casariego
Gerardo Lewin
Clara Vasco leyendo, entre Inés Manzano y Gerardo " Bebe " Augotr
En la foto siguiente, Graciela Tustanoski
Gerardo " Bebe" Augotr
miércoles, agosto 01, 2007
Alfabeto de los pasos

Les quiero contar que el viernes 10 de agosto presento mi primer libro de poemas, Alfabeto de los pasos, de Ediciones Patagonia, a las 20, 30 hs en el Hotel Bauen, Callao 360.
Para los que puedan y quieran venir, están invitados!
Para los que estén en el interior o exterior del país pueden mandarme su dirección postal para que les envíe un ejemplar al correo elescaramujo@hotmail.com
Los espero!
Myriam
lunes, julio 23, 2007
lo que se sabe

Vinieron a visitarme y yo lloraba.
Les dije:
Extraño a mi niña.
Una madre hace tantos sacrificios, recorre hospitales
y después miren cómo le pagan.
Ni una carta, ni un llamado.
Mi sobrina contestó:
No te preocupes, en donde está, ella se halla bien.
No era yo la única que ignoraba
el sitio al que había viajado mi hija.
Ellos creían que yo no sabía
que ahora habitaba
el reverso de todas las verdades
el paredón de cada esperanza
el horizonte impreciso que formula la muerte.
Les dije:
Extraño a mi niña.
Una madre hace tantos sacrificios, recorre hospitales
y después miren cómo le pagan.
Ni una carta, ni un llamado.
Mi sobrina contestó:
No te preocupes, en donde está, ella se halla bien.
No era yo la única que ignoraba
el sitio al que había viajado mi hija.
Ellos creían que yo no sabía
que ahora habitaba
el reverso de todas las verdades
el paredón de cada esperanza
el horizonte impreciso que formula la muerte.
domingo, julio 15, 2007
mano y disfraz

La máscara
multiplicada y dividida en las calles
arrojada de la cara como bálsamo
biombo que separa el dolor del alcanfor.
Mano y disfraz.
Desde ese hilo que ata o que desata
todas las ternuras posibles
en exilio tras la frontera de lo dúctil o lo estricto
se albergan en espera del augurio de observar
lo estrictamente necesario.
multiplicada y dividida en las calles
arrojada de la cara como bálsamo
biombo que separa el dolor del alcanfor.
Mano y disfraz.
Desde ese hilo que ata o que desata
todas las ternuras posibles
en exilio tras la frontera de lo dúctil o lo estricto
se albergan en espera del augurio de observar
lo estrictamente necesario.
viernes, julio 13, 2007
un poema de Ketty Alejandrina Lis
No hay mucho más
He estado ausente tanto tiempo
del entorno semántico
del otro.
¿Disolución del corazón o la razón?
He estado ausente
y sin embargo
sigue naciendo la sencilla nervadura
forma de una forma eventualmente expuesta.
A veces suponemos
que hay mucho más.
Y es casi todo.
Ketty Alejandrina Lis (Argentina)
Del libro Cartas para Adriana (Marymar Ediciones)
Se puede leer completo en su página Poéticas
He estado ausente tanto tiempo
del entorno semántico
del otro.
¿Disolución del corazón o la razón?
He estado ausente
y sin embargo
sigue naciendo la sencilla nervadura
forma de una forma eventualmente expuesta.
A veces suponemos
que hay mucho más.
Y es casi todo.
Ketty Alejandrina Lis (Argentina)
Del libro Cartas para Adriana (Marymar Ediciones)
Se puede leer completo en su página Poéticas
sábado, junio 02, 2007
deseo
Cada vez que hacen el amor ella derrama su sangre.
-Me hubiera gustado ser tu primer hombre- le dijo él cierta noche entre susurros.
Cuando él no está, ella busca el neceser y enhebra una aguja.
Sin dolor la clava, resuelta, dentro de la carne.
El himen se va cerrando, como una casa, como una nota redonda.
Tras el ojo de la vagina, la mujer observa su mundo.
Cada vez que hacen el amor, la perfuma un jazmín.
-Me hubiera gustado ser tu primer hombre- le dijo él cierta noche entre susurros.
Cuando él no está, ella busca el neceser y enhebra una aguja.
Sin dolor la clava, resuelta, dentro de la carne.
El himen se va cerrando, como una casa, como una nota redonda.
Tras el ojo de la vagina, la mujer observa su mundo.
Cada vez que hacen el amor, la perfuma un jazmín.
sábado, mayo 12, 2007
hilvanando cenizas

en puntas de pie
se pone sobre mi cama
me dejo acunar
sé que soy esa niña que no tuvo
en Varsovia alguien la mecía
deseándole un futuro
se pone sobre mi cama
me dejo acunar
sé que soy esa niña que no tuvo
en Varsovia alguien la mecía
deseándole un futuro
......................................sin piedras
......................................sin cerraduras
es fantasma
............................hoy
sonrisa que se forma
............................si se mira bien
hilvanando cenizas
ella se despega
..........................el gas
para abrazarme
y yo
sobrina de una tía que llovizna
cada año sobre el mundo
le extiendo mis manos
es fantasma
............................hoy
sonrisa que se forma
............................si se mira bien
hilvanando cenizas
ella se despega
..........................el gas
para abrazarme
y yo
sobrina de una tía que llovizna
cada año sobre el mundo
le extiendo mis manos
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